Julio Bogeat es profesor en la Cátedra Consciencia y Desarrollo de la Universidad de Granada y colaborador de la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia. Licenciado en Psicología Clínica y terapeuta Gestalt, entre otras especialidades, actualmente dirige el máster Consciencia y Ser que dicha Fundación ha organizado. El máster se desarrollará hasta junio de 2018 en Madrid, y según Bogeat, su recepción está siendo óptima.
Bogeat nos explica, además, en la siguiente entrevista que, dentro del Nuevo Paradigma que tanto la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia como la Cátedra Consciencia y Desarrollo de la UGR promulgan, todo lo que percibimos está compuesto por energía e información. Por tanto, manejarse bien con ambas cosas puede mejorar la vida individual y colectiva. La transmisión de conocimientos y herramientas sobre cómo llevar a cabo esa mejora es el objetivo que subyace al máster Consciencia y Ser, y también a las actividades de Bogeat, cada vez más enfocado en la docencia.
¿Qué es el Nuevo Paradigma, y qué papel juega en él el desarrollo de la consciencia?
El Nuevo Paradigma es en realidad un nuevo contexto y, dentro de ese nuevo contexto, vemos como las nuevas tecnologías y avances científicos parecen evidenciar lo que ha expresado desde tiempo inmemorial la sabiduría perenne de la humanidad. Dentro de este Nuevo Paradigma, comienza su andadura la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia hace cinco años aproximadamente, a través de su Fundador, Gonzalo Rodríguez-Fraile.
Esta Fundación tiene como cometido evidenciar precisamente esto de lo que hablamos, el mensaje que la sabiduría perenne ha ofrecido desde el principio de los tiempos y que, aunque ha sido transmitido y vivenciado de manera contundente por todos aquellos maestros espirituales y místicos (Jesús, Buda, etc…) no contaba con un sustrato empírico que pudiera explicar de manera objetiva todo este proceso.
Gracias a los avances tecnológicos y a este anhelo de “despertar de la consciencia” por parte de muchas personas, hoy tenemos la oportunidad de vivir con mayor plenitud, y aumentar nuestros niveles de felicidad y paz interior.
¿Cómo puede el desarrollo personal de la consciencia cambiar el estado de un individuo y, a partir de ahí, el de su entorno?
Existe un concepto muy básico en toda esta propuesta: Todo lo que percibimos en esta vida a través de nuestros sentidos, incluso lo que no percibimos, está compuesto por energía e información, en última instancia todo es información. El ser humano por supuesto que no es una excepción.
Esta energía e información vibra a una frecuencia de onda determinada que es medida en Hz/Sg. Desde la física moderna, se evidencia que a mayores ciclos por segundo de un cuerpo X (mesa, vegetal, ser humano…) más Verdad contiene y por lo tanto más Amor.
Ahora, según nos dice también la teoría de cuerdas, todo es vibración. Cuando una persona trabaja en sí misma comienza a elevar este nivel de vibración y, por lo tanto, ejerce un efecto directo sobre el entorno, puesto que frecuencias elevadas afectan a frecuencias menos elevadas, esto lo describe igualmente la física como un hecho.
Para que exista crecimiento personal y por lo tanto espiritual, debemos contemplar tres variables: La información veraz (entendida por aquella que da paz y que es replicable a través de diferentes recursos); el entrenamiento de esa información, a través de diferentes técnicas, como la autobservación o la modificación de nuestro pensamiento; y el manejo de la energía vital, a través del respeto a los ciclos de sueño, la alimentación, la salud o el uso de herramientas de validez demostrada como la meditación, el yoga, etc.
Sólo desde estados elevados de energía podremos acceder a estados elevados de consciencia y tendremos la oportunidad de verificar nítidamente como nuestro entorno cambia. “Como es adentro es afuera”, rezaba siglos antes de Cristo el Kybalion.
Suponemos que consideran que la transmisión de conocimientos es fundamental en esa transformación personal que describe, ¿es por eso que se ha dedicado usted a la docencia y a la formación?
