Quince de mayo de 2011, en Sol, una de las zonas más transitadas de la ciudad de Madrid, se gesta lo que ahora podría estar dando lugar a una ruptura política sin precedentes en España.
Años después de aquel momento, el 15M se ha transformado, en el fondo y en la forma, en una incubadora de proyectos orientados a diseñar una situación sostenible en las áreas política, social y económica de nuestro país.
Desde entonces, mareas ciudadanas, luchas laborales, plataformas contra los desahucios y muchos otros espacios colaborativos resisten y trabajan por transformar la situación. A todas estas iniciativas subyace un hecho evidente: es preciso dar paso a otra forma de entender y de hacer política. Ernesto García, coportavoz de la plataforma Ganemos Madrid que el próximo año se presenta a las municipales de la capital española, lo explica de la siguiente forma: “Buscamos alejarnos lo más posible, en la esfera local, de esa visión del político sólo interesado por su propio futuro personal”.
En la siguiente entrevista concedida a Tendencias21, Ernesto García detalla en qué consiste esta iniciativa, y nos acerca información sobre sus pilares y objetivos. Ganemos Madrid decidirá en diciembre si se presenta también a las elecciones para la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Hace unas semanas, Ganemos Madrid se presentó en el Círculo de Bellas Artes de la capital española. En este evento, hizo usted referencia a una frase que sonó a slogan, pero que quizá resuma la intención de la plataforma: «Recuperar lo común desde el común». ¿Qué se pretende transmitir con esa frase?
Me refiero fundamentalmente a dos dimensiones de la vida social que, a nuestro juicio, se han visto muy deterioradas con las políticas del «austericidio» y del «desarrollismo inmobiliario-financiero» que los distintos gobiernos del PP han desplegado en nuestra ciudad. Por un lado, todo aquello que corresponde a lo «común» público, es decir, a lo que juega un papel de garantía de derechos sociales y que busca redistribuir los bienes colectivos.
Me estoy refiriendo a la educación, la sanidad, el transporte, la vivienda, los recursos naturales, materiales, económicos. Ahora bien, nuestra idea no sólo es tratar de recuperar estos bienes públicos tan dañados, sino hacerlo «desde abajo», con la participación ciudadana, con control de la gente. No queremos unos servicios públicos municipales sólo para ser «consumidos» (aunque es legítima también esta posición), sino que nos parece fundamental que la ciudadanía se pueda implicar en su definición, mejora, gestión, evaluación.
Hay muchas formas de hacerlo, pero lo fundamental es cambiar la mentalidad por la cual las personas dejamos de ser meras «consumidoras de políticas» a ser «protagonistas activas» de las mismas.
Gran parte de la población española desea un cambio de rumbo político porque el actual modelo no responde a las apremiantes necesidades de la actualidad. ¿Qué ofrece Ganemos Madrid a esa sociedad española que busca salir de sus múltiples problemas, muchos de ellos estructurales (políticos, económicos, energéticos…)?
Ganemos Madrid nace con una doble vocación. Generar las condiciones y los mecanismos por los cuales la ciudadanía madrileña pueda construir su propia herramienta electoral, y por otro desarrollar esta herramienta de un modo inclusivo, confluyente, donde los principales actores sociales y políticos de nuestra ciudad se impliquen en la consolidación de esta herramienta.
En este sentido, además de pensar entre todos y todas los cambios concretos que nuestra política local necesita, es fundamental producir un cambio en el «modo de hacer política», desde el convencimiento de que la ciudadanía debe ser la protagonista de esos cambios. Durante mucho tiempo dejamos en manos de «otros» la responsabilidad sobre los asuntos que nos conciernen a todos y todas, y los resultados han sido nefastos.
Por eso nos parece fundamental recuperar la capacidad de decidir sobre nuestro propio futuro, sin ocultar las dificultades y los obstáculos a los que nos enfrentaremos. Lo que ofrece Ganemos Madrid es, ante todo, un intento de hacer las cosas de un modo distinto, donde «fondo y forma» deben ser coherentes entre sí, donde la participación de la gente sea el motor de la acción política, y donde los representantes elegidos «manden obedeciendo».
¿Cuál cree que han sido los detonantes que han desvirtuado tanto la política en España?
Es difícil sintetizar en pocas palabras un proceso histórico tan complejo. Si nos circunscribimos a los últimos años, podemos afirmar que cada vez más se ha producido un encapsulamiento, un distanciamiento entre la sociedad y nuestros representantes políticos, que han hecho de la política una profesión, un modo de vida, antes que un desempeño temporal al servicio de las mayorías sociales.
