Hubo un tiempo en el descargarse una canción podía requerir 30 minutos, y descargar una película, más de 28 horas. Esto, por supuesto, fue antes de la introducción de la banda ancha, que revolucionó el uso de Internet.
Ahora, la banda ancha está a punto de beneficiarse de un cambio de imagen radical, gracias a los fondos europeos para las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
El proyecto paneuropeo DISCUS (Distributed Core for Unlimited Bandwidth Supply, Centro distribuido para suministro ilimitado de ancho de banda) está dirigido por CVTR, centro de investigación de telecomunicaciones de Irlanda, que depende del Trinity College de Dublín.
El proyecto, señala la información de la agencia de noticias científicas de la UE Cordis, tiene como objetivo proporcionar una red más viable económicamente, que sea ambientalmente sostenible y capaz de soportar todos los servicios actuales y futuros en el futuro previsible.
DISCUS tiene por objeto actualizar toda la red y mejorar la banda ancha que llega por la fibra óptica. Esto proporcionará Internet avanzado de muy alta velocidad a las redes en las zonas urbanas y rurales, así como una mayor calidad y una extensa disponibilidad, que las redes de hoy en día no son capaces de ofrecer.
Esto significa que el número de usuarios por cada red se incrementará significativamente de 32 a 1.000, y aumentará la cobertura entre los hogares y las oficinas centrales de 10-20 km a más de 100 km. También se abordará la creciente demanda de servicios como streaming de vídeo de alta definición y juegos.
El investigador Marco Ruffini, que junto con David Payne lidera el proyecto en CTVR, dice que el sistema de banda ancha actual fue construido sobre una infraestructura de red construida originalmente para apoyar sólo los servicios telefónicos de baja capacidad. Su actualización a la tecnología de fibra óptica, que conlleva una capacidad mucho mayor, ha avanzado lentamente debido al alto costo de la inversión inicial y la ineficacia de las arquitecturas de red actuales.
Financiación
DISCUS ha reunido a un equipo internacional que rediseñará y propondrá nuevas arquitecturas de red para construir una red de banda ancha más rentable y simplificada para un Internet de muy alta velocidad, explica Ruffini.
El proyecto, financiado por la UE dentro de su Séptimo Programa Marco con 8,1 millones de euros (de los 11,7 que tiene de presupuesto en total el proyecto), tiene tres años de duración, e incluye 13 socios colaboradores europeos dentro de la industria de redes ópticas y del mundo académico. El resto de la inversión para el proyecto provendrá de otros socios, como Telecom Italia y Nokia.
Otros países participantes son Bélgica, Alemania, España, Italia, Reino Unido, Suecia y Francia. CTVR también trabajará con grandes operadores europeos de telecomunicaciones y proveedores de equipos, así como pequeñas y medianas empresas y las universidades. Entre los participantes están Telefónica, Alcatel-Lucent y Nokia-Siemens.
La profesora Linda Doyle, directora de CTVR, señala: «Este proyecto es muy emocionante para nosotros dado que la escala del proyecto es muy significativa. Nuestro objetivo es el diseño de las futuras redes ópticas para que sean más baratos, resistentes y capaces de evolucionar ajustándose a las necesidades a largo plazo.»
El fortalecimiento de la economía digital de Europa y avanzar en áreas como la banda ancha de alta velocidad son una prioridad para la presidencia irlandesa de la UE.
La tecnología
Ruffini explica en qué consiste la nueva tecnología: «Adoptamos una tecnología diferente llamada Red Óptica Pasiva de Largo Alcance, que que en comparación con el fibra estándar actual para el hogar, nos permite aumentar el número de usuarios por la red de 32 a 1000, y aumentar la distancia entre el hogar y la oficina central de entre 10 y 20 kilometros a más de 100 km.
Esto significa que más de 1.000 centrales locales de telecomunicaciones que tenemos hoy en Irlanda podrían reducirse a unos 20 nodos centrales, lo que reduce los costes de capital y operativos, así como el consumo de energía, y amplía la disponibilidad de servicios también a las zonas rurales».
«Una de las características clave de DISCUS», añade, «es que estamos viendo toda la arquitectura de la red en su conjunto, es decir, el acceso y las piezas centrales a la vez, y buscando soluciones que pueden minimizar el costo total de la red».
Además de los socios mencionados, también participan la Universidad de Aston (Reino Unido), Interuniversitair micro-electronica centrum (Bélgica), III-V de laboratorio (Francia), Polatis (Reino Unido), Atesio (Alemania) y Kungliga Tekniska Hoegskolan (Suecia). El CTVR de University College Cork también está involucrado. El CTVR de Trinity College es uno de los diez centros principales para la Ciencia y la Tecnología de Irlanda y está financiado por la Fundación Científica de Irlanda.
Hacer un comentario