Tendencias21

La ciencia atraviesa una crisis de confianza

La ciencia atraviesa una crisis de confianza en la que el conservadurismo político tiene poco que ver, salvo en el caso del cambio climático. El escepticismo científico tiene varias formas y está influido, además, por el nivel de cultura científica, la religiosidad o la moral. Comprenderlo ayudará a descubrir qué hacer para que la gente se tome en serio a la ciencia. Por Bastiaan T Rutjens (*).

La ciencia atraviesa una crisis de confianza

Hoy existe una crisis de confianza en la ciencia. Muchas personas, incluidos los políticos y, sí, incluso los presidentes, expresan públicamente dudas sobre la validez de los hallazgos científicos. Mientras tanto, las instituciones y publicaciones científicas expresan sus preocupaciones sobre la creciente desconfianza del público hacia la ciencia.

¿Cómo es posible que la ciencia, cuyos productos impregnan nuestras vidas cotidianas y las mejoran, provoque actitudes negativas entre una parte sustancial de la población? Comprender por qué las personas desconfían de la ciencia contribuirá en gran medida a descubrir qué se debe hacer para que las personas se tomen en serio a la ciencia.

La ideología política es vista por muchos investigadores como el principal culpable del escepticismo hacia la ciencia. El sociólogo Gordon Gauchat ha demostrado que los conservadores políticos de Estados Unidos se han vuelto más desconfiados hacia la ciencia, una tendencia que comenzó en los años setenta.

Y una serie de investigaciones recientes llevadas a cabo por psicólogos sociales y políticos ha demostrado asimismo que el escepticismo hacia el cambio climático, concretamente, se encuentra por lo general entre las personas situadas en el bando conservador del espectro político. Sin embargo, hay algo más en el escepticismo hacia la ciencia que la ideología política.

La misma investigación que ha observado los efectos de la ideología política sobre las actitudes hacia el cambio climático, también ha descubierto que la ideología política no es tan predictiva del escepticismo sobre otros temas de investigación controvertidos.

El trabajo del científico cognitivo Stephan Lewandowsky, así como la investigación dirigida por el psicólogo Sydney Scott, no ha observado ninguna relación entre la ideología política y las actitudes hacia la modificación genética. Lewandowsky tampoco encontró una relación clara entre el conservadurismo político y el escepticismo hacia las vacunas.

Más allá de la política

Existen por tanto más factores que soportan al escepticismo de la ciencia, además del conservadurismo político. ¿Pero cuáles son?

Es importante cartografiar qué factores contribuyen o no al escepticismo científico y a la desconfianza hacia la ciencia, para proporcionar explicaciones más precisas de por qué un número creciente de individuos rechaza la noción de cambio climático antropogénico, o piensa que comer productos genéticamente modificados es peligroso, o cree que las vacunas causan autismo.

Mis colegas y yo hemos publicado un conjunto de estudios que investigaron la confianza de la sociedad en la ciencia, así como el escepticismo hacia la ciencia. Una de las conclusiones más importantes de nuestra investigación es que es crucial no agrupar varias formas de escepticismo científico.

Y aunque ciertamente no fuimos los primeros en mirar más allá de la ideología política, notamos dos lagunas importantes en la literatura científica sobre el tema. En primer lugar, la religiosidad hasta ahora ha sido poco investigada como precursora del escepticismo científico, tal vez porque la ideología política ha recibido demasiada atención.

En segundo lugar, la investigación actual no ha analizado sistemáticamente las diversas formas de escepticismo científico, ni tampoco las medidas más generales adoptadas para generar confianza en la ciencia. Hemos intentado corregir ambos descuidos.

Las personas pueden ser escépticas o desconfiar de la ciencia por diferentes motivos, ya sea por un hallazgo específico de una disciplina (por ejemplo, «El clima no está calentándose, pero yo creo en la evolución»), o acerca de la ciencia en general («La ciencia es solo una de muchas opiniones ‘).

La ciencia atraviesa una crisis de confianza

Cuatro predictores

Identificamos cuatro predictores principales, tanto de la aceptación de la ciencia como del escepticismo hacia la ciencia: la ideología política; la religiosidad; la moralidad; y el conocimiento científico.

Estas variables tienden a interrelacionarse, en algunos casos con bastante intensidad, lo que significa que pueden estar confundidas. Un ejemplo: una relación observada entre el conservadurismo político y la confianza hacia la ciencia podría en realidad ser causada por otra variable, por ejemplo, la religiosidad. Cuando no se miden todos los elementos a la vez, es difícil evaluar adecuadamente cuál es el valor predictivo de cada uno de ellos.

