Ávila, España. Yeray Martínez Montesdeoca (Enviado Especial)
Durante 5 días unos 1.000 representantes de los diferentes ámbitos han participado en el 5º Congreso Forestal Español, que ha estado cargado de comunicaciones en temas como conservación, cambio climático, bioenergía, selvicultura, paisaje, nuevas tecnologías, socioeconomía rural e incendios forestales.
Se ha constatado el desarrollo del sector en los últimos años: creciente inversión de las administraciones, la incorporación de numerosos profesionales a la gestión de los recursos forestales, el desarrollo de la profesionalización y el incremento de la investigación aplicada, entre otros.
Este desarrollo ha sido derivado, en parte, por el giro que se ha dado a la actividad forestal, que ha pasado de pertenecer al sector primario a convertirse también en un sector de servicios fuera de mercado: biodiversidad, conservación, paisaje o fijación de CO2.
Sin embargo, llegar a la sociedad, transmitir adecuadamente el valor de los bosques, la capacidad de la gestión forestal sostenible de compatibilizar conservación con producción o la necesidad de inversión en estos ecosistemas para que sigan produciendo los numerosos beneficios que nos aportan, sigue siendo la asignatura pendiente.
Calculando la renta oculta de los montes
Uno de las iniciativas más ambiciosas presentados en el 5ºCFN ha sido el proyecto RECAMAN, mediante el cual se pretende calcular la renta de los montes andaluces considerando también los beneficios públicos. El proyecto prevé una inversión de más de 6 millones de euros y la participación de numerosos grupos de investigación.
Esta valoración puede contribuir a corregir uno de los problemas de base de la gestión forestal: que no se paguen los beneficios ambientales generados (biodiversidad, conservación de suelos, agua, etcétera) y con ello se dificulte en muchos casos la conservación de los propios recursos.
Cálculos realizados para las selvas tropicales estiman en 1.400 euros anuales por hectárea el valor de los beneficios que estos bosques aportan a la sociedad mundial. Sin embargo, nadie paga por la producción de estos recursos y por supuesto el nivel de vida en estas zonas dista de reflejar la riqueza que aportan a la humanidad.
Esta disociación entre las rentas producidas por los bosques y el pago por las mismas acaba repercutiendo en la conservación y mantenimiento de estos beneficios. Las estadísticas demuestran como aquellos montes que generan rentas económicas a sus propietarios apenas se ven afectados por los incendios forestales. Este no es un hecho que sucede únicamente en España, también pudo observarse un caso ilustrativo en la selva Boliviana en la conferencia magistral de Ronnie de Camino Velozo, Presidente de la Red Iberoamericana de Bosques Modelo.
Gestión forestal certificada: una necesidad ineludible
Las asociaciones de empresarios del sector leyeron un Manifiesto de Compromiso Ambiental con la Gestión forestal, solicitando a las administraciones públicas el impulso para lograr una mayor superficie forestal certificada.
Estos sistemas de certificación, que garantizan la gestión sostenible de los montes, constituyen ya un requisito comercial indispensable. En España el avance de superficie certificada no ha acompañado a la demanda de madera con este sello de sostenibilidad. Hoy día esta situación dificulta el acceso a los mercados del sector industrial nacional frente a sus competidores europeos.
La certificación forestal se consolida y logra alcanzar una de sus principales metas: convertir la gestión forestal sostenible en una necesidad indispensable para gestores forestales e industria.
Los montes y el cambio climático: un camino de oportunidades y riesgos
Fueron presentados numerosos trabajos relacionados con los bosques y el cambio climático. Por un lado se constató el notable avance de regiones como Castilla y León en el fomento del uso de la biomasa forestal como fuente de energía limpia. La bioenergía forestal producida de forma sostenible podría sustituir el 75% de la energía producida actualmente por las centrales nucleares españolas, según la Sociedad Española de Ciencias Forestales, informa al respecto Portal Forestal.
