La creciente necesidad de practicar ejercicio físico ha encontrado múltiples respuestas en las sociedades contemporáneas. Desde el footing a la industria del fitness, pasando por el culto al cuerpo, los paseos por el campo (turismo rural) o el consabido recurso a la natación en el polideportivo más cercano.
Muchas personas han recurrido a las bicicletas estáticas para resolver esta necesidad, pero con frecuencia se aburren de ellas porque la monotonía de pedalear dentro de una habitación sin ningún aliciente, ni paisajístico, ni de otra compañía, les ha llevado al abandono.
Una pequeña empresa de Texas (USA) ha resuelto esta dificultad de las bicicletas estáticas, ya que les ha incorporado un sistema que permite conectarlas a un videojuego, de tal forma que convierten el deporte estático en una auténtica aventura virtual.
El invento se llama The Cateye Interactive Game Bike y lo que consigue esta tecnología es que el ciclista proyecte en una pantalla de televisión situada delante de la bicicleta todos los movimientos, desde la intensidad del pedaleo, hasta las curvas, velocidad de recorrido, etc.
También es posible escoger el paisaje más adecuado para ese trayecto virtual, así como incorporar otros compañeros virtuales de viaje para, a través de la competencia, hacer más divertido el ejercicio de cada día.
Compatible con Playstation
La bicicleta estática interactiva se puede conectar con cualquier videojuego de la Sony Playstation y de la Playstation 2, lo que permite al ciclista estático escoger entre un amplio abanico de posibilidades: desde competir con coches virtuales y motocicletas, hasta circular de noche o de día, simular una escapada o desafiar al ordenador.
Según sus promotores, esta bicicleta estática interactiva ayuda a resolver el aburrimiento de los adultos cuando recurren a este ejercicio, pero también es un poderoso juego para los más jóvenes, por lo que su utilidad no es sólo doméstica, sino también para su implantación en clubes juveniles e instalaciones deportivas.
El invento lleva casi un año de lanzamiento, pero ha sido ahora cuando estudiantes de la Universidad de la Columbia Británica y de la Universidad de Victoria están ensayando con esta bicicleta interactiva con la finalidad de determinar su rigor y validez tecnológica, así como su posible utilidad para la educación física.
La finalidad de esta investigación, desarrollada por iniciativa del BC Knowledge Development Fund y la Michael Smith Foundation for Health Research, es determinar si el rendimiento de esta bicicleta estática interactiva es superior al de las bicis tradicionales y que mejora realmente el estado físico de los usuarios, que se medirá en la experiencia de los estudiantes.
Sin noción del tiempo
Los primeros experimentos desarrollados al respecto señalan que los ciclistas interactivos no experimentan el paso del tiempo, lo que supone un enorme atractivo porque el tiempo es lo que más pesa durante la realización de un esfuerzo físico.
Las universidades implicadas se proponen extender la investigación a colegios, centros de ocio y hogares, con la finalidad de determinar con exactitud si esta bicicleta estática interactiva rescata a los videojuegos de la mala fama que poseen como factor de distorsión psicológica de los más jóvenes.
El profesor Ryan Rhodes, quien conduce la investigación sobre el valor deportivo de los videojuegos, cree que la tecnología que combina los videoluegos y la bicicleta puede convertirse realmente en una forma de ayudar a los jóvenes a mantener la forma física.
En unas declaraciones a la edición de primavera de la revista Torch, de la Universidad de Victoria, Rhodes señala que, dada la popularidad de los videojuegos entre los adolescentes y los jóvenes, es posible añadir una dimensión nueva a esta diversión que sea beneficiosa para el estado físico de los estudiantes.
Uso controlado
Asimismo, Rhodes destaca que el uso de estas bicicletas debe ser controlado para que sea efectivo porque, si se cae en la dinámica del videojuego, la energía necesaria para seguir por ejemplo a un contrincante, puede agotar al jugador real en pocos minutos, cuando lo que se trata es de realizar un ejercicio prolongado y entretenido al mismo tiempo.
Rhodes no apuesta todavía por recomendar el invento, pero señala que las ventajas teóricas, unidas al precio razonable del producto, convierten a estas bicicletas estáticas interactivas en una opción razonable para determinadas experiencias deportivas.
El estudio en curso pretende determinar, además de los cambios físicos que produce en los ciclistas estáticos, el efecto psicológico que tendrá la experiencia: si motiva a desarrollar otros ejercicios físicos (por ejemplo un partido de fútbol), o desactiva la tendencia a deportes de movimientos reales.
De momento, lo que señala el estudio es que los estudiantes se suman fácilmente a este deporte, que consideran mucho más entretenido que los convencionales, particularmente porque pueden participar en cada experiencia hasta cuatro ciclistas en competencia entre sí.
Lo que más preocupa es que la bicicleta estática interactiva sea considerada una panacea, ya que en realidad lo que viene a representar es una alternativa a las personas que por diversos motivos han desistido de otros deportes, dinámicos y al aire libre, que siguen siendo la mejor opción para mantener y desarrollar la forma física.
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