Flavio Noca, investigador del departamento de aeronáutica del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y profesor de aerodinámica en el Instituto Federal Suizo de Tecnología (EPFL) ha buscado una curiosa fuente de inspiración para crear una tecnología de propulsión con gran maniobrabilidad y eficiencia hidrodinámica: el pingüino emperador.
La razón: estos animales, que avanzan contoneándose torpemente en tierra, son capaces de convertirse en auténticos cohetes bajo el agua, y acelerar de cero a siete metros por segundo en un instante.
El próximo 24 de noviembre, en un encuentro de la American Physical Society que se celebrará en Pittsburgh, Noca presentará su tecnología, que cuenta con un mecanismo de articulación esférica que emula a los hombros de estos pingüinos. El mecanismo fue desarrollado y fabricado por uno de los colaboradores de Noca, Bassem Sudki.
En qué consiste
La articulación esférica artificial reúne compactación, rigidez y altas frecuencias de movimiento, como los hombros de los pingüinos.
Se diferencia de éstos en una sola cosa, ya que “permite un rango de rotación ilimitada alrededor de un eje principal, como el de una hélice», explica Noca en un comunicado emitido por la American Physical Society.
Durante su desarrollo hubo que superar ciertos desafíos técnicos de las articulaciones esféricas, como la falta de rigidez o la imposibilidad de generar fuerzas de torsión elevadas. Para entender el reto que esto supone, basta con tratar de levantar un cuerpo de cinco kilos con la mano, manteniendo el brazo extendido.
Los científicos esperan que el sistema desarrollado ayude a comprender cómo nadan los pingüinos, una fórmula aún poco conocida. «Con la fiel reproducción del movimiento de la aleta de un pingüino real, esperamos arrojar luz sobre los misterios de natación de estos animales bajo el agua», explica Noca.
Bioinspiración y propulsión
El pingüino no es el único animal que ha servido de fuente de inspiración a los científicos para crear dispositivos de propulsión.
El año pasado, investigadores del Caltech y de la Universidad de Harvard desarrollaron una medusa artificial que nada sola, imitando el movimiento de las medusas reales en su desplazamiento por el agua.
Por otra parte, el pasado mes de agosto, investigadores del Instituto Fraunhofer de Ingeniería de Producción y Automatización (IPA) en Stuttgart, Alemania, incorporaron el sistema de propulsión de moluscos y calamares a los accionadores de un sistema de propulsión subacuática artificial, informó Noticias de la ciencia.
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