La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, han hecho público el informe World Information Society 2007 Beyond WSIS, enfocado hacia la creación de una sociedad de la información inclusiva, centrada en las personas y orientada al desarrollo.
Se trata del segundo de una serie de informes, que comenzaron a publicarse en mayo de 2006, cuyo objetivo es analizar y rastrear la evolución de la llamada brecha digital, es decir, la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen Internet y aquellas que no, y la penetración de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (teléfonos móviles y otros dispositivos) en todo el mundo.
Los informes analizan el progreso de las oportunidades digitales de 181 economías desde el momento en que empezara el proceso de la CMSI (Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información), cuyo objetivo fue eliminar la brecha digital en telecomunicaciones e Internet en el mundo, preparando planes de acción y políticas para reducir la desigualdad. Gobiernos nacionales, el sector privado, organizaciones representantes de la sociedad civil, Naciones Unidas y sus organismos especializados, participaron en este evento.
Buenas y malas noticias
Según el informe, la brecha digital se reduce en la mayoría de las tecnologías, pero especialmente en la telefonía móvil. Y es que el número de usuarios de móviles crece rápidamente en todo el planeta, con un importante avance en los países pobres, donde la telefonía móvil supera ya a la telefonía fija (siete contra uno de media y hasta nueve contra uno en el África subsahariana, región que ha pasado de los 15 millones de usuarios de telefonía móvil en 2000 a los 160 millones a finales de 2006).
Para finales de 2008, se espera que más de la mitad de la población mundial tenga acceso a un teléfono móvil. Desde el año 2002, se han sumado más de mil millones de usuarios a este servicio.
No sucede en cambio lo mismo con los accesos a Internet. De hecho, la banda ancha, aunque hoy día es accesible en 170 de las economías analizadas, sigue siendo al menos 10 veces más cara en los países pobres que en los ricos.
Cierto es que, en 1997, señala el informe, casi tres cuartas partes de la población mundial vivía en países pobres o en vías de desarrollo, con tan sólo un 5% de usuarios de Internet y que, en 2005, este porcentaje había ascendido hasta el 30%.
Sin embargo, la brecha digital profundiza las desigualdades en los accesos básicos a las infraestructuras comunes de telecomunicaciones y en su disponibilidad, por lo que ya no se habla del problema de la “cantidad” de accesos, sino de la “calidad” y de “capacidad” o velocidad de flujo de información de éstos.
Banda ancha desigual
La banda ancha está actualmente comercializada en 170 economías, pero tan sólo el 1% de los usuarios de este servicio en el mundo se encuentra en los países pobres, a pesar de que durante los dos últimos años, la banda ancha se extendió notablemente en el mundo. El caso más notable de expansión es China, país que se prevé pueda superar a Estados Unidos en el número total de suscriptores a Internet, en 2009.
Otra diferencia importante de los accesos es su precio: los usuarios de los países pobres pagan, de media, unos 140 euros al mes por cada 100 kbit/s de conectividad, lo que supone diez veces más que la media de los precios en los países desarrollados.
Esto se debe a que en los países pobres no hay apenas competencia, mientras que en los ricos existe un mercado competitivo establecido, con productos alternativos en módems por cable y DSL.
Seguridad y riesgo
Las amenazas a la seguridad online son cada vez más sofisticadas y penetrantes, advierte el informe. Por tanto, se hace cada vez más esencial el desarrollo de infraestructuras que aseguren la confidencialidad y la seguridad en la Red, dada la evolución de ciberamenazas, como el spam, los programas espía, la suplantación de identidades, etc.
Según algunas estimaciones, el spam ya supone el 90% del tráfico de correo electrónico, pero más seria es la expansión de virus o las actividades fraudulentas online. Si no se resuelven estos problemas, se inhibe el crecimiento del mundo online.
La ciberseguridad aumenta en importancia por factores como la evolución continua de protocolos y tecnología; la evolución de la red, que aumenta en velocidad y en capacidad y que, sin medidas específicas de control, la hacen cada vez más vulnerable; y la convergencia de diversas tecnologías y dispositivos que podrían ser infectados.
Por otro lado, la escala y el alcance de los efectos aumenta con la red, es decir, que crecen las posibilidades de efectos encadenados de mayores dimensiones. El anonimato también representa un problema, porque la ausencia de identificación de los usuarios significa que es fácil suministrar una identidad falsa para acometer delitos en Red.
El caso de España
Según el informe, España se encuentra entre los 20 mayores mercados de telefonía móvil del mundo, y entre los 20 mercados principales de banda ancha (puestos 14 y 10 respectivamente).
En cuanto a las conexiones de Internet, en 2005 España contaba con 6,2 millones de usuarios, la mayoría de conexiones de banda ancha. En este sector aún estamos por detrás de países como Francia (con 13, 3 millones de usuarios de Internet), Alemania (con 24 millones), Italia (11 millones) u Holanda (6,6 millones).
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