Tendencias21
La evolución del lenguaje sería un proceso cultural, no genético

La evolución del lenguaje sería un proceso cultural, no genético

La evolución del lenguaje humano se debe a la cultura y no a la genética, señala un estudio realizado por el University College London (UCL), del Reino Unido. Aunque haya una base genética relacionada con el lenguaje, y que incluso pudo preceder a la aparición de éste, los cambios lingüísticos son demasiado repentinos para que hayan podido quedar codificados en nuestros genes. A esta conclusión llegaron los científicos gracias a un modelo teórico basado en simulaciones informáticos que permitió comparar el ritmo de la evolución del lenguaje y el de la evolución genética. La conclusión, según los investigadores, es que el lenguaje humano es un sistema evolucionado culturalmente, y no un producto de la adaptación biológica. Por Yaiza Martínez.

La evolución del lenguaje sería un proceso cultural, no genético

La evolución del lenguaje humano tiene su origen en la cultura y no en la genética, señala un estudio realizado por el University College London (UCL), y cuyos resultados han aparecido publicados en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS).

Cierto es, explican los investigadores, que la adquisición y el procesamiento del lenguaje están gobernados por caracteres genéticos pero, ¿hasta qué punto estos caracteres genéticos, responsables de nuestra capacidad de comunicarnos lingüísticamente, han coevolucionado con el lenguaje mismo?

A partir de la modelación de las vías por las que los genes para el lenguaje podrían haber evolucionado, así como de la evolución del lenguaje en sí, la investigación ha podido demostrar que genes y lenguaje no caminan en paralelo.

De hecho, la adaptación genética al lenguaje sería altamente improbable, explican los científicos, teniendo en cuenta que las convenciones culturales a este respecto se transforman mucho más rápidamente que los genes.

Efecto Baldwin

Según se explica en un comunicado emitido por la UCL, de acuerdo con un fenómeno conocido como el efecto Baldwin, las características que se aprenden o se desarrollan a lo largo de la vida pueden, gradualmente, pasar a formar parte del código genético de generaciones posteriores. Esto sucede porque aquellos organismos con una fuerte predisposición a adquirir una característica se encuentran en una situación ventajosa desde el punto de vista evolutivo.

Es decir, que los comportamientos aprendidos pueden hacerse instintivos en generaciones subsiguientes. Así, a medida que pasa el tiempo y se suceden las generaciones, la cantidad de exposición ambiental requerida para desarrollar ciertas características inicialmente aprendidas disminuye.

Cuando llega el momento en que no se requiere ninguna exposición ambiental para que una determinada característica se encuentre en un individuo eso quiere decir que dicha característica se encuentra ya incorporada en su código genético.

Un ejemplo del efecto Baldwin es el de una especie amenazada por un nuevo predador y un comportamiento que hace más difícil al predador la caza de su presa. Los individuos que aprenden más rápidamente dicho comportamiento estarán en ventaja. A medida que el tiempo avance, la habilidad para aprender el comportamiento mejorará por selección genética, hasta que en cierto momento parezca ser un instinto.

Otro ejemplo sería la aparición de la intolerancia a la lactosa en las poblaciones humanas con una larga tradición de animales domésticos productores de leche.

Cambios demasiado rápidos para los genes

En la presente investigación se exploraron las circunstancias bajo las cuales un mecanismo evolutivo podría haber provocado la asimilación genética de características relacionadas con el lenguaje, es decir, el grado en que el efecto Baldwin habría afectado a nuestros caracteres genéticos relacionados con la comunicación oral.

Con un modelo teórico basado en simulaciones informáticas, se establecieron los modelos de las formas en las que los genes codificadores de propiedades específicamente lingüísticas podrían haber coevolucionado con el lenguaje mismo.

Así, se descubrió que los genes del lenguaje han coevolucionado con éste sólo en aquellos aspectos altamente estables de nuestro entorno lingüístico.

En cambio, cualquiera de los cambios repentinos acaecidos en dicho entorno no habría proporcionado un objetivo lo suficientemente estático como para que se produjeran los procesos típicos de la selección natural, explican los investigadores.

Por tanto, cualquier capacidad biológica referente a la lengua no habría podido evolucionar a la par que las propiedades cambiantes del lenguaje, dado que éste se transforma a mucha mayor velocidad que los genes.

Lenguaje cultural, no genético

Por otro lado, la investigación ha permitido concluir que nuestra especie es la única que posee un “módulo del lenguaje” genético, en el que se encuentran las bases genéticas de nuestro lenguaje. Estas bases parece que precedieron a la emergencia del lenguaje mismo.

El profesor de la UCL, Nick Chater, uno de los autores de la investigación afirma que el lenguaje es exclusivamente humano, y que la cuestión de si procede de la biología o de la cultura es central para la comprensión de lo que es el “ser humano”, así como tiene implicaciones fundamentales para el entendimiento de la relación entre genes y cultura.

El presente estudio demuestra que, aunque tenemos una predisposición genética al lenguaje, explica Charter, éste evoluciona mucho más deprisa que nuestros genes, lo que sugiere que el lenguaje es producido y dirigido más bien por la cultura que por la biología.

