La relación entre paternidad y salud mental es un tema complejo, pero un nuevo estudio publicado en Health Sociology Review ha abordado dos de sus aspectos menos analizados: cómo la salud mental de una persona a las 16 años puede influir en que se convierta en padre o madre en el futuro; y cómo la paternidad o maternidad afectan a la salud mental de esos individuos en el futuro.
Para explorar estos temas, Sara Kalucza y sus colaboradores de la Universidad de Umeå (Suecia) estudiaron datos de un total de 1.000 individuos incluidos en el compendio de datos ‘‘Northern Swedish Cohort‘.
La información de estas personas fue observada a los 16, 18, 21, 30 y 43 años de edad, considerando diversos aspectos de sus vidas, como sus autoinformes sobre su salud mental.
Diferentes efectos en hombres y mujeres
Lo que descubrieron los científicos fue que aquellos hombres que informaron de problemas de salud mental a la edad de 16 años presentaban una menor probabilidad de convertirse en padres que los hombres que no informaron de esos mismos problemas.
Este «efecto de selección» se mantuvo incluso cuando los investigadores tuvieron en cuenta algunas variables familiares que también pueden condicionar en este punto, como la clase social de los padres y hermanos.
Para las mujeres, sin embargo, el panorama resultó diferente: su salud mental autoinformada a los 16 no afectó a su maternidad, aunque otros factores, como tener muchos hermanos, sí lo hizo.
Como parte de su estudio, Kalucza y sus colaboradores también quisieron averiguar el efecto de la paternidad y de la maternidad sobre la salud mental de padres y madres, cuando la salud mental previa de ambos no había sido buena.
Al igual que con la primera cuestión, los efectos fueron distintos para hombres y mujeres. En términos de la relación entre salud mental y crianza de los hijos, se concluyó que las mujeres se beneficiaron de ser madres, pero para los hombres, la paternidad no necesariamente mejoró su salud mental.
Pero en términos de la relación entre la salud mental y la crianza de los hijos, concluyen que las mujeres se benefician de ser madres, pero los hombres no necesariamente. Destacan, por tanto, la importancia de tener un sistema de bienestar fuerte, con permiso parental remunerado y ayudas, que aseguren que los niños tengan una atención de alta calidad.
Referencia bibliográfica:
Sara Kalucza, Anne Hammarström, Karina Nilsson. Mental health and parenthood – A longitudinal study of the relationship between self-reported mental health and parenthood. Health Sociology Review (2015). DOI: 10.1080/14461242.2015.1051079.
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