Un grupo de informáticos israelíes de las universidades de Jerusalén y Bar Ilan ha dibujado el mapa más completo de Internet hasta la fecha. La novedad de este mapa es que sus creadores han teniendo en cuenta por primera vez la función que desempeña cada uno de los nodos que conforman la Red de Redes.
Los mayores esfuerzos para “mapear” Internet hasta ahora se hacían en relación a la estructura topológica en términos de conexiones entre los nodos (redes de ordenadores o de ISPs que actúan como estaciones de transmisión para llevar información de un sitio a otro de la Red), pero no respecto al papel que juegan esas conexiones, ya que hay nodos más importantes que otros.
Sólo 80 nodos centrales
Los resultados de esta investigación, dirigida por el profesor Shai Carmi, representan Internet como un núcleo denso de unos 80 nodos críticos rodeados por una “concha” exterior de otros 5.000 escasamente conectados y aislados entre sí, pero que dependen de ese núcleo central.
Separando el núcleo de esa concha exterior habría otros 15.000 nodos individuales ó peer-to-peer conectados entre sí que se comportan al mismo tiempo como usuarios y como servidores y que son autosuficientes.
El 30% de los nodos de la concha exterior están completamente cortados respecto al núcleo. Sin embargo, el 70% restante puede seguir funcionando porque esa región central tiene suficientes nodos peer-to-peer como para conectar la capa exterior con el núcleo de 80 nodos.
Carmi y su equipo sostienen que, si se utilizasen más esas vías alternativas de conexión, aumentaría la eficiencia de Internet porque el núcleo estaría menos congestionado.
Voluntarios
Para construir este mapa de Internet, publicado en el último número de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences , los investigadores han tenido la ayuda de 5.000 voluntarios online que usaron un programa que les ayudaba a identificar las conexiones entre los 20.000 nodos conocidos. Este programa distributivo enviaba información requerida a otras partes de la Red y grababa la ruta que la información seguía cada día, dibujando de esta manera el mapa.
Hasta ahora, para hacer estudios parecidos, se habían utilizado sólo unas cuantas docenas de grandes ordenadores. Pero este sistema distributivo ha permitido hacer seis millones de mediciones al día durante dos años desde miles de puntos de observación alrededor del mundo.
De esta manera, ha sido posible revelar nuevas conexiones. De hecho, el proyecto ha podido identificar cerca de un 20% más de interconexiones entre nodos de Internet desconocidas hasta la fecha.
Después, los investigadores mapearon los datos de conectividad para tener en cuenta cómo están conectados los nodos. Cada nodo fue evaluado en función de lo bien conectados que estaban respecto a otros nodos mejor conectados.
Los mapas anteriores de Internet sólo consideraban el número de conexiones como un indicador de la importancia de un nodo, sin tener en consideración hacía donde se dirigían esos nodos. Este nuevo mapa, según sus creadores, permite descartar conexiones muertas que no juegan ningún papel en la conectividad de Internet.
Voces discordantes
No todos los informáticos ven tan clara la utilidad de las redes peer-to-peer para descongestionar Internet. El informático Seth Bullock, profesor del Universidad de Sounthampton, en declaraciones a Technology Review advierte que, aunque hay beneficios potenciales en su utilización para mejorar la eficiencia de Internet, el crecimiento sin restricciones de estas redes podría derivar fácilmente en más congestión.
El actual desarrollo de Internet hace especialmente necesario saber cómo mejorar su eficiencia en el futuro. La nueva estructura propuesta por los informáticos israelíes puede ayudar a llevar a cabo este trabajo que, muchas veces, es complicado.
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