Durante el período final del actual ciclo solar, concretamente entre 2026 y 2030, poderosas tormentas solares amenazarán a las redes de comunicaciones y a los satélites que rodean a la Tierra, según un nuevo estudio realizado en la Universidad de Reading. Además, podrían ser un grave problema para diferentes misiones espaciales que están planificadas para esos años.
Es el caso de la misión planeada por la NASA para volver a llevar humanos a la Luna. La misión Artemis, ideada para 2024, podría retrasarse hasta fines de esta década y coincidir con el período de mayor riesgo de tormentas solares extremas.
De acuerdo a una nota de prensa, los científicos estudiaron la información correspondiente a 150 años de clima espacial y hallaron patrones que permiten identificar los períodos de eventos extremos.
Los ciclos solares y su impacto
Los ciclos solares tienen una duración aproximada de 11 años. Su cambio coincide con fuertes modificaciones en el campo magnético del Sol: los polos norte y sur cambian de lugar y se producen diferentes fenómenos que afectan directamente a la superficie solar.
Esto se manifiesta en forma de un incremento en las manchas solares, como así también de las erupciones solares y de las eyecciones de masa coronal.
Al igual que existen períodos de mayor actividad solar dentro de cada uno de los ciclos, también hay ciclos solares más intensos y otros más calmos.
Los especialistas buscan predecir las características de cada ciclo solar para evitar o reducir su impacto en la Tierra: las erupciones, llamaradas y fuertes emisiones de energía pueden tener consecuencias catastróficas sobre el sistema de comunicaciones terrestre.
Patrones para identificar eventos extremos
En la nueva investigación, los científicos descubrieron que los eventos más extremos tienen más probabilidades de ocurrir sobre el comienzo de los ciclos solares con numeración par y sobre la finalización de aquellos ciclos impares.
Vale recordar que actualmente nos encontramos transitando los primeros años del ciclo solar 25, que se inició en diciembre de 2019.
La probabilidad de eventos extremos también se incrementa en los períodos de mayor actividad solar, que coinciden con el denominado máximo solar: es el momento en el cual el Sol registra la mayor cantidad de manchas solares, y tiene lugar sobre la mitad del ciclo solar.
Otro indicador de eventos más intensos es la duración de los ciclos: aquellos que se extienden un poco más allá de los 11 años serían más proclives a registrar un clima más extremo.
De acuerdo a las conclusiones de esta investigación, publicada en la revista Solar Physics, todo indicaría que al transitar un período impar la mayor probabilidad de tormentas solares extremas se concretaría sobre el final del período.
Los expertos sostienen que entre 2026 y 2030 existirían grandes posibilidades de vivir eventos de estas características.
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Campos magnéticos opuestos
¿Cuál es la causa? Los patrones descubiertos por los científicos estarían relacionados con la orientación del campo magnético solar: el mismo apuntaría en sentido inverso al campo magnético de la Tierra cuando comienzan los ciclos solares pares y cuando finalizan los impares.
En cualquier caso, tanto en la misión Artemis como en cualquier otro proyecto espacial que pueda concretarse en esos años se deberá considerar especialmente este pronóstico.
Un clima solar extremo puede ser directamente un sinónimo de fracaso y catástrofe: ¿se concretará entonces un retraso en la actividad de las misiones espaciales pensadas para el final de esta década?
Referencia
Extreme Space-Weather Events and the Solar Cycle. Owens, M.J., Lockwood, M., Barnard, L.A. et al. Solar Physics (2021).DOI:https://doi.org/10.1007/s11207-021-01831-3
Foto de portada:
Representación artística de partículas solares interactuando con la magnetósfera terrestre. Crédito: Wikimedia Commons.
Video y podcast: editados por Pablo Javier Piacente en base a elementos y fuentes libres de derechos de autor.
Música video y podcast: tobylane en Pixabay.
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