Por tanto, investigamos la heterogeneidad del escepticismo hacia la ciencia entre las muestras de los participantes de Norteamérica. Próximamente realizaremos  otro estudio transnacional a gran escala, sobre el escepticismo hacia la ciencia en Europa y otras regiones.

Proporcionamos a los participantes diferentes declaraciones sobre el cambio climático (por ejemplo, ‘Las emisiones de CO2 humanas causan el cambio climático’), la modificación genética (por ejemplo, ‘GM de los alimentos es una tecnología segura y confiable’) y la vacunación (por ejemplo, ‘creo que las vacunas tienen efectos secundarios negativos que superan los beneficios de la vacunación para niños’).

Los participantes tenían que indicar en qué medida estaban de acuerdo o en desacuerdo con estas declaraciones. También medimos la confianza de los participantes en la ciencia, e incluimos una tarea en la que podían indicar cuánto dinero público se debería invertir en ciencia, en comparación con otros aspectos de inversión pública.

Evaluamos por último el impacto de la ideología política, de la religiosidad, de las inquietudes morales y de la cultura científica sobre las respuestas de los participantes a estas diversas medidas. La medición se realizó mediante una prueba de alfabetización científica, consistente en que los participantes debían distinguir entre afirmaciones verdaderas o falsas. Por ejemplo, «toda la radioactividad está hecha por humanos» y «el centro de la Tierra está muy caliente».

Resultados sorprendentes

La ideología política no jugó un papel significativo en la mayoría de nuestras medidas. La única forma de escepticismo científico que fue consistentemente más pronunciada entre los encuestados políticamente conservadores en nuestros estudios fue, como es lógico, el escepticismo hacia el cambio climático. Pero, ¿qué pasa con las otras formas de escepticismo o con el escepticismo hacia la ciencia en general?

El escepticismo sobre la modificación genética no aparece relacionado con la ideología política o las creencias religiosas, aunque se correlaciona con el conocimiento de la ciencia: cuanto peores eran los resultados obtenidos por los participantes en la prueba de alfabetización científica, más escépticos se mostraban con respecto a la seguridad de los alimentos genéticamente modificados.

El escepticismo hacia las vacunas tampoco mostró relación alguna con la ideología política, si bien es más intenso entre los participantes religiosos, con una influencia particular de las preocupaciones morales sobre la naturalidad de la vacunación.

Al ir más allá del escepticismo hacia un campo específico de la ciencia, ¿qué observamos acerca de una confianza general en la ciencia y la voluntad de apoyar a la ciencia de manera más amplia?

Los resultados fueron bastante claros: la confianza en la ciencia es mucho más baja entre los religiosos. En particular, la ortodoxia religiosa fue un fuerte predictor negativo de la fe en la ciencia y los participantes ortodoxos también fueron los menos positivos sobre la inversión de dinero público en la ciencia. Pero la ideología política no contribuyó con ninguna variación significativa más allá de la religiosidad.

Lecciones a aprender

A partir de estos estudios, hay un par de lecciones que aprender sobre la actual crisis de fe que afecta a la ciencia. El escepticismo de la ciencia es bastante diverso. Además, la desconfianza hacia la ciencia no tiene tanto que ver con la ideología política, excepto en el caso del escepticismo sobre el cambio climático, que claramente se encuentra impulsado por la política.

Además, estos resultados sugieren que el escepticismo hacia la ciencia no puede remediarse aumentando sin más el conocimiento de la gente sobre la ciencia. El impacto de la alfabetización científica en el escepticismo científico, en la confianza en la ciencia y en la voluntad de apoyar la ciencia, es pequeño, salvo en el caso de la modificación genética.

Algunas personas son reacias a aceptar hallazgos científicos particulares por varias razones. Cuando el objetivo es combatir el escepticismo y aumentar la confianza en la ciencia, un buen punto de partida es reconocer que el escepticismo hacia la ciencia tiene muchas formas.
 
(*) Bastiaan T Rutjens es profesor de Psicología en la Universidad de Amsterdam. Este artículo se publicó originalmente en Aeon. Se reproduce bajo licencia Creative Commons.

