La exposición a contaminantes del aire comunes durante el embarazo puede predisponer a los niños a problemas posteriores de regulación de sus pensamientos, emociones y comportamientos, según un nuevo estudio dirigido por investigadores del Centro para la Salud Ambiental Infantil de la Universidad de Columbia, y del Instituto de Psiquiatría del Estado de Nueva York (EE.UU.).
El nuevo estudio, informa la universidad en una nota recogida por EurekAlert!, es el primero de este tipo que examina los efectos de la exposición temprana a un contaminante común del aire conocido como HAP (hidrocarburos aromáticos policíclicos) en las conductas de auto-regulación y competencia social, que incorpora múltiples puntos de evaluación a lo largo de la infancia.
Los niños con malas habilidades de autorregulación tienen dificultades para manejar los pensamientos perturbadores, las emociones y los impulsos; una competencia social pobre limita su capacidad de llevarse bien con los demás. El estudio aparece en la revista Journal of Child Psychology and Psychiatry.
Los HAP son omnipresentes en el medio ambiente por las emisiones de los vehículos de motor; la quema de carbón y petróleo para calefacción doméstica y generación de energía; el humo del tabaco; y otras fuentes de combustión. La exposición prenatal a HAP se ha asociado con el TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad); síntomas de ansiedad, depresión y falta de atención; y también trastornos del comportamiento, los cuales se cree que están relacionado con déficits en la autorregulación.
La investigadora principal, Amy Margolis, profesora de psicología médica en la Universidad de Columbia y el Instituto de Psiquiatría de Nueva York, y sus colegas analizaron muestras de sangre maternas y resultados de pruebas a niños de 462 parejas madre-hijo, un subconjunto de un estudio de cohorte que está realizando la universidad en la ciudad de Nueva York, desde el embarazo hasta la primera infancia. La exposición materna a HAP se determinó por la presencia de aductos de ADN de HAP en la muestra de sangre materna.
Niños
A los niños se les aplicó el test de comportamiento Child Behavior Checklist a las edades de 3-5, 7, 9 y 11. Los resultados obtenidos se usaron para crear una puntuación compuesta en la Escala de Autorregulación Emocional Deficiente
Los investigadores encontraron que los niños cuyas madres tenían mayor exposición a HAP en el embarazo tenían significativamente peores puntuaciones en edades comprendidas entre 9 y 11 que los niños cuyas madres habían tenido una menor exposición. Con el tiempo, los niños de baja exposición siguieron un patrón típico de desarrollo y mejoró su función de autorregulación, pero los niños con alta exposición no lo hicieron, lo que subraya el efecto a largo plazo de la exposición infantil a HAP.
Además, los investigadores encontraron que la autorregulación también tenía un efecto en las pruebas de competencia social.
La evidencia de que la exposición prenatal a HAP provoca efectos a largo plazo sobre las capacidades de autorregulación durante la primera mitad de la infancia sugiere que la exposición a HAP puede ser un importante factor subyacente y contribuye a la génesis de una serie de problemas de salud mental en la infancia.
Respecto al posible mecanismo que lo desencadena, los investigadores sugieren que la exposición prenatal a HAP daña los circuitos neuronales que dirigen las respuestas motoras, de atención, y emocionales. Otros déficits en la autorregulación pueden predisponer a los niños a tener comportamientos adolescentes de alto riesgo.
Referencia bibliográfica:
Amy E. Margolis, Julie B. Herbstman, Katie S. Davis, Valerie K. Thomas, Deliang Tang, Ya Wang, Shuang Wang, Frederica P. Perera, Bradley S. Peterson y Virginia A. Rauh: Longitudinal effects of prenatal exposure to air pollutants on self-regulatory capacities and social competence. Journal of Child Psychology and Psychiatry (2016). DOI: 10.1111/jcpp.12548.
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