Científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets han apreciado que los impactos medioambientales de una economía basada en el hidrógeno serían peores que los derivados del consumo de combustibles fósiles, lo que constituye una llamada de atención sobre las potencialidades ecológicas de las pilas de combustible.
Tal como explican en un artículo aparecido en Science, con las actuales técnicas de producción, almacenamiento y transporte, el equipo del MIT considera que la sustitución de la economía basada en los combustibles fósiles por la del hidrógeno ocasionaría fugas en la atmósfera de entre un 10% y un 20%.
El escenario que han diseñado es el siguiente: el hidrógeno, que es un gas ligero, alcanza rápidamente la atmósfera triplicando el número de moléculas presentes y reacciona con el oxígeno para formar agua.
A esta altitud, la multiplicación de las moléculas de agua perturba la química del ozono y provoca un aumento del agujero que ya se ha formado a la altura de los polos, lo que supondría una pérdida adicional del 8% de la capa de ozono.
Desequilibrios químicos
El modelo aplicado por los investigadores establece que el aumento de agua a esta altitud, que sería de un 30%, bajaría las temperaturas y la subsiguiente creación de nubes crearía desequilibrios químicos perjudiciales para la capa de ozono, particularmente a nivel de los polos.
La investigación supone un jarro de agua fría sobre las esperanzas depositadas en el desarrollo de la economía del hidrógeno y de su componente fundamental, las así llamadas pilas de combustible.
Las pilas de combustible son consideradas hasta ahora el emblema de la energía limpia y suscitan gran interés debido a su potencial ecológico. Producen electricidad a partir de la oxidación del combustible que es el hidrógeno.
Las pilas generan esencialmente electricidad, calor y agua, nada que pueda dañar al medio ambiente, pero lo que dice el estudio del MIT es que desarrolladas a gran escala, las pilas de combustible pueden resultar más perjudiciales que la contaminación industrial o urbana.
Tecnología imparable
Aunque el estudio es un modelo teórico que no refleja necesariamente la realidad ambiental futura, tiene el valor de anticipar las posibles consecuencias para el medio ambiente de una tecnología que ya parece imparable.
Estados Unidos y Europa acaban de firmar un tratado mediante el cual se destinan más de dos mil millones de dólares a la investigación sobre el hidrógeno con la finalidad de mejorar, precisamente, la infraestructura, almacenamiento y transporte de esta tecnología.
El hidrógeno es considerado por la Administración Bus como una interesante alternativa a las energías fósiles. El Congreso norteamericano ha asignado tres mil millones de dólares en cinco años para la investigación en este campo, mientras la industria, particularmente la automovilística, afirma también su determinación de desarrollar prototipos de pilas de combustible.
Lo que está detrás de esta tecnología son los vehículos eléctricos, la producción de electricidad por habitante, una nueva fuente de energía para la industria, la alimentación de ordenadores portátiles y de teléfonos móviles, toda una revolución tecnológica y económica.
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