El concepto de Tecnologías de Información y Comunicación, TIC, es ya bien conocido por todos y es, incluso, desde que el mundo se percató de su gran peso económico, un sector particular que produce cada vez más beneficios monetarios a los gobiernos. Pero ni ese peso numérico es lo más importante de estas tecnologías ni su valor dentro del PIB de un país puede medir el impacto que tienen en su sociedad y en el futuro crecimiento de diversos aspectos, incluido el económico.
Según una comunicación que la Comisión Europea dirige al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, “Las TIC brindan infraestructuras e instrumentos esenciales para la creación, el intercambio y la difusión del conocimiento, impulsan la capacidad innovadora de todos los sectores y contribuyen en más de 40% al crecimiento total de la productividad.”
Siendo conscientes de esta importancia, es interesante remitirse a la estrategia creada hace algún tiempo por la Comisión Europea, i2010: la sociedad de la información y los medios de comunicación al servicio del crecimiento y el empleo, que pretende llevar a cabo distintos proyectos y acciones, y reflexionar sobre el papel que cumplen, y que deberían cumplir, las TIC en el futuro económico y social de la UE.
El sitio web de la Comisión publica, además, un artículo en el que manifiestan la inquietud que existe acerca del camino que aún falta por recorrer para que la Unión Europea domine el cada vez más complejo desarrollo y uso de las TIC, con el fin de promover la innovación y generar crecimiento económico, de manera que sea posible “…fundar su modelo social, y proteger su medio ambiente y su calidad de vida”, así como enfrentar los retos de una sociedad envejecida.
Las TIC, fundamento de la creación de valor y desarrollo económico
Las TIC brindan infraestructuras e instrumentos esenciales para la creación, el intercambio y la difusión del conocimiento, impulsan la capacidad innovadora de todos los sectores y contribuyen en más del 40% al crecimiento total de la productividad.
El mercado mundial de las TIC alcanzó un valor de dos billones de euros y está creciendo a un ritmo del 4% anual. Europa representa el 34% de esa cifra; sin embargo, el valor añadido de su propio sector de TIC se limita al 23% del total3. El sector supone el 4,5% del PIB europeo, e incluso más, si se tiene en cuenta el valor añadido de las TIC en otros ámbitos económicos.
Las TIC constituyen también un elemento esencial para abordar los desafíos de las sociedades
europeas. En efecto, las TIC aportan respuestas únicas, por ejemplo, a las crecientes necesidades relacionadas con el envejecimiento de la población y la asistencia sanitaria sostenible, brindan más seguridad y protección de la intimidad, y ofrecen una economía menos generadora de carbono y sistemas de transporte inteligentes.
La importancia de las tecnologías de la información y la comunicación se refleja en los presupuestos mundiales dedicados a la I+D, en los que las TIC representan normalmente más del 30%4. Este dato pone también de manifiesto que todavía nos encontramos en las primeras fases de la revolución de estas tecnologías.
Para competir hoy en el escenario mundial, Europa necesita reforzar continuamente su base de conocimientos en el área de las TIC, modelar la evolución de éstas y hacer el mejor y más rápido uso posible de la innovación.
Las TIC proporcionan instrumentos vitales para salir de la actual ralentización económica, construir economías sólidas, aportar la eficiencia que necesita nuestro sector público y recortar los crecientes costes relacionados con aspectos como la energía, el medio ambiente o el envejecimiento de la población.
Para reforzar sus ventajas y aprovechar las nuevas oportunidades en el ámbito de las TIC, Europa necesita apostar más fuerte.
(Extracto de la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de Las regiones).
Inversión necesaria
El comunicado de la Comisión explica que “El mercado mundial de las TIC alcanzó un valor de dos billones de euros y está creciendo a un ritmo de 4% anual. Europa representa 34% de esa cifra; sin embargo, el valor añadido de su propio sector de TIC se limita a 23% del total. El sector supone 4,5% del PIB europeo, e incluso más, si se tiene en cuenta el valor añadido de las TIC en otros ámbitos económicos.”
La Comisión es enfática en su preocupación por la menor inversión que realiza la EU en investigación y desarrollo de las TIC frente a sus competidores, y además por la contradicción que significa que en un mundo globalizado como el de hoy, en el que se comparte y se complementa la información producida en distintos lugares del mundo, haya 25 países que tienen sus propios programas de investigación entre los que se encuentran una gran cantidad de duplicaciones.
Según el artículo, “es inasequible para cualquier país u organización de la UE pretender construir todo el know-how y las habilidades para dominar unas tecnologías que son cada vez más complejas” y por eso es tan preocupante y contradictoria la duplicación.
Por ese motivo, la estrategia i2010 cuenta con un pilar llamado inversión e innovación en la investigación que “se enfoca en los programas propios de investigación y desarrollo de la UE y en la estimulación de la cooperación del sector privado para promover la innovación y el liderazgo tecnológico”.
Importancia transversal de las TIC
Para poder comprender la importancia de las cuatro ramas de la estrategia de la UE es preciso conocer y tener presentes los ámbitos en los que las TIC cumplen un papel fundamental de crecimiento y desarrollo. El artículo menciona cuatro de ellos:
• Mejorar la competitividad en la economía ante la globalización, estimulando la innovación, la creatividad y la eficiencia.
• Desarrollo científico y tecnológico en áreas tan diversas como la medicina y la física.
• Modernizar sectores tan diversos como la educación, la seguridad, la energía y el transporte, y hacer más efectivo el gran sector público europeo.
• Abordar los retos sociales y mejorar la calidad de vida, al mismo tiempo que se enfrenta el reto de una sociedad envejecida.
La estrategia y todos los ejemplos anteriores no son más que un esfuerzo para hacer comprender la globalidad de la importancia que tienen las TIC como agentes de desarrollo en la mayoría de los aspectos de la vida de la sociedad, y, por lo tanto, lo esencial que es la inversión inteligente, organizada y visionaria en este sector.
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