El mundo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) ha sido poco abordado por los análisis de igualdad de sexos, y un grupo de científicos de la Universidad Complutense de Madrid ha intentado llenar ese vacío diseñando un medidor específico para lo que se denomina «brecha digital de género».
La herramienta se llama Sistema de Indicadores de Género y TIC (SIGTIC), y mide tanto la situación relativa de un sexo respecto al otro dentro de un mismo país (lo que se ha definido como “e-igualdad” ), como la situación absoluta de cada sexo por separado, en el contexto europeo (la “e-inclusión”).
Así, aunque Suecia y Rumanía tienen una e-igualdad parecida entre sexos, el uso que hacen las rumanas (y los rumanos) de las nuevas tecnologías es mucho menor que el de suecas y suecos.
La investigación se ha publicado en el International Journal of Society Systems Science, aunque ya habían sido publicados diversos estudios en la misma línea en ocasiones anteriores.
Los investigadores Juan Martín Fernández y José Luis Martínez Cantos han analizado factores como la intensidad y el uso del ordenador, el uso de Internet, el correo electrónico, búsquedas de temas de salud o empleo, así como la utilización para el ocio (prensa, viajes) y compras por Internet.
Los datos correspondientes a España en 2008 reflejan una cierta igualdad en los usos generales, pero los hombres aventajan en intensidad de utilización, tanto del ordenador como de Internet, y sobre todo en los usos lúdicos y económicos. Las mujeres, por su parte, dominan los usos de contenido más social, como son los relacionados con el empleo, la salud y la formación.
El vigésimo de 31
La e-igualdad global en España es de 0,865 sobre un total de 1, resultado que le coloca en el vigésimo puesto de los 31 países estudiados. El país que mejor resultado obtiene es Islandia, con 0,931, seguido de Hungría, Letonia, Francia, Eslovenia y Finlandia. La media de los 31 es de 0,875, algo por encima de la nota española.
Por encima de España están también los países escandinavos, Polonia, Holanda y Reino Unido, mientras que Irlanda y Portugal obtienen casi el mismo resultado. Alemania e Italia quedan por debajo, y el último lugar de este ránking lo ocupa Grecia.
En cuanto al grado de e-inclusión (uso de las tecnologías) de cada género, la media europea se sitúa en 0,5 (arbitrario) y España queda algo por debajo en ambos sexos, logrando el 19º puesto en la lista femenina y el 16º en la masculina.
Los países escandinavos obtienen los mejores resultados para las mujeres, que aún así son menores que los masculinos. Francia, Reino Unido y Alemania están por encima de la media en ambos casos, mientras que Grecia, Irlanda e Italia quedan por debajo de España.
Brecha digital
Los autores concluyen que, en el caso de España, las mediciones “han permitido volver a poner de manifiesto la presencia de la segunda brecha digital de género, determinada por el nivel de e-inclusión” (la primera brecha es la que se refiere al acceso a las TIC). La desventaja femenina en la intensidad de uso TIC, añaden, “es clara a este respecto”.
Además, se ha comprobado la importante segmentación de determinados tipos de usos de internet en función del género: lúdicos y económicos, masculinizados; de bienestar social, feminizados.
La conclusión práctica más significativa es que España “todavía se encuentra considerablemente alejada de los primeros puestos europeos de los rankings de e-inclusión y de e-igualdad”, en manos sobre todo de los países escandinavos, “que se constituyen, por tanto, como referencias ineludibles de benchmarking para las actuaciones políticas y sociales que aspiren a fomentar la igualdad entre mujeres y hombres en la Sociedad de la Información».
Hacer un comentario