Es habitual que en una conversación casual surja el tema de la proximidad de las nuevas generaciones con la tecnología. Nuestros niños y jóvenes crecen entre los omnipresentes teléfonos móviles, las indispensables consolas de videojuegos, y preguntan antes a los buscadores de internet que a sus padres o a sus amigos.
Entonces inevitablemente la conversación llega a un punto en el que se pone de manifiesto la presunta ineptitud de los adultos presentes a la hora de interactuar con esas cosas. En todas las familias existe la figura del manitas tecnológico que se encarga de conectar la videocámara a la televisión porque los demás se declaran no aptos. Y quien dice conectar la videocámara, dice descargar fotos del móvil, reproducir un vídeo desde un pendrive usando el reproductor de DVD, o buscar información en una enciclopedia de internet sobre aquello que dijo el médico en la última revisión.
Buscar en internet es beneficioso
Según el estudio, efectuado en dos etapas, llevado a cabo por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles ( UCLA), parece que no deberíamos dejar en manos de otros las tareas que impliquen hacer búsquedas en internet. De hecho resulta ser beneficioso llevar a cabo este tipo de actividad, sobre todo para aquellos menos habituados.
«Los resultados del estudio muestran que las tecnologías informáticas emergentes podrían tener efectos fisiológicos y potencialmente beneficios para sujetos de mediana edad y edad avanzada», dice el doctor Gary Small, profesor en el Instituto Semel de Neurociencia y Comportamiento Humano en UCLA, «Las búsquedas en internet ponen en marcha una compleja actividad cerebral, que puede ayudar a ejercitar y mejorar la función cerebral».
Leer libros y buscar en internet
Para el estudio inicial se usaron 24 voluntarios neurológicamente normales de entre 55 y 76 años de edad. La mitad tenían experiencia previa en búsquedas en internet. La otra mitad no. La edad, el nivel cultural y la distribución de sexos era similar entre las dos mitades. Los participantes fueron sometidos a la monitorización mediante resonancia magnética funcional, mientras realizaban actividades de lectura de libros y búsquedas en internet.
Mientras leían libros, todos los participantes mostraron gran actividad cerebral en las zonas de control del lenguaje, la lectura, la memoria y las habilidades visuales del cerebro. Cuando realizaban búsquedas en internet, los sujetos sin experiencia previa mostraron una actividad cerebral muy similar a la registrada mientras leían. Sin embargo, los voluntarios que tenían experiencia haciendo búsquedas en internet activaron otras regiones cerebrales además de las usadas para leer. Mostraron moderada actividad en las zonas de toma de decisiones y de razonamiento complejo del cerebro.
De hecho, en las imágenes tridimensionales de los cerebros de los inexpertos se podían contar un promedio de 8.646 voxels (pixels volumétricos, unidades de imagen tridimensional) activos, mientras que en los cerebros de los expertos había un promedio de 21.782 voxels activos. Más del doble.
Tras 7 días todos estaban al mismo nivel
Tras estos resultados, los participantes realizaron una hora diaria de búsquedas en internet durante siete días. Entonces se les volvió a someter al mismo procedimiento, obteniendo resultados bastante elocuentes.
Los sujetos sin experiencia en la etapa anterior, que ahora tenían una semana de experiencia, mostraron una activación cerebral muy similar a la de los que sí tenían experiencia antes. Es decir, que sólo con pequeños ejercicios de una hora durante siete días habían conseguido cablear y activar regiones del cerebro que antes permanecían inactivas.
El cerebro se mantiene receptivo con la edad
«Hemos visto que en personas de edad avanzada con experiencia mínima, hacer búsquedas en internet, incluso durante un periodo relativamente corto de tiempo, puede cambiar los patrones de actividad cerebral y mejorar el funcionamiento», sentencia Small.
Esto contradice la concepción erróneamente generalizada de que los cerebros adultos o envejecidos no mantienen la capacidad de aprender y reestructurarse para incorporar nuevas habilidades. El doctor afirma que «una tarea simple y rutinaria como buscar en internet parece mejorar las conexiones cerebrales en adultos mayores, demostrando que nuestros cerebros son sensibles y pueden seguir aprendiendo mientras nos hacemos viejos».
Uso terapéutico de internet
Su compañera de investigación, la doctora Teena D. Moody, va más allá diciendo que «los resultados sugieren que la búsqueda en internet puede constituir una forma simple de ejercicio cerebral que puede ser empleado para mejorar la cognición en adultos de edad avanzada». Esto deja la puerta abierta para el uso terapéutico de algo tan accesible como la búsqueda en internet.
A partir de ahora parece más beneficioso para toda la familia que sean los más mayores los que se encarguen de hacer las búsquedas en internet, en lugar de los jóvenes ya habituados. Y no hay excusas, cuanta menos sea la experiencia previa mejores serán los efectos.
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