Referencia

Not All Skepticism Is Equal: Exploring the Ideological Antecedents of Science Acceptance and Rejection. Personality and Social Psychology Bulletin, Volume: 44 issue: 3, page(s): 384-405. DOI: https://doi.org/10.1177/0146167217741314
 
 

La ciencia atraviesa una crisis de confianza

Este artículo se publica bajo los principios de la Carta Académica, una iniciativa de Tendencias21 destinada a facilitar las relaciones entre los científicos y la sociedad a través de la divulgación de sus resultados de investigación. Si reúnes los requisitos y estás interesado en participar, academia@tendencias21.net

Aeon counter – do not remove

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Un misterioso pulso marca la música del corazón de la Vía Láctea 15 febrero, 2025
    El corazón de nuestra galaxia late con una señal misteriosa: cada 76 minutos, como un reloj, el flujo de rayos gamma de Sagitario A*, el agujero negro supermasivo ubicado en el corazón de nuestra galaxia, fluctúa por una razón aún no definida. Según los investigadores, es similar en periodicidad a los cambios en la emisión […]
    Pablo Javier Piacente
  • Las ganas de postre surgen en el cerebro cuando hemos comido bien 14 febrero, 2025
    Los investigadores demostraron que un grupo de células nerviosas, denominadas neuronas POMC, son las responsables de mantener nuestras ganas de comer postre, a pesar de haber disfrutado de un almuerzo o una cena suculenta que nos ha saciado. En roedores y humanos, estas neuronas se activan tan pronto como se tiene acceso al azúcar, facilitando […]
    Pablo Javier Piacente / T21
  • ¿ChatGPT reemplazará a los psicoterapeutas en el futuro? 14 febrero, 2025
    Los científicos descubrieron que las respuestas producidas por el popular sistema ChatGPT eran generalmente mejor valoradas que las entregadas por un psicólogo humano en el marco de una situación de terapia de pareja: eran más largas y contenían más sustantivos y adjetivos, aportando una mayor contextualización.
    Pablo Javier Piacente / T21
  • Una bacteria podría resolver los crímenes ligados a agresiones sexuales 14 febrero, 2025
    Una especie bacteriana única, conocida como “sexoma”, se transfiere entre individuos durante las relaciones sexuales. Estas firmas microbianas podrían servir como evidencia forense, incluso cuando no existan marcadores de ADN tradicionales, transformándose en una herramienta clave para la resolución de delitos que involucren agresiones sexuales.
    Redacción T21
  • ¿Será capaz Europa de subirse al tren de la Inteligencia Artificial? 14 febrero, 2025
    Europa va a invertir 309.000 millones de euros en Inteligencia artificial, muy lejos de los 500.000 euros que se propone Estados Unidos, mediante una iniciativa público-privada que parece más un ideal que un plan de acción realista. De momento.
    EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE/T21
  • Descubren el lugar exacto dónde la vida comenzó a desarrollarse en la Tierra primitiva 13 febrero, 2025
    Científicos estadounidenses concluyen en un nuevo estudio que los primeros microorganismos que se adaptaron de un entorno prehistórico con poco oxígeno al que existe en la actualidad lo lograron en ambientes semejantes a los enormes géiseres del actual Parque Nacional de Yellowstone, ubicado en el oeste de Estados Unidos, hace aproximadamente 2.400 millones de años.
    Pablo Javier Piacente / T21
  • Comprobado en ratones: el estrés intensivo provoca sordera 13 febrero, 2025
    Los resultados de un nuevo estudio muestran que el estrés repetido podría cambiar la forma en que percibimos y respondemos al mundo que nos rodea: en roedores, los científicos comprobaron que se producen cambios en la forma en que el cerebro procesa el sonido, disminuyendo la capacidad para percibir los ruidos más intensos.
    Pablo Javier Piacente / T21
  • El neutrino que atravesó el Mediterráneo abre una nueva ventana energética al Universo 13 febrero, 2025
    Los científicos afirman que la fuente de una partícula de alta energía que atravesó el mar Mediterráneo en 2023 es todavía un enigma, abriendo un escenario desconocido de la energía cósmica. El destello de luz identificado a 3,5 kilómetros de profundidad ha dejado ver la presencia de un visitante cósmico sin precedentes: un neutrino con […]
    Redacción T21
  • La ciencia llama a la resistencia ante Trump 13 febrero, 2025
    La reconocida revista Science ha hecho un llamamiento a la comunidad científica para resistir a los recortes a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) planeados por el presidente estadounidense Donald Trump.
    Redacción T21
  • La IA alcanza el Modo Dios: da forma a la realidad percibida por los usuarios 13 febrero, 2025
    El desafío que plantea la IA no es la aparición de una inteligencia superior que opere en el mismo mundo en el que operamos nosotros, sino la creación de nuevos mundos que reemplacen al nuestro. La batalla por el mundo del mañana es preeminentemente una batalla geopolítica, según un nuevo libro del politólogo Bruno Maçães.
    Redacción T21