Hasta el momento hay muy pocos datos sobre diversidad de género en los equipos de I+D y su impacto en las innovaciones de las organizaciones. Sin embargo, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) indica que el equilibrio entre hombres y mujeres en un contexto tecnológico es un elemento clave para aumentar la competitividad y favorecer la innovación más rompedora.
El trabajo, publicado en la revista Innovation-Management Policy & Practice, destaca que la diversidad de género dentro de los equipos de I+D favorece dinámicas que conducen a una innovación radical, aquella que provoca cambios en el paradigma debido a la introducción de nuevas prestaciones y que conlleva la aparición de mercados totalmente nuevos.
Con este estudio, los investigadores de la UCLM han querido cubrir una laguna en la investigación previa, relacionando los resultados de innovación con la diversidad de género de los equipos de I+D.
Para llevar a cabo el trabajo, el equipo utilizó la información sobre las actividades innovadoras de empresas del Panel de Innovación Tecnológica, del Ministerio de Economía y Competitivdad, con una muestra de 4.277 compañías, 83% del sector industrial y 17% de servicios.
Al analizar los datos, encontraron una relación positiva entre la diversidad de género y la innovación radical. Según la muestra, la probabilidad de desarrollo más novedoso se incrementa significativamente cuando en el equipo de I+D se aumenta la diversidad de género. También indica que contratar I+D externa y que la empresa opere en una industria de alta tecnología contribuye a este tipo de innovación.
Diferentes perspectivas
“En este contexto, la diversidad de género fomenta soluciones novedosas que conducen a innovación radical tanto en las compañías como para el mercado», opina Cristina Díaz García, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Albacete, e investigadora principal del artículo, en Sinc. «La diversidad de género puede aportar diferentes perspectivas y conocimientos cuya combinación ofrece una gama más amplia de ideas y, por consiguiente, una mayor creatividad, facilitando los procesos de toma de decisiones”.
Díaz señala que las implicaciones del estudio son múltiples: “En el entorno empresarial, los resultados apuntan la necesidad de reconocer y valorar la diversidad de género, que, a su vez, podría mejorar la capacidad de una organización para atraer y retener al personal clave”.
En su opinión, “la diversidad de género no solo tiene implicaciones en los ámbitos de equidad y de igualdad sino que aporta mayor eficacia al trabajo en equipo”.
El estudio recomienda a los gestores que tengan en cuenta el potencial de formar equipos con un mayor equilibrio entre hombres y mujeres en sectores tecnológicos si se persigue una innovación radical, pues “la innovación es un elemento clave en un contexto de competencia global creciente”, concluye Díaz.
Referencia bibliográfica:
Cristina Díaz García, Ángela González Moreno, Francisco José Sáez Martínez. Gender diversity within R&D teams: Its impact on radicalness of innovation. Innovation-Management Policy & Practic (2013). DOI: 10.5172/impp.2013.15.2.149; SSCI (2012): 0.529.
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