Tendencias21

Robots subacuáticos intercomunicados por Internet revelan secretos oceánicos

Los océanos, mares y cursos de agua siguen siendo todo un misterio para la ciencia, pero la UE ha puesto en marcha SUNRISE, un proyecto que ayudará a conocerlos más a fondo, pues permitirá contar con robots subacuáticos que ejerzan tareas autónomas y que se comuniquen entre ellos, además de enviar datos a ordenadores a través de Internet.

Robots subacuáticos intercomunicados por Internet revelan secretos oceánicos

Los océanos, mares y cursos de agua son el origen de la vida, siendo además fundamentales para el futuro de la sociedad, pese a lo cual siguen siendo todo un misterio para la ciencia.

El proyecto SUNRISE encabeza una revolución en el ámbito de las comunicaciones al crear una "Internet de los objetos" subacuática destinada a lograr que un conjunto de robots colabore, interactúe y envíe información sobre la vida en ese medio.

Internet es omnipresente y forma parte indisoluble de la cultura. Ahora se está ampliando esta conectividad desde donde ya se da por hecha a donde nunca antes ha llegado, esto es, bajo el agua.

Gracias al proyecto SUNRISE , financiado por el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea, se podrá contar con robots subacuáticos que ejerzan tareas autónomas tras ser programados. Por primera vez podrán comunicarse entre sí y enviar datos a ordenadores a través de Internet, con independencia de las condiciones imperantes y los obstáculos que puedan interponerse a la transmisión de datos.

"Las lagunas en el conocimiento del mundo submarino son enormes. Sabemos muy poco a pesar de que los ecosistemas marinos son fundamentales para la salud del planeta y vitales para la economía", advierte la Dra. Chiara Petrioli, coordinadora del proyecto, en un comunicado de la agencia Cordis de la UE.

La identificación de amenazas para gaseoductos y oleoductos, la vigilancia medioambiental, la protección de emplazamientos arqueológicos y la investigación de la geología del planeta son algunas de las incontables tareas que pueden realizarse mediante equipos de robots acuáticos o, tal y como afirma la Dra. Petrioli: "La lista es tan larga como permita la imaginación".

Robots en entornos cambiantes

Uno de los retos más importantes para el equipo del proyecto estriba en el cambio constante que experimenta el medio acuático. Los robots se comunican entre sí mediante señales acústicas al igual que los mamíferos marinos.

No obstante, si bien un delfín es capaz de adaptar la forma en la que emite sus señales en función de su entorno, a los robots es necesario reprogramarlos para que posean la misma capacidad. Los investigadores al cargo tuvieron por tanto que desarrollar máquinas capaces de responder a un conjunto de variables que cambian con rapidez.

"La salinidad, la temperatura, las interferencias que generan los barcos que pasan por encima son factores que modifican el alcance de una comunicación eficaz", explica la Dra. Petrioli. Este entorno impredecible es uno de los factores en los que la Internet de los Objetos subacuática se diferencia del uso en tierra del Wi-Fi y de Internet.

La necesidad de adaptarse con fiabilidad a un entorno en constante cambio hace necesario contar con varios robots para que, si uno pierde la comunicación momentáneamente, otro pueda hacerlo por él. Los «bancos» de robots poseerán más sensores y abarcarán una superficie superior en la que se comunicarán y cooperarán.

Los operadores podrán enviar mensajes mediante módems que transmitan ondas acústicas. Las ondas se modularán para enviar información, pero el ancho de banda es limitado y por tanto la velocidad de transmisión es lenta.

Además, las ondas sonoras sólo se desplazan a mil quinientos metros por segundo, una velocidad cinco órdenes de magnitud más lenta que la comunicación por radio en la atmósfera. Asimismo, solo un rango limitado de tonos se desplaza adecuadamente, pues los tonos altos, por ejemplo, no recorren tanta distancia.

"Estos obstáculos solo pueden superarse reuniendo a un equipo de primera línea formado por socios de Italia, Alemania, Portugal, Países Bajos, Turquía, y Estados Unidos. Se trata del mayor proyecto en este campo a escala mundial. Estamos situando a Europa a la vanguardia de este tipo de labor", afirma la Dra. Petrioli. Gracias a la dimensión internacional del proyecto, sus laboratorios abarcan zonas subacuáticas tan distintas como el Báltico o el Mediterráneo. "Queremos probar nuestros prototipos en entornos que planteen retos muy distintos para poder realizar ensayos exhaustivos".

Los resultados ya están llegando

Durante el verano de 2014, se realizaron trabajos en Oporto que pusieron de manifiesto la viabilidad de los propósitos del proyecto, pues los componentes establecieron comunicación y los robots respondieron a las instrucciones, resultados que entusiasmaron a los científicos participantes.

Los robots ayudaron incluso a localizar un contenedor perdido en el puerto de Oporto. "Los científicos muestran más entusiasmo que nunca ahora que está claro que vamos por el buen camino", asegura la Dra. Petrioli.