A esto habría que añadir un apuntalamiento de las estructuras de poder económico-financiero, que han vulnerado acuerdos y derechos sociales, y que mantienen un férreo control de la labor institucional como mecanismo de garantía y defensa de sus propios intereses.
Ligado a todo ello, la convivencia de ambos factores, es decir, la unión de unos políticos más preocupados por sus «cargos» que por las necesidades de la gente con unos tremendos y fortísimos lobbies de presión. El resultado ha sido el envilecimiento de una parte de la acción institucional, que se traduce en corrupción, clientelismo y nepotismo (tanto en los niveles estatales, como regionales y locales).
Ahora bien, no sería justo atribuir toda esta desafección sólo a la acción de las élites político-financieras. El modelo de democracia de baja intensidad desarrollado en España desde el final de la Transición, una cierta desmovilización de los actores sociales (hasta la década de 2000), el ciclo de crecimiento económico basado en el ladrillo… todos estos factores han generado una «cultura política», una «subjetividad» subordinada.
Sin embargo, por debajo de este proceso fueron fraguándose distintos espacios, laboratorios, iniciativas de crítica social (muchas veces locales) que, finalmente, cristalizaron y se desbordaron con la emergencia del 15M. El auténtico motor del cambio en España. Sin el 15M nada de lo que ha venido después en términos de movilización social (y génesis de nuevos actores políticos) hubiera sido posible.
En la mayoría de los planos en los que vemos a los políticos (actos, ruedas de prensa, eventos mediáticos) a menudo estos parecen gobernar solo para sí mismos. ¿Por qué no piensan en la sociedad, que es la que les ha otorgado la potestad para ejercer su poder?
Supongo que tiene que ver con múltiples y diversos factores… Una arquitectura institucional que minimiza el papel de la ciudadanía en la participación política, unos canales de rendición de cuentas muy endebles, un escaso interés por la transparencia gubernativa y el desarrollo de instrumentos de control ciudadano, unos partidos políticos cuyas lógicas internas privilegian los intereses endogámicos por encima de las necesidades colectivas, un desdibujamiento del papel de los medios de comunicación como contrapeso de las narrativas hegemónicas de esos partidos…
A todo ello habría que sumar también una cultura política heredada de los tiempos de la Transición donde las «vanguardias» y los «representantes» ocupaban todo el espectro de visibilidad política, en detrimento de la ciudadanía. Esta es una de las cuestiones que se quebró con el 15M. La gente salió a la calle a representarse a sí misma, sin mediaciones, sin dejar que los «profesionales» tomasen las decisiones por ellos. En cierta medida Ganemos trata de colocarse en ese escenario.
Pretendemos y estamos arbitrando mecanismos de participación directa en la construcción de un programa ciudadano, de elección de candidatos y candidatas lo más abierto, inclusivo y democrático posible mediante un proceso de primarias, como se puede leer aquí, intentando así anticiparnos a posibles excesos «representativistas» mediante protocolos de revocabilidad de cargos y documentos de compromiso ético que deberán firmar todos los candidatos y candidatas… en definitiva, buscamos alejarnos lo más posible en la esfera local de esa visión del político sólo interesado por su propio futuro personal.
Parece que el esquema tradicional de derechas e izquierdas cada vez tiene menos sentido. ¿Cómo pretenden ustedes contribuir a generar un nuevo clima político?
Desde Ganemos Madrid entendemos que el rescate de las instituciones «para» y «desde» la ciudadanía obliga a construir un proceso amplio, inclusivo, transversal, de encuentro de voluntades que apele a la mayoría social. Las políticas de recorte y «austericido» municipales están afectando a amplias capas de la población con independencia de su adscripción ideológica.
No se trataría, entendemos, de colocar primero las dimensiones identitarias políticas (aunque son importantes) de cada quién, sino generar una herramienta que verdaderamente apueste por incluir a la gente en la toma de decisiones.
Por esa razón Ganemos Madrid pretende contribuir a un nuevo clima político municipal articulando un espacio amplio de confluencia donde tenga cabida el rico ecosistema sociopolítico de Madrid, ya sea de ciudadanos y ciudadanas no organizados, así como de colectivos sociales y partidos políticos críticos con este modelo de construcción de ciudad cuya principal seña de identidad se ha caracterizado por poner al servicio de una «minoría» los recursos de la mayoría.
¿Por qué el sentido común de los partidos mayoritarios que llevan gobernando España los últimos años ya no responde al sentido común de los ciudadanos?
