Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos ha revelado que los pacientes pueden reducir el riesgo o la gravedad del trastorno por estrés postraumático (TEPT), consecuencia de una experiencia traumática, si consiguen interrumpir la repetición y el refuerzo de los recuerdos traumáticos.
Esta interrupción es un proceso que los expertos denominan reconsolidación de recuerdos. El hallazgo ha aparecido detallado en la revista Biological Psychiatry.
El proceso no es una tarea fácil. Los investigadores han descubierto que alterar la reconsolidación de recuerdos es complejo. Intentos anteriores de “rememorar” los traumas intensificaron el aprendizaje postraumático en lugar de suavizarlo.
Sin embargo, en el estudio referido, los investigadores de la Universidad Emory de Estados Unidos investigaron si una intervención conductual practicada en pacientes inmediatamente después del evento traumático puede ser decisiva para reducir las reacciones de estrés postraumático.
Intervención conductual inmediata
“El TEPT es un problema de salud pública de gran importancia”, señala la profesora Barbara Olasov Rothbaum, coautora del estudio, del Departamento de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta de Emory, en un comunicado de la agencia CORDIS.
“En el caso de muchísimas personas, lo que ocurre justo después de un evento traumático puede empeorar las cosas o bien mejorarlas. Actualmente, no se dispone de intervenciones aceptadas para su realización inmediatamente posterior al trauma”, afirma la investigadora.
El equipo analizó pacientes que llegaron a las emergencias de un hospital local tras experiencias traumáticas como accidentes de coche, ataques físicos o violaciones.
En el 50 % de los casos, se realizó una intervención conductual inmediata, pero no en el resto. Los investigadores analizaron repetidamente a los pacientes en busca de síntomas de depresión o estrés durante tres meses.
Según explican, la intervención se centró en terapia de exposición, durante la cual la víctima se enfrenta a la ansiedad asociada al evento traumático relatándolo. Tres sesiones de una hora ayudaron a los pacientes a modificar sus pensamientos y sentimientos sobre lo que les había ocurrido.
Los pacientes describieron el trauma recientemente experimentado y grabaron la descripción. Se les pidió que escucharan sus grabaciones todos los días. De acuerdo con los investigadores, los terapeutas proporcionaron a los pacientes el apoyo necesario para examinar sus pensamientos dañinos de culpa o responsabilidad, enseñándoles una técnica rápida de relajación respiratoria y métodos para cuidarse a sí mismos.
Resultados obtenidos
Al contrario que los pacientes que tan solo fueron evaluados, cuatro y doce semanas tras las lesiones, el grupo de prueba fue objeto de intervenciones seguras, que funcionan y que reducen de forma eficaz las reacciones al estrés postraumático.
“Este estudio proporciona una prueba cuidada y de relevancia clínica de la hipótesis de reconsolidación de traumas”, señala el Dr. John Krystal, editor de Biological Psychiatry.
Respecto a las implicaciones del estudio, la profesora Rothbaum afirma que: “Si sabemos cómo actuar, podremos formar a los trabajadores de emergencias para que intervengan a los pacientes a gran escala. Además de aplicar esta técnica en las unidades de emergencias, podría ayudar en conflictos bélicos, en catástrofes naturales o tras agresiones criminales”.
“Es necesario continuar las investigaciones, pero este modelo preventivo podría tener implicaciones significativas para la salud pública. Un anhelo muy antiguo de la investigación en salud mental es conseguir prevenir el desarrollo de psicopatologías en las personas en riesgo, en lugar de limitarse a tratar los síntomas tras la aparición de la enfermedad”, concluye Rothbaum.
Referencia bibliográfica:
Rothbaum, B.O., et al., Early Intervention May Prevent the Development of Posttraumatic Stress Disorder: A Randomized Pilot Civilian Study with Modified Prolonged Exposure. Biological Psychiatry (2012). DOI: 10.1016/j.biopsych.2012.06.002.
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