Ahora, con los prototipos ya operativos, se pondrá en marcha la nueva fase del proyecto, consistente en atraer a socios nuevos dedicados a distintos ámbitos y con distintos intereses y en establecer centros frente a las costas de Estados Unidos, en lagos neerlandeses y en la costa turca del Mar Negro.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Revelan una nueva clase de tectónica de placas en una meseta de Turquía 2 octubre, 2024
    La cuenca de Konya, en la Meseta Central de Anatolia, en Turquía, se ha estado "remodelando" continuamente durante millones de años: un nuevo análisis sugiere que el enigmático hundimiento de la cuenca dentro del interior de la meseta ascendente estaría relacionado con una nueva clase de tectónica de placas hasta hoy desconocida, que tendría implicaciones […]
    Pablo Javier Piacente
  • Las lunas de Urano podrían albergar vida y una misión espacial sería capaz de confirmarlo 2 octubre, 2024
    Algunas de las lunas de Urano podrían ser capaces de contener alguna forma de vida: los científicos creen que lo más emocionante es que estos satélites podrían contar con océanos subsuperficiales aún en la actualidad. Aunque se trata de una idea compleja en este momento, enviar una nave espacial a estas lejanas lunas podría revelar […]
    Pablo Javier Piacente
  • La extinción del Alca Gigante: huevos y plumas al mejor postor 2 octubre, 2024
    Hasta 1844 existieron en la Tierra alcas gigantes, una especie de aves que, según testimonios de la época, en tierra eran torpes, pero nadaban extraordinariamente rápido, saltaban con enorme agilidad sobre las olas y permanecían cerca de media hora sumergidas. Después de que el capitalismo les otorgó un elevado valor económico, fueron barridas del planeta. […]
    Eduardo Costas | Catedrático de la UCM y Académico de Farmacia
  • El polvo del Sahara alimenta la vida oceánica a miles de kilómetros de distancia 1 octubre, 2024
    La atmósfera terrestre tiene la capacidad de transformar el polvo del desierto del Sahara en minerales que sirven de alimento para la vida marina, según un nuevo estudio. Los científicos comprobaron que sin el hierro transportado por todas partes en esta "nube mineral", el fitoplancton oceánico tendría dificultades para florecer. Además, el proceso es clave […]
    Pablo Javier Piacente
  • Robots autónomos colaborarán con la tripulación humana en futuras misiones a la Luna 1 octubre, 2024
    Un sistema de robots independientes que ya ha sido probado con éxito en entornos terrestres simulados promete agilizar y optimizar las primeras tareas a realizar en futuras misiones tripuladas a la Luna: según los científicos, son capaces de ubicarse a través de un sistema de sensores que logran escanear marcadores semejantes a un código QR, […]
    Pablo Javier Piacente
  • El cerebro tendría bacterias propias tal vez implicadas en la cognición 1 octubre, 2024
    Recientes investigaciones sugieren que el cerebro tendría su propia microbioma, con bacterias similares a las que se encuentran en el estómago y que contribuyen a una buena digestión. Las bacterias cerebrales podrían estar ayudando al análisis y al razonamiento o, tal vez, manifestando una enfermedad.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Una supernova cercana habría impulsado la vida sobre la Tierra 30 septiembre, 2024
    La vida en la Tierra está en constante evolución bajo la exposición continua a la radiación ionizante de origen terrestre y cósmico: una nueva investigación revela que la energía y los elementos químicos despedidos por una supernova cercana hace millones de años podrían haber estado directamente implicados en la evolución de la vida compleja sobre […]
    Pablo Javier Piacente
  • Resuelto el enigma de los misteriosos cráteres formados por explosiones naturales en Siberia 30 septiembre, 2024
    Los cráteres surgidos misteriosamente desde hace una década en la tundra de la península rusa de Yamal, en Siberia, se formaron por una combinación de calentamiento y ósmosis, según un nuevo estudio. Todo indica que la geología inusual de la zona, junto con el cambio climático, iniciaron un proceso que condujo a la liberación de […]
    Pablo Javier Piacente
  • Confirmado: la IA está cambiando la inteligencia colectiva 30 septiembre, 2024
    Los grandes modelos lingüísticos creados con Inteligencia Artificial están cambiando la inteligencia colectiva de nuestra especie, tanto para democratizar el acceso al conocimiento y mejorar la colaboración global como para generar una falsa sensación de consenso que margina perspectivas minoritarias pero valiosas.
    Redacción T21
  • El almacenamiento de datos en 3D utilizando luz permitiría guardar un millón de películas en un solo disco 29 septiembre, 2024
    Una nueva investigación ha desarrollado un método innovador para empaquetar petabytes de información en un único disco óptico. El nuevo enfoque se sustenta en el mismo método de almacenamiento óptico de datos (ODS) basado en luz que se utiliza para escribir un DVD, pero la diferencia es que funciona en tres dimensiones. 
    Pablo Javier Piacente