«El deterioro progresivo de la enseñanza en los niveles de bachillerato y universitario que se ha producido en España» es el motivo principal de una declaración institucional de la Real Academia de Ingeniería, en la que se repasan los problemas que afectan a los diversos ciclos educativos y propone soluciones concretas para ellos.
La RAI considera que el sistema actual del Bachillerato facilita pasar de curso sin tener los conocimientos necesarios, lo cual ralentiza el funcionamiento de las clases y les supone un lastre cuando acceden a la Universidad, al tener carencias básicas de formación.
Para arreglarlo, la Academia propone establecer cursos de recuperación por las tardes, limitar a dos el máximo de asignaturas para pasar de curso, o facilitar a los alumnos aventajados la posibilidad de seguir un ritmo diferente.
En los estudios de grado propiamente dichos, la RAI considera que la reducción de contenidos provocada por el acuerdo de Bolonia «ha alcanzado niveles insostenibles», y que la aplicación práctica de este acuerdo lleva a tratar a los universitarios «como niños o adolescentes, que se acostumbran a ir acompañados siempre del profesor o tutor». También considera que es mejor que haya pocos profesores pero experimentados, que muchos pero noveles, como defiende el plan Bolonia.
Los nuevos planes de estudio
La Real Academia cree que hay que revisar seriamente los nuevos planes y, si es necesario, volver a los planes anteriores modificados.
Además considera que deben eliminarse las carreras que no se dan con suficiente calidad en determinadas universidades, y a cambio facilitar la movilidad de los alumnos hacia las que las enseñan más adecuadamente.
La selección del profesorado adolece, a juicio de la institución presidida por Elías Fereres, de falta de competividad y de una elección inadecuada de los tribunales (con miembros no expertos en la temática correspondiente), que conduce a la endogamia. Para abordarlo, defiende la RAI que se sortee el tribunal entre profesores del área de conocimiento a evaluar.
Los cursos de posgrado y doctorado están proliferando en exceso, lamenta la declaración, lo que redunda negativamente en su calidad. Además de reducir el número de programas, la RAI cree que los alumnos deberían incorporarse a la docencia mucho antes de terminarlos.
Por último, considera que debe utilizarse la palabra «excelencia» en investigación con más cuidado, puesto que ninguna universidad española está entre las 100 mejores del mundo en ese campo.
Hacer un comentario