La carrera espacial que las principales potencias están desarrollando en el siglo XXI se está volviendo nuclear. Por un lado, Rusia ha anunciado que creará una planta de energía nuclear en sus instalaciones en Marte, un proyecto que planea concretar en 2030. Estados Unidos, por su parte, desarrollará iniciativas similares en Marte y la Luna desde 2026. Al mismo tiempo, buscará optimizar una tecnología para el desarrollo de naves espaciales impulsadas mediante energía nuclear.
¿Dónde comienza esta «fiebre» nuclear relacionada con los viajes espaciales? Hay que remontarse a los primeros tiempos del programa espacial estadounidense, concretamente a las décadas de 1950 y 1960. Por entonces, la denominada Comisión de Energía Atómica desarrolló una serie de cohetes nucleares en colaboración con la NASA.
Sin embargo, como se pensaban utilizar en misiones a Marte y la Luna, los proyectos fueron cancelados a principios de la década de 1970, teniendo en cuenta que en ese momento era imposible que se concretaran esa clase de misiones. A pesar de esto, Estados Unidos probó el reactor nuclear SNAP-10A en el espacio durante 43 días en 1965.
La ex-URSS siguió un camino similar: efectúo una prueba en tierra del reactor experimental Romashka en 1965, propulsado en base a uranio y conversión termoeléctrica directa en electricidad. Posteriormente, envió alrededor de 40 satélites con tecnología nuclear-eléctrica al espacio, propulsados por el reactor BES-5 y el reactor TOPAZ-II. Éste último llegó a producir 10 kilovatios de electricidad.
Los proyectos de Rusia y Estados Unidos
Ahora, la agencia espacial rusa Roscosmos ha anunciado que instalará una central de energía nuclear en Marte, de acuerdo a Sputnik News. Todos los elementos necesarios para poner en marcha a la planta llegarán al planeta rojo mediante el remolcador espacial de propulsión nuclear Zeus, que comenzará a realizar pruebas de vuelo en 2030.
Rusia viene trabajando en la creación de una nave espacial interplanetaria combinada con una planta de energía nuclear desde 2010. Ya en 2019, presentó un concepto para un remolcador espacial nuclear, que profundizó y completó en 2020. Actualmente, trabaja en el diseño experimental del remolcador Zeus: se espera su finalización para 2024.
Por su parte, Estados Unidos avanzará en la creación de plantas de energía nuclear que funcionen en la Luna y Marte. Según PBS News Hour, desarrollarán además un «sistema de energía de superficie de fisión», que tendrá como objetivo hacer viable la vida humana durante extensos períodos en entornos espaciales hostiles, facilitando la sustentabilidad e independencia de los futuros emplazamientos.
Los especialistas estadounidenses creen que los reactores nucleares pequeños son capaces de proporcionar la capacidad de energía necesaria, pensando en las misiones de exploración espacial que se desarrollarán en los próximos años. El ambicioso plan contempla disponer de un reactor, un sistema de vuelo y un módulo de aterrizaje listos para funcionar a fines de 2026.
Sin embargo, todo indica que se necesitarán varios reactores conectados para poder hacer frente a las necesidades de energía en la Luna o Marte. Cada uno de ellos deberá alcanzar una producción permanente de electricidad de al menos 10 kilovatios, para garantizar el éxito del proyecto.
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Las ventajas de la propulsión nuclear
¿Por qué la propulsión nuclear podría convertirse en la tecnología de vanguardia para los viajes espaciales? Por ejemplo, según NPR un grupo de especialistas recomendó a la NASA que comenzara ya mismo a estudiar la propulsión nuclear con seriedad, porque sería la mejor alternativa para concretar una misión estadounidense a Marte en 2039.
Pensando en los proyectos espaciales de los próximos años, los científicos sostienen que la clave estará en concretar viajes más rápidos y económicos. Para ese objetivo, la propulsión nuclear sería la ideal. Con este tipo de energía, las misiones se completarían con menos combustible y en menos tiempo. También se podría aprovechar el empuje adicional proporcionado por los motores de los cohetes nucleares, simplificando el viaje de regreso.
Foto: representación artística de una nave espacial de propulsión nuclear pensada para llevar personas a Marte en un futuro. La energía nuclear podría permitir viajes más rápidos, según los expertos. Crédito: USNC-Tech.
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