El sentido común es una construcción social, un proceso complejo de producción de subjetividades donde entran en juego diferentes factores. En mi opinión lo que ha ocurrido es que tras el 15M en amplias capas de la sociedad es que se ha generado un nuevo modo de ver e imaginar las cosas, una suerte de «economía moral», de nuevo «sentido común» que ya no acepta como dado todo aquello que durante mucho tiempo se quiso imponer como «lo razonable».
Para muchas personas ya no es razonable que la democracia sea un asunto de delegación cada cuatro años. Ya no es razonable que las políticas que afectan nuestra vida cotidiana se tomen en espacios no elegidos democráticamente. Ya no es razonable que se rescaten bancos y se desahucie a familias. Ya no es razonable que la política, con mayúsculas, sea una cosa de expertos. Es por ello, creo, que los partidos políticos hegemónicos, acostumbrados a hacer y deshacer sin la participación de la gente, se hayan visto de repente desnudos, desubicados, inquietos.
Muchas personas han decidido tomar las riendas de sus vidas y han dejado de aceptar, pasivamente, el orden de realidad que desde las instituciones y los medios de comunicación de masas se les ha tratado de inocular. Esto es algo muy importante. El 15M supuso una auténtica revolución mental.
En su opinión, ¿Por qué los partidos políticos tradicionales tienen miedo a iniciativas como la de Podemos, o en este caso, a Ganemos?
Supongo que porque temen que estos nuevos actores entren en las instituciones, desplieguen políticas diferentes, apuesten por modelos de democracia más participativa y, sobre todo, impulsen la puesta en marcha de mecanismos de transparencia, control ciudadano, fiscalización y recorte de los privilegios de las élites.
A esto habría que sumarle el hecho, evidente, de pérdida de poder, lo cual es central en sus arquitecturas internas. Los partidos políticos hegemónicos se han construido como maquinarias electorales cuyo objetivo es la conquista, mantenimiento y reproducción del poder, mientras que estas nuevas iniciativas apelan más a la construcción de herramientas ciudadanas.
En estos momentos hay problemas clave en España, como el aumento de lo que ya se denomina ‘la pobreza del cuarto mundo’, el envejecimiento de la población o el exilio de multitud de trabajadores, jóvenes e investigadores. ¿Cuentan ya en su programa con medidas concretas a problemas que a largo plazo serían un auténtico lastre para el país?
En Ganemos Madrid el programa electoral no se entiende como un recetario de medidas más o menos felices elaboradas por expertos, sino como el resultado de un proceso de construcción ciudadano. En este sentido, hemos previsto el desarrollo de un proceso colaborativo que estaría definido en tres grandes apartados.
Desde hace meses y hasta diciembre (fecha de nuestra próximas asamblea) el Grupo de Trabajo de Programa y Contenidos está desplegando un intenso trabajo de elaboración de un primer borrador de programa donde hemos recogido propuestas de diferentes personas y colectivos articuladas por cuatro ejes de debate: Derechos sociales, Economía y deuda, Ciudad y ecología urbana y Democracia local. Las reuniones de este grupo son abiertas y han participado hasta la fecha en su elaboración más de 100 personas. Una vez tengamos aprobado este primer borrador iremos a un momento de validación ciudadana mediante un proceso que se abrirá a partir de enero y que tratará de llegar al mayor número posible de personas.
La idea es que la gente que lo desee, a través de herramientas digitales o presencialmente, pueda matizar, elegir, priorizar, añadir, eliminar todas aquellas propuestas de gestión municipal que considere oportunas. Desde Ganemos trataremos de ordenar este trabajo, de articularlo bien, de tal modo que constituya el discurso principal para el lanzamiento de unas primarias que configuren la lista de candidatos y candidatas al Ayuntamiento de Madrid.
¿Qué argumentos daría a los madrileños para que votasen el programa de Ganemos Madrid?
Se me ocurren dos razones. La primera porque Ganemos Madrid nace con la voluntad de recuperar las instituciones para y desde la ciudadanía, y eso sólo se puede hacer con la implicación de todos y todas. La búsqueda de soluciones, de una salida responsable a la crisis en nuestros espacios locales, pasa por reforzar el protagonismo ciudadano.
La segunda, porque si dejamos que sigan en el gobierno de nuestra ciudad las mismas personas que hasta el momento nos han llevado a esta situación, y que están claramente alineadas con las élites económico-inmobiliario-financieras y con la corrupción, nuestra situación empeorará. Es una cuestión de responsabilidad y dignidad.
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