Algunos analistas están haciendo una lectura de la crisis global que estamos viviendo como la confirmación de la obsolescencia de la economía tradicional analógica. La economía digital es el tiempo de las redes, los medios sociales y los territorios interactivos, los llamados entornos (perdón por la palabra) DOSPUNTERIZADOS.
El astronauta japonés Soichi Noguchi fue de los primeros en twitear desde el espacio. Cuando la Estación Espacial Internacional estaba atravesando una aurora boreal a 28.000 kilómetros por hora mandó a través de esta red social una foto que en pocos minutos se extendió por la globalidad. Él y su compatriota Naoko Yamazaki se están haciendo famosos como estrellas mediáticas y tienen cientos de miles de seguidores en Twiter.
Los 140 caracteres que admiten los microblogs de esta red social son un fenómeno informativo formidable, no ya por su rapidísimo crecimiento y extensión, sino por sus significados. (Se calcula –no facilita datos la empresa– que Twiter tiene unas 16 millones de cuentas y en España se puede aproximar al millón).
Obama utilizó Twiter en su campaña electoral y el 67% de la recaudación de los fondos que le llevarían a presidir el país más poderoso del mundo fue obtenida online. Ya hay un sistema operativo en el mercado, llamado BotaniCalls, que permite a las plantas comunicarse con su dueño para avisarle de sus necesidades en agua o nutrición, a través de teléfono móvil… o Twiter!
Facebook, el tercer país más poblado del mundo
Pero el rey se llama Facebook o cómo socializar online mi vida privada. Si Facebook fuera un país, sería el tercero más poblado del mundo, con más de 400 millones de usuarios. En España recientemente ha superado los 10 millones.
Recordemos que en nuestro país leen prensa escrita actualmente 93 personas por cada 1.000 habitantes, nítido nivel de subdesarrollo, tras una década de caída, pero hay cerca de 7 millones de lectores de los diarios digitales editados en España. El caso de “El Mundo” es especialmente significativo: OJD le da una difusión de 175.000 ejemplares en abril pasado, 34.000 ejemplares menos que un año antes, pero tiene 1,4 millones de lectores digitales.
Lo que está pasando es abrumador, terrorífico para los que nos dedicamos al periodismo. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha señalado hace días, con motivo del Día Internacional de la Libertad de Prensa, que 3.351 periodistas han perdido su trabajo en España desde noviembre de 2008. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que el líder absoluto de la prensa en España, el diario “El País”, ha reducido el 16,5% su difusión en un año y, lo que es peor, el 36,3% de su facturación publicitaria.
Quiebra de la prensa tradicional
La prensa tradicional en España está en quiebra y, frente a esto, los empresarios de medios y los editores hacen EREs, recortan gastos enloquecidos, reduciendo consecuentemente la calidad de su oferta. En lugar de podar el 60% de los gastos para ver cómo se reducen el 80% los ingresos, acuciados por un futuro apocalíptico que ellos mismos azuzan, deberían ponerse a la cabeza del fenómeno, contribuyendo a crear el futuro.
La edición impresa del prestigiosísimo “Washington Post” le costó a su matriz el año pasado 164 millones de dólares de pérdidas operativas. En este momento, el ritmo de destrucción de empleo de periodistas en EE. UU. es de 1.000 al mes. Han cerrado 140 periódicos y, según un estudio hecho en Baltimore, el 86% de las noticias publicadas proceden de notas de prensa.
Sí, Internet está atiborrada de información… farragosa, falsa, repetitiva. Es la famosa “mermelada informativa” que denunciaba Umberto Eco. “Nuestra mente es como un barco a la deriva perdido en un océano de información”, dice el célebre prospectivista John Naisbitt. ¿Quién gana? Los más radicales, el chismorreo y el amarillismo, los lobbystas, el carrusel de la injuria y el insulto.
Presentación en Madrid de la guía Lo Mejor del Mundo
El 27 de mayo se presentó en Madrid, en el Club Financiero Génova, la guía en Internet Lo Mejor del Mundo. Un grupo de periodistas veteranos, varios de ellos provenientes de la información económica, han trabajado en la elaboración de este portal. La guía, editada inicialmente en español y en inglés, contiene actualmente más de 2.100 artículos, más de 1.000 fotos de calidad y se referencian unas 800 marcas, establecimientos, empresas de servicios y otras. Se estructura en 10 grandes apartados, desde viajes hasta vinos y gastronomía, pasando por salud y bienestar, moda, finanzas, electrónica, educación, coches, barcos y aviones, etc. Sus contenidos se actualizarán diariamente.
