La vigilancia masiva de metadatos telefónicos de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (la NSA) podría proporcionarle información detallada acerca de la vida privada de los individuos más allá de lo que afirma el gobierno del país, según una nueva investigación de la Universidad de Stanford (California), publicada en el blog Web Policy, de la propia universidad.
Dos estudiantes de informática del centro han sido capaces de adquirir información detallada acerca de la vida de las personas sólo con metadatos teléfonicos -el número de teléfono de la persona que llama y el destinatario, el número de serie de los teléfonos involucrados, la hora y la duración de las llamadas y a veces también la ubicación de cada persona cuando se produce la llamada-.
Los investigadores no hicieron ningún espionaje ilegal, ya que trabajaron con los registros telefónicos de 546 voluntarios, comparándolos con los registros de las páginas blancas estadounidenses (los directorios de Yelp y Google Places).
A partir de los números de teléfono, se pudo determinar que el 57 por ciento de los voluntarios hizo al menos una llamada médica. El cuarenta por ciento hizo una llamada relacionada con servicios financieros.
Los voluntarios llamaron a 33.688 números únicos; de ellos, los investigadores pudieron obtener la identidad de 6.107 de esos números, el 18 por ciento.
Problemas de privacidad
La cuestión de los metadatos se ha puesto de actualidad a raíz de las revelaciones del pasado verano sobre la vigilancia de los ciudadanos por parte de la NSA. Los expertos en privacidad han puesto en duda las afirmaciones del gobierno federal sobre el tema. El presidente Obama aseguró que la agencia «no mira los nombres de las personas, ni el contenido de las llamadas». Los jueces del país están divididos sobre la legalidad del programa de la NSA.
Expertos en computación como Jonathan Mayer, estudiante de doctorado en Stanford, aseguran que los metadatos son extremadamente sensibles y reveladores. Mayer y Patrick Mutchler, también estudiante de doctorado en ciencias de la computación, son los co-autores del artículo, en la que han contado con la colaboración del profesor John C. Mitchell como asesor académico.
Los investigadores sostienen que los metadatos telefónicos pueden proporcionar una gran cantidad de detalles acerca de las vinculaciones familiares, políticas, profesionales, religiosas y sexuales de la gente.
«No plantearía dificultades técnicas aplicar las identificaciones que hemos realizado a una población más amplia», explica Mayer en la nota de prensa de Stanford.
Los datos los obtuvieron mediante crowdsourcing con una aplicación para Android y llevaron a cabo un análisis de las llamadas individuales realizadas por los voluntarios a números sensibles, buscando patrones.
Por ejemplo, un participante llamó a varios grupos locales de neurología, a una farmacia especializada, a un servicio de gestión de enfermedades raras, y a una línea telefónica de ayuda farmacéutica utilizada para la esclerosis múltiple. Otro contactó con una tienda de mejoras para el hogar, cerrajeros, un comerciante de hidroponía (un método de cultivo) y a una tienda de productos relacionados con la marihuana.
Antes de realizar el estudio, los investigadores no pensaban encontrar este tipo de información. «Nos equivocamos. Los metadatos teléfonicos son inequívocamente sensibles, incluso con solo una pequeña muestra y una ventana de tiempo corto. Hemos sido capaces de inferir problemas médicos, tenencia de armas de fuego y otras características, utilizando únicamente los metadatos teléfonicos», señala.
Las autoridades están considerando restringir el acceso a los metadatos, apunta Mayer. Además, la Comisión Federal de Comunicaciones estadounidense está analizando si que las empresas de telecomunicaciones compartan los datos afecta a la privacidad de los consumidores.
Otros estudios y fuentes «confidenciales»
Los estudios que revelan el potencial de los metadatos telefónicos se multiplican en los últimos años. En algunos casos, muestran su capacidad para obtener información útil sobre la sociedad, como es el caso de un grupo de investigadores de la Universidad de California, demostró que se podían observar las estructuras sociales de un país, como Costa de Marfil, según los distintos idiomas que se hablan en él (hasta 60), en el patrón de llamadas telefónicas.
La densidad de comunicaciones entre hablantes del mismo idioma se revelaba en los metadatos. Este tipo de análisis podrían usarse también para estudiar resultados electorales según las etnias, y prevenir conflictos a gran escala, según los investigadores.
Otro estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT, Boston) demostró que con datos de cuatro llamadas o conexiones de internet en 15 meses bastaba para distinguir de manera única al 95% de los individuos estudiados.
Sin ir más lejos, hasta los Me gusta de Facebook dicen más de lo que parece. A partir de los Me gusta de los usuarios en cosas tan banales como su música o sus programas de TV preferidos, y mediante un modelo estadístico y predictivo, científicos de la Universidad de Cambridge conseguieron adivinar características como el sexo, la raza, la ideologia política o incluso si los padres del usuario se separaron cuando era pequeño.
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