Los resultados de la investigación sugieren, por tanto, que el lenguaje sería un sistema evolucionado culturalmente, y no un producto de la adaptación biológica.

Diversas teorías, como el innatismo de Noam Chomsky, han señalado que el lenguaje tiene cierta predeterminación biológica, en base a análisis de la adquisición del lenguaje en los niños.

A pesar de este innatismo, los resultados obtenidos en este estudio, que apuntan a que nuestra biología va más despacio que el lenguaje y sus cambios, serían consistentes con otras teorías sobre el lenguaje que señalan que éste surge de la capacidad única del ser humano para la inteligencia social.

Yaiza Martinez

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • La lluvia colabora con el océano para atrapar más carbono 30 octubre, 2024
    Hasta el momento, la lluvia ha sido ignorada en los cálculos de la capacidad del océano para absorber dióxido de carbono (CO2), pero una nueva estimación indica que las precipitaciones mejoran la capacidad del océano para atrapar las emisiones entre un 5 % y un 7 %, cumpliendo un papel vital en el ambiente. Este […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los animales se vuelven menos sociables con el avance de la edad, al igual que los humanos 30 octubre, 2024
    Una serie de estudios científicos en torno al comportamiento de cientos de especies de animales revela que las variedades más sociables amplían su expectativa de vida y se reproducen por más tiempo. Además, los investigadores descubrieron que algunas especies, al igual que los seres humanos, tienden a reducir sus relaciones sociales a una edad avanzada: […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los gorilas occidentales votan para tomar decisiones colectivas 30 octubre, 2024
    Un nuevo estudio desmonta la creencia de que, entre los grandes simios, es el macho dominante quien decide por todo el grupo. Entre los gorilas occidentales de la República Centroafricana, cada individuo tiene voz y voto, especialmente cuando se trata de cambiar de asentamiento.
    Redacción T21
  • Podemos comprender oraciones escritas en un parpadeo 29 octubre, 2024
    Nuestro cerebro puede entender oraciones escritas en lo que dura el parpadeo de un ojo, según revela un nuevo estudio. Los científicos descubrieron que el procesamiento del lenguaje escrito ocurre a velocidades significativamente más rápidas de las necesarias para hablar o comunicarse en voz alta.
    Pablo Javier Piacente
  • El beso humano habría comenzado como un ritual de acicalamiento de los simios 29 octubre, 2024
    El acto final del aseo de los simios implica labios sobresalientes y una ligera succión, para eliminar los desechos o parásitos, un comportamiento que persistió incluso cuando su función higiénica disminuyó. Un nuevo estudio sugiere que esta conducta refleja la forma, el contexto y la función de los besos humanos modernos.
    Pablo Javier Piacente
  • Thriller policial en la arqueología: el ADN confirma una leyenda nórdica de 800 años 29 octubre, 2024
    Un fascinante descubrimiento arqueológico en Noruega ha arrojado nueva luz sobre un misterioso episodio de la historia medieval del país. Revela que hace 800 años existió una deriva genética única que se puede observar entre los actuales habitantes del sur del país.
    Redacción T21
  • Descubren moléculas complejas de carbono en el espacio interestelar 28 octubre, 2024
    Un equipo de investigadores ha descubierto grandes moléculas que contienen carbono en una distante nube interestelar de gas y polvo: el hallazgo muestra que las moléculas orgánicas complejas, que incluyen carbono e hidrógeno, probablemente existieron en la nube de gas frío y oscuro que dio origen a nuestro Sistema Solar.
    Pablo Javier Piacente
  • El colapso de una corriente oceánica clave podría tener impactos catastróficos en todo el planeta 28 octubre, 2024
    Los científicos ya no consideran de baja probabilidad el colapso de la Circulación de Volteo Meridional del Atlántico (AMOC), que incluye a la Corriente del Golfo: se trata de una de las corrientes oceánicas más importantes para el equilibrio ambiental y climático global, y su debilitamiento provocaría eventos climáticos extremos, trayendo mucha más inestabilidad y […]
    Pablo Javier Piacente
  • Desafío a la consciencia: la cognición puede existir en organismos sin cerebro 28 octubre, 2024
    Una nueva investigación ha comprobado que los hongos muestran indicios de cognición y consciencia mínima, sin tener cerebro ni sistema nervioso para percibir el entorno ni tomar decisiones. Su comportamiento sigue patrones cognitivos para asegurar su supervivencia y crecimiento, todo un desafío a lo que sabemos sobre la consciencia.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Nuestra percepción del tiempo se modifica de acuerdo con lo que vemos 27 octubre, 2024
    Una nueva investigación revela que diferentes estímulos visuales pueden distorsionar significativamente la percepción humana del tiempo: ver escenas más destacadas y memorables puede crear la impresión de que el tiempo avanza más lentamente, en tanto que las imágenes desordenadas y caóticas comprimen la percepción del tiempo, haciendo que parezca acelerarse.
    Pablo Javier Piacente