En la actualidad, la principal causa de muerte infantil en el mundo no es una enfermedad infecciosa, sino el parto prematuro. Cada año, 1,09 millones de niños menores de 5 años mueren por complicaciones relacionadas con haber nacido antes de las 37 semanas completas de embarazo.
Una investigación realizada conjuntamente por el CHU Sainte-Justine y la Universidad de Montreal (ambos de Canadá) ha arrojado luz sobre este tema, al descubrir una nueva molécula, denominada “101.10”, que previene el parto prematuro.
Los nacimientos prematuros están íntimamente relacionados con la inflamación del tejido uterino, respuesta biológica que induce a las contracciones y el parto precoz. En la búsqueda de un medio para prevenirlo y las complicaciones relacionadas que ocurren antes de las 37 semanas de gestación, los investigadores descubrieron un agente que muestra eficacia en la inhibición de la inflamación y prevención o retraso de las contracciones uterinas y parto prematuro en modelos murinos, pruebas realizadas en ratones, sin atentar contra el feto o la madre.
Este descubrimiento ha supuesto un gran paso hacia la prevención de la prematuridad, principal causa mundial de mortalidad infantil y el origen de un deterioro para el 10% de los bebés nacidos de modo prematuro.
Moléculas demasiado grandes
Al examinar los tejidos uterinos, los científicos encontraron interleucina 1, proteína que actúa como mensajero químico a corta distancia producida en grandes cantidades como respuesta a infecciones o cualquier tipo de lesión o estrés, la cual es responsable de desencadenar y amplificar la inflamación en el útero.
Este descubrimiento los llevó a ejecutar ensayos preclínicos en los que probaron agentes terapéuticos conocidos para atacar ese mensajero. Sin embargo, no se obtuvieron los resultados esperados, ya que el efecto que producía era insignificante, además de causar efectos secundarios graves en el feto.
«El efecto de la interleucina-1 es mucho mayor que la inflamación. Su papel fisiológico es fundamental en la protección del feto vulnerable contra las infecciones, y la garantía de que las células sobrevivan a la inflamación y otras fuentes de agresión», dice Mathieu Nadeau-Vallée, doctor investigador en farmacología y el primer autor del trabajo.
«Los moduladores alostéricos, disponibles actualmente en el mercado, son moléculas grandes. Bloquean la mayoría de las vías de señalización de la interleucina 1, incluyendo algunos mecanismos de protección críticos para el feto, como la vigilancia inmunitaria y la citoprotección. «
El nacimiento de 101.10
Buscando una manera de superar este obstáculo, los científicos han desarrollado otro agente terapéutico, diseñado para el mismo objetivo, que resultó mucho más eficaz, además de ser más seguro que las moléculas existentes. Los moduladores alostéricos que han desarrollado trabajan de manera diferente a los actuales.
«Nuestra molécula es muy pequeña», dijo con entusiasmo el Dr. Sylvain Chemtob en una nota de prensa publicada por Alpha Galileo, un neonatólogo e investigador, y autor principal del estudio que desarrolló la molécula en colaboración con su asociado de investigación Christiane Quiniou, doctor de investigación, y el Dr. William Lubell, profesor de química en la Universidad de Montreal.
Sylvain Chemtob declaró que el pequeño tamaño de la molécula le permite actuar de manera más selectiva en la interleucina 1 bloqueando específicamente la vía que controla la inflamación sin interferir con las que ejercen un efecto protector sobre el sistema inmune y las células.
«101.10», es como los científicos han denominado a la nueva molécula, ahora tiene que ser probado en humanos. Por el momento, las mujeres con antecedentes de prematuridad serían las candidatas para este tratamiento en el futuro, ya que la evidencia científica demuestra que están en mayor riesgo de parto prematuro. El equipo de investigación está a la espera de pruebas para poder en un futuro próximo, ser capaz de predecir el riesgo de parto prematuro de una mujer, a pesar de su historia de parto o el parto en sí mismo.
Problemática de los nacimientos prematuros
El tema de tratar de solucionar la problemática de los partos prematuros no es novedad, lleva tiempo estudiándose.
En un artículo publicado recientemente en Tendencias21 un estudio del Southwestern Medical Center de la Universidad de Texas (EEUU) indicaba que ciertas sustancias químicas secretadas por los pulmones del feto llegan al líquido amniótico, lo que a su vez provoca una respuesta inflamatoria en el útero de la madre, que es lo que finalmente hace que el parto se ponga en marcha. La molécula «101.10», recién descubierta, trata de solventar el problema de la respuesta inflamatoria.
«Mediante la comprensión de los factores y vías que inician el parto en su plazo corriente, de 40 semanas, podemos obtener una visión más clara de cómo prevenir el parto prematuro», afirman los científicos de la Universidad de Texas.
Esto es importante, porque un nacimiento prematuro puede causar hemorragia cerebral y dificultad respiratoria de los bebés, así como diversas problemáticas a largo plazo, como parálisis cerebral, enfermedad pulmonar crónica o problemas de visión.
Además, los nacimientos prematuros son la causa de más del 70% de las muertes de neonatos, y son la principal causa de enfermedades infantiles, discapacidad mental e incapacidad física a nivel global. Uno de cada cuatro bebés que nace antes de las 28 semanas de embarazo (un embarazo se considera a término a partir de las 38 semanas de gestación) desarrolla una discapacidad mental.
Referencia bibliográfica:
Mathieu Nadeau-Vallée, Christiane Quiniou, Julia Palacios et alia Novel Noncompetitive IL-1 Receptor-Biased Ligand Prevents Infection- and Inflammation-Induced Preterm Birth. The Journal of Inmunology (2015). DOI:
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