Por supuesto que la transmisión de conocimientos es fundamental para facilitar estos cambios en las personas interesadas, y ésta es una de las razones por las que cada vez me estoy enfocando más en la docencia, tanto en la Cátedra Consciencia y Desarrollo de la Universidad de Granada como en el propio máster, así como en otras formaciones. El poder de retroalimentación que tiene el grupo es impresionante, aunque sin dejar la consulta individual, que también es necesaria para profundizar y acompañar en los diferentes procesos.
En esta dirección, una de sus actividades más recientes, como ya ha mencionado, es el máster Consciencia y Ser que dirige y que está organizado por la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia. Se está desarrollando en Madrid este año, hasta junio de 2018. ¿A quién va dirigido?
Si, el máster Consciencia y Ser nace de la necesidad de dar cobertura a personas que querían conocer, profundizar y entrenar esta información a lo largo de todo un año académico completo. En este sentido, la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia nos brindó todo su apoyo y comenzamos a organizar todos los contenidos, docencia y otras cuestiones logísticas, vertebrando un sistema muy coherente y de efectividad comprobada en estos seis fines de semana que llevamos de experiencia. Es decir, que ya llevamos medio máster realizado, y este a su vez es flexible ante las necesidades que vayan emergiendo.
La respuesta ha sido muy positiva y en la edición 2018-2019, además de a Madrid, llevaremos también la formación a Barcelona. Miami es otra ciudad que nos abrirá sus puertas en mayo de este año. En Latinoamérica, la demanda también es importante y nos planteamos en breve una formación online.
La formación está dirigida a cualquier persona que quiera vivir de una manera más feliz y por lo tanto más plena. Prueba de ello es que en el grupo hay alumnos pertenecientes a colectivos muy dispares: Empresa, docencia, medicina, psicología, terapias, coaching, periodismo, estudiantes… Como queremos facilitar la entrada, ofrecemos también la inclusión a gente que no tenga recursos económicos, por lo que existe un acceso a través de becas.
A grandes rasgos, ¿qué contenidos ofrece este máster?
La formación se divide básicamente en cuatro módulos perfectamente diferenciados. El primero, “Una nueva visión de la realidad” aporta una explicación científica para los contenidos del propio máster. En este módulo, Carmen Carmona, docente y mi gran acompañante de viaje en este proyecto, expone con excelencia todas estas teorías que permiten entender claramente el porqué de esta nueva visión de la realidad.
En un segundo módulo, “El Ser Humano en el Nuevo Paradigma”, que tengo el privilegio de impartir, se ofrece el espacio para poder dar respuesta a diferentes preguntas esenciales que nos hemos planteado en algún momento de nuestras vidas: ¿Quién soy yo?, ¿Qué hago aquí?, ¿Qué es la muerte? ¿Cuál es mi propósito en esta vida? Hacemos una disertación exhaustiva de esa maquinaria a la que llamamos ego, desde el modelo del Eneagrama.
En el tercer módulo, “Las Leyes Universales”, impartido por Nieves Machín, se habla de códigos inmutables desde siempre, que nos pueden ayudar a que hacer que nuestra vida fluya. Por último, en el módulo “Herramientas para el crecimiento personal y espiritual” Gonzalo Rodríguez-Fraile muestra claves sobre la salud, las relaciones, los recursos y la adaptación.
En total son 17 expertos los que componen el profesorado de este máster, ¿a qué disciplinas se adscriben?
Todos nosotros, además de nuestras correspondientes formaciones, estamos “adscritos” a un movimiento que comienza en nosotros mismos y se manifiesta en lo externo (hacia fuera). Lo que nos interesa es potenciar, en la medida de nuestras posibilidades, un mundo más consciente y por tanto más feliz.
