Millones de personas en países pobres siguen dependiendo de los ordenadores y los lugares de acceso a Internet públicos a pesar de la proliferación mundial de los teléfonos móviles y los ordenadores personales.
Sin embargo, el interés en facilitar ese acceso público ha disminuido en los últimos años, especialmente entre los organismos dedicados a favorecer el desarrollo, ya que las nuevas tecnologías están más disponibles.
Sin embargo, un estudio realizado durante cinco años en ocho países, por parte del Grupo de Tecnología y Cambio Social de la Escuela de Información de la Universidad de Washington (Seattle, EE.UU., conocida como UW) ha descubierto que el acceso de la comunidad a la tecnología informática y de Internet sigue siendo un recurso fundamental para conectar a las personas a la información y las habilidades que necesitan en un mundo cada vez más digital.
«Nuestro estudio revela que muchas personas en países de bajos y medianos ingresos, incluidos los subempleados, las mujeres, los residentes de zonas rurales y otros que a menudo son marginados, obtienen grandes beneficios en apartados como la educación, el empleo y la salud cuando usan las computadoras e Internet en los lugares de acceso público», explica Araba Sey, profesor de la Escuela e investigador principal del estudio.
El estudio consistió en 5.000 encuestas por ordenador realizadas en bibliotecas, telecentros y cibercafés, así como otras 2.000 a no-usuarios en sus casas, para comparar.
Además, los investigadores encuestaron a 1,250 operadores de centros de acceso público y llevaron a cabo siete estudios de caso en profundidad para examinar cuestiones que han generado controversia. El estudio se llevó a cabo en ocho países de bajos y medianos ingresos en tres continentes: Bangladesh, Botswana, Brasil, Chile, Ghana, Lituania, Filipinas y Sudáfrica.
Hallazgos y recomendaciones
Los hallazgos de los investigadores fueron:
-Los lugares de acceso público eran la única fuente de acceso a Internet para un tercio de los encuestados, y permitió el primer contacto con un ordenador a más de la mitad de los usuarios, un número que aumentaba en los grupos socioeconómicos más bajos y la población femenina.
-Más de la mitad dijo que su uso de las computadoras se reduciría si los lugares públicos de acceso ya no estuvieran disponibles, y casi la mitad citó la falta de acceso a un ordenador como la razón principal para su uso en los lugares públicos.
-El cuarenta por ciento de los encuestados dijo que los lugares de acceso público habían sido cruciales para el desarrollo de sus conocimientos de informática, y la mitad dijo lo mismo sobre aprender habilidades en internet.
El informe final del estudio también hace recomendaciones para las organizaciones gubernamentales y solidarias, así como para los profesionales de bibliotecas y telecentros. Sus sugerencias incluyen:
-Apoyo a la amplia disponibilidad de lugares de acceso público a Internet y a que se incorporen a las iniciativas nacionales relacionadas con los recursos y servicios digitales para la salud, la educación y otras áreas.
-Utilizar la infraestructura existente, como las bibliotecas, cuando se aborden las inversiones para el acceso a Internet.
-Fomentar los juegos, ya que ayudan a desarrollar las habilidades tecnológicas.
-Valorar el papel de las redes sociales y las comunicaciones, que se han convertido en lugares críticos para el acceso a recursos importantes.
-Aceptar con los brazos abiertos el uso de teléfonos móviles, que el estudio ha comprobado que no representan una amenaza a la relevancia del acceso público.
Brecha digital
Chris Coward, director del grupo de investigación, explica en la nota de prensa que la motivación del estudio fue «proporcionar a los gobiernos y a la comunidad internacional dedicada el desarrollo, que se han gastado enormes sumas para apoyar a la disponibilidad de los ordenadores y de Internet, datos empíricos acerca del impacto de estas inversiones «.
Los investigadores han puesto todos los datos de este estudio a disposición del público en la página web del proyecto.
Aún persiste una gran diferencia entre el número de personas con acceso a internet por banda ancha en el mundo en desarrollo respecto a los países más industrializados, donde la penetración de banda ancha fija es del 77 por ciento, frente al 31 por ciento de la población del primer grupo, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Las regiones con menor acceso a la mayor biblioteca del mundo son Asia y el Pacífico, con un 32 por ciento de penetración, y África, donde no se supera el 16 por ciento.
Referencia bibliográfica:
Sey, A., Coward, C., Bar, F., Sciadas, G., Rothschild, C., Koepke, L.: Connecting people for development: Why public access ICTs matter. Seattle: Technology & Social Change Group, University of Washington Information School.
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