El crecimiento rápido de una empresa tiene un costo para la salud de los empleados, según un estudio realizado en Suecia entre 1991 y 1999 sobre la experiencia de 24.000 trabajadores. La investigación se centró particularmente en trabajadores sanos con un buen expediente laboral que tendrían menos de 65 años de edad al concluir la investigación.
Los efectos nocivos detectados cuando una empresa crece muy deprisa son los mismos que los que aparecen cuando se producen reducciones de personal: depresión, agotamiento, nerviosismo y absentismo entre los que permanecen en la empresa tras el reajuste empresarial.
Hugo Westerlund, investigador del National Institute for Psychosocial Medicine, de Estocolmo, Suecia, averiguó que un aumento moderado del personal de una empresa (entre el 8% y el 18% anual) tiene un efecto benéfico sobre la salud de los empleados, ya que en este escenario se registran menos casos de absentismo de más de tres meses por enfermedad.
Sin embargo, cuando el ritmo de crecimiento de una empresa se dispara y alcanza el 18% anual, los trabajadores registran el impacto: el riesgo de absentismo prolongado por motivos de salud aumenta un 7% y un 9% el riesgo de resultar hospitalizado.
Personal femenino
El personal más afectado por estos procesos es el femenino del sector público, que duplica los riesgos de caer enfermo si el crecimiento del personal en su departamento alcanza una rapidez llamativa.
El estudio, publicado en la revista The Lancet, confirma también lo que por otras investigaciones ya se sabía: que las reducciones de personal tampoco son buenas para la salud.
El estudio del National Institute for Psychosocial Medicine no explica por qué fenómenos de crecimiento empresarial afectan negativamente a la salud, pero según los autores de la investigación, parece claro que estos procesos, si son acelerados, engendran reestructuraciones y cambios en los métodos de trabajo que producen inestabilidad y ansiedad en el personal.
Otra posible explicación es que, por lo general, un crecimiento de los recursos humanos se produce después de un período de sobrecarga de trabajo para el personal en activo, por lo que cuando llegan nuevas fuerzas, el estrés acumulado aparece en forma de desánimo o agotamiento y en forma de síntomas de enfermedades leves.
Sociedad de la información y empleo
El estudio es motivo de reflexión acerca de la forma en que los procesos laborales, sometidos a profundas transformaciones en la sociedad de la información, afectan al equilibrio físico y emocional de las personas.
Particularmente, pone de manifiesto que cuando el personal de un colectivo de trabajo es sometido a cualquier tipo de presión psicológica, como un inesperado crecimiento de los recursos humanos, su productividad se ve afectada.
Muchas veces la presión psicológica es el resultado no del proceso de crecimiento de la empresa en sí mismo, sino de la ausencia de comunicación interna que impide que la información relevante del centro productivo sea conocida y comprendida por el personal en activo, generando falsas alarmas que se traducen en costes de productividad.
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