El cine y los cómics tienen muchas cosas en común. Pueden compartir historias y personajes, ser adaptados de uno a otro medio e incluso servir como base, caso del story-board, que no es más que la planificación de las secuencias de una película de forma animada. Con la herramienta desarrollada por un equipo de investigadores de la Universidad de Tecnología de Hefei, en China, cine y cómic estarán aún más cerca.
Movie2Comics, como ha sido bautizado el sistema, es un software que permite transformar escenas de películas en auténticas tiras cómicas sin mediación humana, automáticamente. Así presentan el proyecto sus desarrolladores, en un estudio publicado en una edición reciente de IEEE Transactions on Multimedia, del que se ha hecho eco la web PhysOrg.com.
Según uno de los autores, el profesor Meng Wang, el objetivo del programa es agilizar el proceso de creación de historietas. Y es que, aunque los dibujantes actuales tienen a su alcance una gran variedad de softwares y herramientas de asistencia, la tarea sigue implicando muchas horas de trabajo humano, sin contar con quienes aún dibujan a mano.
“Mientras los programas anteriores han sido desarrollados para asistir a los dibujantes en la conversión de películas a cómics, el nuevo método es el primero con un enfoque totalmente automatizado”, señala Wang, quien asegura además que Movie2Comics “tiene potencial para reducir considerablemente el tiempo y los gastos asociados a la creación de cómics, sin necesidad de ninguna intervención manual”.
Asimismo, sus creadores sostienen que el software puede ser útil tanto para profesionales como aficionados. “Los profesionales pueden utilizarlo directamente para generar cómics (o introducir su trabajo para obtener resultados impresionantes), mientras a los aficionados les puede interesar ver lo que se genera a partir de diferentes clips de películas”, matiza Wang.
Proceso de transformación
El proyecto de los investigadores chinos se sustenta en dos principios: optimizar la conservación de la película y generar producciones de acuerdo con las normas y estilos propios del cómic. Para llevarlo a cabo, el proceso implica varios pasos. El primero de ellos es un algoritmo de identificación facial automática, capaz de realizar seguimientos de caras y técnicas de reconocimiento con el fin de asociar los rostros de los personajes con sus diálogos. El algoritmo permite incluso detectar a la persona que habla en escenas con varios personajes.
El siguiente paso es la extracción de imágenes descriptivas, que se lleva a cabo tras analizar de forma exhaustiva el clip de película. El resultado es una secuencia de fotogramas que el programa entiende como claves para presentar una historia coherente. Por último se efectúa la conversión en sí de la escena a dibujos, con la generación automática de viñetas de diferentes tamaños, el posicionamiento de los globos de texto o bocadillos, y el diseño de una composición propia del cómic.
Para poner a prueba el software, los investigadores eligieron 15 fragmentos de dos a siete minutos de tres películas diferentes, dos de difusión mundial como Titanic y Sherlock Holmes, y uno de una producción china, The Message. Aunque los resultados demostraron la utilidad y eficacia del sistema en la mayoría de los casos, uno de los errores más repetido fue la colocación de los bocadillos junto a caras de personajes incorrectos. Según los investigadores, el algoritmo de identificación facial tiene una precisión del 85%, algo que esperan mejorar.
Tras la transformación de los vídeos con Movie2Comics, se realizó una evaluación de usuario para ver cómo habían entendido y disfrutado del resultado. Los creadores detectaron que los usuarios alcanzaban un nivel de comprensión del contenido ligeramente más bajo, en comparación con los clips de la película original. Según Wang, “aunque cierta pérdida de comprensión es inevitable al convertir a un formato diferente, los errores de identificación facial también influyeron”. En cuanto al disfrute, las evaluaciones de los usuarios mostraron que aumentó cuando los cómics incluían bocadillos y una composición y estilización efectiva, propia de este tipo de animaciones.
Mejoras
Aunque la herramienta está preparada para realizar todos los pasos automáticamente, los investigadores repararon en que un poco de esfuerzo humano podría conducir a resultados aún mejores. En tal escenario, el software proporcionaría recomendaciones para cada paso del proceso de transformación, de forma que los usuarios podrían ajustar los resultados mucho más rápido y eficientemente que con métodos puramente manuales.
Con todo, el equipo de Wang espera mejorar la exactitud del método automatizado. “Tenemos dos planes para el futuro», aseveró el profesor. “El primero, mejorar el rendimiento de cada componente, como la identificación facial, y espero que podamos generar clips perfectos sin interacción del usuario. El segundo, integrar la tecnología de reconocimiento de voz para generalizar el software, de manera que podamos crear cómics sin guiones”, detalló.
Actualmente el sistema necesita del guión del clip de película para asociar los diálogos con los personajes, por lo que mediante el reconocimiento de voz pretenden transformar automáticamente las conversaciones en textos encerrados en bocadillos.
El resultado de la aplicación de esta herramienta será la aparición de nuevos personajes capaces de competir con los míticos Betty Boop, Mickey Mouse o Fu-Manchú, que dieron el salto del cine al papel, aunque mucho más fieles a su original en la pantalla grande y, con una reducción del tiempo y el gasto asociado al proceso de creación considerable.
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