Maoísmo digital
Las informaciones serias tienen poco éxito. El centro Simón Wisenthal denuncia un incremento del 25% en el número de grupos “problemáticos” en Internet en el último año. Y gana el plagio, la idea de la agregación, del cortar y pegar, parece el espíritu de la época. Artífices de la Red, como el científico informático Jaron Lanier, advierte del pensamiento de colmena que crece en Internet y lo que llama “el maoísmo digital”. Se nos anima a entregar los frutos del trabajo y el intelecto al espíritu de la colmena.
El crítico inglés James Wood dice con sorna que Internet es como una fiesta a la que uno llega cuando todo el mundo está ya muy borracho. La crítica se está debilitando en los países avanzados. Se está deslegitimando el principio de autoridad, especialmente el de autoridad intelectual. Asoma un nuevo totalitarismo intelectual. ¿No vamos a hacer nada?
Creo que los periodistas estamos obligados a dejar de ser parte del problema y empezar a ser parte de la solución. Siquiera sea modestamente, no podemos permanecer como víctimas, tenemos que alzar nuestra voz y nuestra experiencia.
Innovar y arriesgar
Lo primero que hay que hacer para salir del pozo es dejar de cavar, dice un proverbio chino. Necesitamos la figura del periodista emprendedor, profesionales que innoven y arriesguen, ahora que en la sociedad digital no se precisan inversiones masivas para alcanzar audiencias significativas.
Un solvente informe de PriceWaterhuoseCoopers indica que el 97% de sus encuestados se declaran dispuestos a pagar por información económica de calidad. Las redes sociales son todavía un juego, las redes sociales más significativas del siglo XXI serán las de las personas bien informadas. El club de la información de calidad.
El manifiesto sobre los nuevos medios que redactó el Harvard Business Publishing destaca la necesidad de reinventar las noticias enfocadas en nichos robustos, necesitados de conocimientos, no de información desechable. Los nuevos medios deben dejar de ofrecer noticias corrientes y deben apuntar a lo significativo, al conocimiento. No es la cantidad de información lo que importa, sino cómo la procesamos. Hay que seleccionarla y verificarla para descubrir los componentes que integrarán las visiones del futuro.
Los diarios crean demasiada información desechable, dicen en Harvard. Los medios están tan preocupados de la circulación que han olvidado darle valor a los contenidos. Lo primero es el contenido y luego ponerlo en una plataforma o en todas ellas.
Presente y futuro
El futuro está incrustado en el presente, dice Naisbitt. El tiempo ni vuelve ni tropieza, dijo nuestro Quevedo. Pero puestos a citar, no puedo olvidar a Woody Allen: “He visto el futuro y se parece mucho al presente, sólo que dura más”.
Sólo voy a hacer una cita más. Hay un brillante “Manifiesto de Internet: cómo funciona el periodismo hoy”, circulando por la Red. Fue redactado originariamente en alemán por periodistas y blogeros conocidos de esa nacionalidad. Ha hecho fortuna y está difundido en varios idiomas. Voy a citar solamente algunas frases:
-La publicación y diseminación de los contenidos de medios han dejado de estar atados a grandes inversiones.
-La Red desacredita los productos homogéneos en masa.
-Se puede hacer dinero en Internet con contenidos periodísticos, existen muchos ejemplos de eso actualmente. Los modelos de negocio tienen que estar adaptados a la estructura de la red.
-Gracias a Internet, los individuos pueden ahora informarse mejor que nunca.
-Los enlaces son conexiones. Aquellos que no los usan se excluyen a sí mismos del discurso social.
-Aquellos que quieren sobrevivir en este nuevo mundo de información necesitan un idealismo rejuvenecido, con nuevas ideas periodísticas y un sentido de placer y disfrute al explotar este nuevo potencial.
Éste es el contexto en el que nace la guía Lo Mejor del Mundo. Con un poco, tal vez, de ese idealismo rejuvenecido.
Miguel Ormaetxea es el editor de la guía Lo Mejor del Mundo. Texto del discurso pronunciado en la presentación de esta iniciativa de Internet, desarrollada el 27 de mayo en Madrid.
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