En Estados Unidos se ha iniciado una experiencia educativa que puede revolucionar la enseñanza infantil. El Estado de Wisconsin dispone de cinco instituciones que ofrecen enseñanza a distancia a estudiantes de primaria, es decir, a niños de entre seis y ocho años.
Según se explica en JS on line, los niños se inscriben en el sistema regular de enseñanza, pero las clases las reciben a través de Internet en su casa, bajo la supervisión de sus padres. Es el nuevo rostro de la educación pública norteamericana.
Todo el material educativo es proporcionado por las instituciones educativas on line, que están asociadas a los centros escolares encargados de asegurar la enseñanza primaria en cada distrito.
Los niños que estudian en casa con este sistema de enseñanza virtual deben superar sus exámenes como todos los niños, pero sólo realizan un examen a final de curso.
Hasta el 5% de la población estudiantil
Esta medida los diferencia de los niños que estudian también en casa por otros motivos bajo la orientación de sus padres, cuyos controles de estudios son más rigurosos.
Se estima que el mercado potencial de niños estudiando en casa a través de Internet puede representar el 5% de la población estudiantil, por lo que esta innovación académica no constituirá ninguna alternativa al sistema tradicional, sino más bien un complemento.
Una posible evolución de este mercado es incluso la fórmula mixta de seguir las clases desde casa unos días por semana, y acudir a la escuela otros días para combinar la enseñanza virtual con la presencial en un nuevo modelo que puede potenciar los resultados escolares.
La iniciativa no ha sido bien acogida por el Consejo de la Asociación Educativa de Wisconsin, que considera que esta modalidad de enseñanza no debe ser financiada por el Estado.
Discriminación económica
En la actualidad, el Gobierno apoya con 5.000 dólares al año por alumno de primaria, lo que deriva en fondos para educación, material escolar, mantenimiento de escuelas y financiación del profesorado.
Sin embargo, el costo de la enseñanza de un alumno de primaria que estudie en casa a través de Internet es de 1.700 dólares, por lo que las empresas que reciben fondos públicos para enseñar a los niños se embolsan 3.300 dólares por niño y año, lo que constituye una fuente de ingresos que irrita al Consejo Educativo de Wisconsin, partidario de otra forma de financiación para las instituciones virtuales que no perjudique a la enseñanza tradicional.
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