Si hablamos desde una línea estrictamente curricular, somos un equipo que abarcamos áreas muy diferentes: Psicología, Psiquiatría, Quiropráctica, Derecho, Empresa, Economía, Política, Nutrición, Kinesiología, Coaching. La idea es seguir sumando en este proyecto personas que estén alineadas con este propósito. En este sentido, quisiera agradecer su confianza y su participación en este proyecto a Gonzalo Rodríguez-Fraile, Carmen Carmona, Nieves Machín, Joan Garriga, Teresa Rodríguez, Isabel Martínez-Lorente, Gema Martiz, Juan González, Tomeu Oliver, Pilar Posadas, Fidel Delgado, Luis Miguel Samperio, Helen Trebbau, Felicidad Cristobal, Virginia Prieto y Marcelo Ruiz.
¿Cómo recibe la gente este tipo de información? ¿Tiene aplicaciones prácticas?
Los alumnos que se han inscrito este año en el máster están recibiendo esta información con mucha apertura. Por lo general, las personas llegan con esa apertura porque de alguna manera se han saturado, es decir, han vivido experiencias que les han llevado a replantearse el propósito de sus vidas, el porqué de tanto sufrimiento…
Eso siempre nos invita a hacer un ejercicio de reflexión en el que, al final, el ego claudica y, de alguna forma, se abre a recibir nuevos contenidos, nuevas informaciones. En momentos así, nuestras viejas creencias ya no tienen la misma utilidad. Desde ahí podemos aumentar nuestro nivel de sabiduría o consciencia, para transitar por la vida con más felicidad.
En este sentido, nosotros proponemos unos ejercicios que por supuesto tienen que ser verificados a través de la propia experiencia para demostrar su eficacia, y no hay mejor marco para ello que el contexto cotidiano de sus propias vidas.
El próximo 24 de febrero comienza, además, el Congreso Internacional Consciencia y Desarrollo, organizado por la cátedra Consciencia y Desarrollo de la Universidad de Granada y la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia. En este Congreso, usted participa con una conferencia que versará sobre la esencia y el ego, ¿son incompatibles?
Sí, participo concretamente con una intervención titulada: “Ego y Esencia en el Nuevo Paradigma”. Respondiendo a su segunda pregunta, tengo que decir que SI, son compatibles. Es la mente dualista la única que los separa. Existen algunas corrientes que hablan de “matar al ego” para que pueda aparecer la esencia, sin embargo, y siempre desde mi experiencia como psicólogo y persona que ha vivenciado este proceso, el ego cumple una función muy positiva también, una función de adaptación a un medio que vivimos como hostil en el momento de nuestro nacimiento.
De este modo, y desde muy temprana edad, el bebé va generando estrategias o mecanismos de defensa que le van a servir para la supervivencia. La dificultad estriba en el momento en el que hemos hecho de estas estrategias o creencias una guía que se mueve en términos absolutos, para vivir en este mundo el resto de nuestros días. Este apego a esa manera rígida de interpretar nuestra existencia, trae consigo múltiples problemas; malas relaciones en el trabajo, en la pareja, en la salud, problemas de recursos económicos etc.
Todo esto tiene que ser revisado, para poder vivir más serenos, y la respuesta la tiene nuestra esencia. En el momento en el que alineamos nuestro ego a nuestra esencia, ponemos al servicio de ésta todo su potencial en términos positivos y la vida comienza a fluir diluyéndose todos nuestros problemas, o mejor expresado, oportunidades de crecimiento.
¿Cómo encajarían los conceptos de «ego» y «esencia» en el Nuevo Paradigma?
Desde el Nuevo Paradigma, ego y esencia son compatibles a través de la denominada teoría integral de Ken Wilber. Dentro de esta teoría, Wilber habla de los holones. Un holón puede describirse como una totalidad/parte, un elemento que es al mismo tiempo una totalidad y parte de otro, como todo en este mundo. De esta forma, todo es incluido y trascendido, algo muy similar a esas muñecas rusas que se apilan unas dentro de otras: La muñeca mayor incluye al resto y las ha trascendido.
En el contexto de la teoría integral de Wilber, el ego sería un elemento de menor vibración y, por lo tanto, más denso y “menos real”, y se incluiría y trascendería a través de la esencia. Por lo tanto, ambos no son incompatibles, sino que forman parte de un continuo que oscila de extremo a extremo y al que todos, antes o después llegaremos.
Hacer un comentario