Los niños y adolescentes con poca fuerza muscular tienen hasta un 30% más de riesgo de suicidarse antes de los 55 años, y un 65 por ciento más de posibilidades de padecer en el futuro enfermedades psiquiátricas como depresión o esquizofrenia.
Además, tener una baja fuerza muscular durante la infancia y la adolescencia es un claro predictor de mortalidad prematura (esto es, antes de los 55 años) por causas cardiovasculares, tan potente como lo son la obesidad o la hipertensión.
Así lo demuestra un estudio publicado recientemente en el British Medical Journal, una de las mejores revistas médicas del mundo, por investigadores de la Universidad de Granada, el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y la Universidad de Helsinki (Finlandia).
Para llevar a cabo esta investigación, sus autores trabajaron con una amplísima muestra, formada por más de un millón (1.142.599) de adolescentes varones suecos de entre 16 y 19 años, que fueron seguidos durante un período medio de 24 años.
Estudios previos habían demostrado que el nivel de forma física en la infancia o adolescencia es un marcador del estado de salud a esas edades y se relaciona con factores de riesgo de enfermedad a edades adultas. Sin embargo, hasta la fecha ningún estudio había determinado si la forma física en la adolescencia, concretamente la fuerza muscular, puede predecir la mortalidad prematura.
La fuerza, un indicador del estado de salud
Como explica en la nota de prensa oficial el primer autor de este trabajo, Francisco B. Ortega, investigador de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada, y el Instituto Karolinska, la fuerza muscular se puede evaluar mediante sencillas pruebas, como la fuerza de prensión manual (dinamometría manual) o un test de extensión de piernas (alternativamente, salto de pies juntos).
Este trabajo tiene una gran aplicabilidad, “puesto que presenta tablas de referencia que pueden ser empleadas en centros escolares, deportivos o clínicos para identificar a aquellas personas con niveles de fuerza patológicamente bajos”, destaca Ortega.
Una vez identificadas, estas personas “deberían ser motivadas a participar en programas de ejercicio físico que mejoren su forma física y concretamente su fuerza muscular” para evitar problemas en el futuro.
Referencia bibliográfica:
Ortega FB, Silventoinen K, Tynelius P, Rasmussen F. Muscular strength in male adolescents and premature death: cohort study of one million participants. British Medical Journal. 2012.
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