Según la OMT, las llegadas de turistas internacionales registraron un notable aumento del 7% en 2017 hasta alcanzar un total de 1.322 millones. El sector mueve 1,4 billones de dólares cada año y supone el 7% de todas las exportaciones de bienes y servicios del mundo.
Sin embargo, no todo es positivo en el sector turístico. A estos datos hay que unir los de un estudio de la Universidad de Sídney, según el cual la huella ecológica del sector ha superado los 4.500 millones de toneladas métricas en 2013, cuatro veces más de lo previsto, representando el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Si esta tendencia se mantiene, la huella de carbono del turismo mundial aumentará hasta un 40 por ciento antes de 2025, cuando alcanzará los 6.500 millones de toneladas métricas de CO2, si no se cambian las políticas y los hábitos, según la misma investigación.
La investigación, publicada en Nature Climate Change, ha reunido datos de 160 países y descubierto también que los viajes en avión representan el 12 por ciento del total de la contaminación que genera el turismo.
Los estudios anteriores sobre el impacto del turismo en el medio ambiente sólo contabilizaban las emisiones de dióxido de carbono, uno de los gases más importantes que provocan el efecto invernadero. Según estos estudios previos, el impacto del turismo sobre la huella de carbono representaba sólo entre el 2,5% y el 3% del total de las emisiones.
Sin embargo, el nuevo estudio ha incluido las emisiones de otros gases de efecto invernadero relacionadas también con la actividad turística, como los que se generan con el mantenimiento de las infraestructuras (de hoteles y aeropuertos), así como las emisiones vinculadas a la compra de alimentos, bebidas y recuerdos para los turistas, lo que ha elevado el porcentaje de la implicación del turismo en las emisiones contaminantes hasta el 8 por ciento.
Crecimiento desigual
A la vista de los nuevos datos, la investigación ha determinado que el turismo es responsable de casi una décima parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y que los vuelos son un componente importante de esta contaminación, algo que según los investigadores fue obviado por el Acuerdo de París para contener el calentamiento global.
La investigación destaca también que la huella ecológica del turismo aumenta a medida que aumenta el tráfico de viajeros de un lado al otro del mundo y que los ingresos que obtiene esta actividad no tienen impacto en la reducción de la contaminación que genera el sector.
Este estudio, resultado de año y medio de trabajo, es el primero en cuantificar la huella turística mundial en toda la cadena de suministro, desde vuelos hasta recuerdos turísticos, y pone de manifiesto que el turismo se ha revelado como un importante y creciente contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Los investigadores señalan que la asistencia financiera y técnica pueda ayudar a disminuir el impacto ambiental del turismo, especialmente el que se genera por los deportes de invierno y en los destinos exóticos y vulnerables.
Volar menos y pagar más
Según el autor principal de esta investigación, Arunima Malik, la compleja investigación incorporó más de mil millones de cadenas de suministro y sus impactos en la atmósfera.
«Nuestro análisis es una visión mundial del verdadero costo del turismo, incluidos los consumibles como la comida y los recuerdos. Es una evaluación completa del ciclo de vida del turismo mundial, asegurando que no perdemos ningún impacto», explicó en un comunicado.
Los investigadores señalan que los turistas también deben asumir responsabilidades a la hora de planificar sus vacaciones: hay que volar menos y pagar algo para la reducción de la huella de carbono que van a generar, para lo cual ya hay algunas iniciativas como Mirlo. Es preciso asumir que debemos practicar un turismo de bajo impacto ambiental, concluyen.
Estados Unidos lidera el ranking de huella de carbono, seguido de China, Alemania e India. La mayoría de estas huellas de carbono son causadas por viajes domésticos. Los viajes de negocios no pueden distinguirse del turismo. En países como Maldivas, Mauricio, Chipre y las Islas Seychelles, el turismo internacional representa entre el 30 y el 80 por ciento de las emisiones nacionales.
Referencia
The carbon footprint of global tourism. Manfred Lenzen et al. Nature Climate Change (2018). doi:10.1038/s41558-018-0141-x
Hola,
Me ha parecido muy interesante el artículo, nunca se me hubiese ocurrido mirarlo desde ese punto de vista. Habrá que buscar otras soluciones a este problema porque el turismo es el gran motor de la economía, sobre todo en España y deberíamos tender hacia un turismo más sostenible.