Investigadores de la Universidad de Glasgow han desarrollado un nuevo método que podría revolucionar la búsqueda de vida extraterrestre: se destaca porque identifica expresiones moleculares complejas, las cuales solamente pueden provenir de alguna forma de vida y no de fuentes abióticas.
De esta forma, elimina los «falsos positivos» que han ralentizado notablemente los esfuerzos por descubrir vida más allá de nuestro planeta. En vez de centrarse en determinar qué firmas químicas son exclusivas de la vida para poder llegar a una conclusión sobre las muestras, busca la complejidad molecular: esta característica es única de los organismos vivos.
De acuerdo a una nota de prensa, el sistema funciona con muestras de todo el planeta y con muestras extraterrestres. Ha demostrado que la vida en la Tierra solo puede producir moléculas con un alto número de ensamblaje. La vida, en consecuencia, requiere indefectiblemente de moléculas complejas.
Las moléculas y la vida
Las moléculas son un grupo eléctricamente neutro y estable de al menos dos átomos, que presentan una configuración definida y se unen a través de enlaces químicos consistentes. Una molécula puede incluir varios átomos de un único elemento químico, como por ejemplo en el oxígeno, o de diferentes elementos, como sucede con el agua.
Como componentes de la materia, las moléculas pueden encontrarse en las sustancias orgánicas, pero también conforman la mayor parte de los océanos y de la atmósfera. Al mismo tiempo, un gran número de sustancias sólidas conocidas, como por ejemplo los minerales que pueden encontrarse en la corteza, el manto y el núcleo de la Tierra, presentan también una gran cantidad de enlaces químicos pero no están conformados por moléculas.
Las moléculas complejas definen la vida
Uno de los grandes avances que parece lograr este nuevo sistema es evadir el gran dilema de determinar si una biofirma o marca biológica hallada pertenece exclusivamente a organismos vivos o, por el contrario, también podría provenir de fuentes abióticas. En este último caso, no sería posible considerarla como prueba de una nueva forma de vida detectada.
¿Cómo se puede superar este problema? Según los responsables del nuevo estudio, publicado en la revista Nature Communications, el mecanismo emplea la tecnología denominada espectrometría de masas para dividir una molécula en bits y posteriormente definir el número de partes únicas que la componen.
Básicamente, la espectrometría de masas es una técnica de análisis que permite definir la distribución de las moléculas de una sustancia de acuerdo a su masa. Los científicos concluyeron que, mientras más piezas únicas puedan identificarse en una molécula, mayores serán las posibilidades de confirmar su pertenencia a un organismo vivo.
En un concepto denominado medición del ensamblaje molecular, los especialistas se concentran en determinar la complejidad química de una muestra: saben que la vida en la Tierra solo puede producir moléculas con un alto número de uniones o enlaces o, en otras palabras, moléculas caracterizadas por su complejidad.
¿El sistema perfecto para confirmar la vida?
De esta manera, se dispondría de un método más eficiente para analizar muestras extraterrestres y poder concluir si coinciden con alguna forma de vida similar a las que se conocen en la Tierra. Incluso, el sistema sería eficaz para revelar nuevas formas de vida artificial que puedan haberse creado, de manera deliberada o azarosa, en el marco del trabajo científico.
¿Será el ensamblaje molecular la técnica que finalmente nos llevará a definir la existencia de vida fuera de nuestro planeta? ¿O tendrá la limitación de centrarse solamente en formas de vida conocidas en la Tierra, dejando de lado otras que aún no llegamos a comprender?
Referencia
Identifying molecules as biosignatures with assembly theory and mass spectrometry. Marshall, S.M., Mathis, C., Carrick, E. et al. Nature Communications (2021).DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-021-23258-x
Foto: Raphaël Biscaldi en Unsplash.
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