También avanzan las investigaciones que simulan los cambios en composición y estructura que se darán en los bosques como consecuencia del cambio global. Es muy probable que los paisajes forestales se vean sensiblemente afectados, sobre todo los de aquellas especies situadas en zonas extremas de su área de distribución natural.
No obstante se desconoce aún en profundidad la capacidad de las mismas para adaptarse a los cambios que ya se van produciendo.
El empuje de la investigación e innovación
Uno de los avances del sector se verifica en el incremento en un 30% del número de comunicaciones respecto a la anterior edición del congreso nacional forestal de 2005. A ello contribuyen el aumento de universidades forestales y la aparición de nuevos centros de investigación como el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña o el CESEFOR en Castilla y León.
Los bosques que nos faltan
Otra de las confirmaciones de este 5º Congreso Forestal Nacional es la imbricación entre la gestión forestal y la conservación. Seis de las 10 mesas temáticas estaban dedicadas a temas relacionados con la biodiversidad, la ecología, el paisaje, la conservación de la flora y la fauna o la lucha contra la erosión.
WWF aprovechó el marco del congreso para enfatizar la necesidad de mejorar el estado de nuestra superficie forestal. Presentaron un informe que plantea la necesidad de plantar 2.000 millones de árboles para aquellos bosques menos representados en la actualidad.
Como no, los incendios forestales
La mesa de trabajo sobre Incendios Forestales ha arrojado numerosas aportaciones de diferente ámbito: trabajos de prevención, mejora de las técnicas de extinción, el fuego como herramienta, el uso de simuladores o estudios relacionados con la restauración de las zonas quemadas.
También se plantean nuevas estrategias que dirigen el foco de atención hacia las causas de los incendios y la prevención. Se constata que la solución de incrementar progresivamente los recursos para apagarlos se agota y aparecen alternativas que apuntan buenos resultados, como es el caso, en Galicia y Castilla y León, Plan 42, del cambio en la cultura de manejo del fuego por parte de las poblaciones rurales o la búsqueda de la valorización de los bosques.
Las asignaturas pendientes
Los bosques aportan muchos beneficios a la sociedad y ésta, cada vez más, es consciente de su importancia.
No obstante, la realidad de los montes, sus necesidades o los beneficios de su gestión activa, son aspectos muchas veces ignorados en la sociedad urbana de hoy. Las distorsiones que genera esta ignorancia difícilmente van a ser resueltas a nivel político si no es la propia sociedad quien lo demanda.
El sector forestal ha de ganar influencia y ello pasa por una mayor presencia en los medios de comunicación. Es preciso superar que los incendios forestales y la deforestación amazónica sean el único impacto mediático que llega a la sociedad cuando se informa de la mitad del territorio nacional español: la superficie forestal supone el 52% del territorio de España.
Otros posibles temas de los que la sociedad debe ser más informada son la gestión forestal sostenible, la compatibilización de producción y conservación, las labores de restauración, los paisajes, la biodiversidad, la producción de agua de calidad, o la producción de madera, un maravilloso recurso natural renovable. Todo ello sucede en nuestros bosques, también.
En este 5º Congreso se ha hablado asimismo de los caminos para alcanzar un mayor impacto mediático. Definir qué es el sector forestal. Quién lo constituye. Qué quiere comunicar. Qué información demanda la sociedad. Cuáles son los mensajes y canales adecuados de comunicación. Y dar los pasos en la dirección adecuada.
También existe la oportunidad de promover y facilitar la iniciativa privada. No es un asunto menor cuando el 74% de los montes españoles pertenecen a particulares.
Es preciso diseñar políticas específicas que también potencien la valorización de estos montes, que reactiven el interés de la propiedad por el cuidado de sus bosques y por su aprovechamiento de forma sostenible. De igual forma que el que contamina ha de pagar, los que generan beneficios ambientales han de cobrar. Una buena forma de fomentar que estos beneficios se multipliquen y no acaben siendo pasto de los incendios.
Yeray Martínez Montesdeoca es Ingeniero de Montes, Consultor Forestal y Director Técnico de Genea Consultores
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