Un estudio publicado en la revista British Medical Journal revela que los deportistas que practican disciplinas de gran intensidad física no ven mejorada su supervivencia frente a aquellos que se dedican a deportes más suaves. En la misma publicación, otro trabajo muestra que los medallistas olímpicos viven una media de 2,8 años más que el resto de la población.
La investigadora que ha liderado el primer estudio, Frouke Engelaer, señala a SINC que la gente suele pensar que “en el deporte, cuanto más, mejor, y hemos demostrado que entre atletas de élite, eso no es así”. La autora añade que “no es necesario hacer el esfuerzo de practicar remo, ya que jugar al golf puede ser igual de bueno para una mejor supervivencia”.
Para desarrollar este estudio, los investigadores trabajaron con los datos de casi 10.000 atletas de distintas modalidades de los que conocían la edad de fallecimiento, y que habían participado al menos en unos juegos olímpicos entre 1896 y 1936.
Los autores observaron que los deportistas con alta o moderada intensidad cardiovascular –como ciclistas, remeros, gimnastas y tenistas– tenían tasas de mortalidad similares a los atletas que se dedicaban a disciplinas menos exigentes, como el cricket.
Los deportes de contacto, más peligrosos
Sin embargo, sí observaron un incremento del 11% en el riesgo de mortalidad entre deportistas dedicados a disciplinas con mucho contacto físico y riesgo de colisión, como el boxeo o el rugby, comparado con otros atletas.
La otra investigación, desarrollada por científicos australianos, compara la esperanza de vida de más de 15.000 atletas que ganaron medallas olímpicas entre 1896 y 2012 con grupos de la población general, emparejados por país, sexo y edad. Los medallistas olímpicos viven una media de 2,8 años más que el resto de la población.
Los investigadores señalan que, aunque su trabajo no está diseñado para explicar el porqué de este hecho, “algunas posibles explicaciones podrían ser los factores genéticos, la actividad física, el estilo de vida saludable y la riqueza y el estatus que da la gloria deportiva”.
Engelaer concluye que es importante “reducir el tiempo que se está inactivo, pero teniendo en mente que un ejercicio no tiene por qué ser muy intenso para que se traduzca en un beneficio en la supervivencia”.
Referencias bibliográficas:
Philip M Clarke, Simon J Walter, Andrew Hayen, William J Mallon, Jeroen Heijmans, David M Studdert. Survival of the fittest: retrospective cohort study of the longevity of Olympic medallists in the modern era. BMJ (2012). DOI: 10.1136/bmj.e8308
R. Zwiers, F.W.A. Zantvoord, F.M Engelaer, D. van Bodegom, F.J.G van der Ouderaa, R.G.J. Westendorp. Mortality in former Olympic athletes: retrospective cohort analysis. BMJ (2012) DOI: 10.1136/bmj.e7456.
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