Tendencias21
La "hormona del amor", nueva vía de tratamiento del autismo

La "hormona del amor", nueva vía de tratamiento del autismo

La liberación de oxitocina produce un aumento en la producción de un compuesto químico llamado anandamida, lo que a su vez hace que los ratones muestren una preferencia por interaccionar socialmente. El hallazgo, realizado por una investigadora de la Universidad del País Vasco, podría convertirse en una nueva vía de tratamiento del autismo.

La Una investigadora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), con una gran trayectoria en el estudio del autismo y de la relación de la oxitocina (u «hormona del amor») con esta enfermedad, ha participado en un artículo que ha servido para demostrar que la liberación de oxitocina produce un aumento en la producción de un compuesto químico llamado anandamida. Esta liberación hace que los ratones muestren una preferencia por interaccionar socialmente.

Este nuevo mecanismo por el cual la oxitocina podría estar involucrada en la conducta social ha sido recientemente publicado en la prestigiosa revista científica PNAS.

Olga Peñagarikano, investigadora Ramón y Cajal del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina y Odontología de la UPV/EHU, ha colaborado en su estudio con un equipo de la Universidad de California-Irvine.

Construcción de un vector vírico

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) está caracterizado principalmente por un déficit en el comportamiento social. La oxitocina, hormona natural producida por el cerebro, está involucrada en la conducta social. Hay algunos ensayos clínicos, realizados con humanos, donde se ha demostrado que cuando la cantidad de oxitocina aumenta hay determinados aspectos que mejoran en las interacciones sociales.

«Hoy en día todavía no hay un tratamiento en el autismo para mejorar la conducta social, pero una de las terapias más prometedoras para el TEA es la manipulación del sistema de la oxitocina», explica la investigadora.

Se cree que al menos una parte de pacientes con TEA podría tener una disfunción en este sistema. De hecho, en otra publicación reciente, la investigadora demostró que un modelo de ratón de autismo presentaba unos niveles reducidos de oxitocina en su cerebro y que la administración de la misma mejoraba su comportamiento social.

Para ello, construyó un vector vírico –un virus modificado de manera que no es patogénico, es decir, no produce ninguna enfermedad– para transferir un receptor artificial a las neuronas que producen oxitocina en el ratón. Esta técnica, llamada DREADD (Designer Receptors Exclusively Activated by Designer Drugs, es decir, receptores de diseño exclusivamente activados por drogas de diseño), es un técnica muy útil en el estudio de circuitos neuronales: consiste en transferir un receptor artificial a las neuronas de interés, que serán activadas o desactivadas exclusivamente mediante la administración de un determinado fármaco para ver su efecto. Nuevo componente para fármacos

El doctor Piomelli, investigador de la Universidad de California y experto en endocanabinoides, contactó con Peñagarikano para poder utilizar el vector desarrollado por la investigadora vasca en la técnica DREADD, en un estudio que ha servido para demostrar que la liberación de oxitocina produce un aumento en la producción de anandamida (una sustancia endógena, producida por nuestro cuerpo, que actúa sobre los receptores canabinoides, mismos receptores sobre los que actúa el cannabis).

«Mi implicación en este trabajo ha sido la de compartir el vector vírico necesario para la técnica DREADD y supervisar y asesorar en su uso para garantizar su utilización exitosa», explica Peñagarikano.

Los resultados obtenidos en la investigación sugieren que uno de los mecanismos por los que la oxitocina hace que las relaciones interpersonales se perciban como agradables podría ser a través de la liberación de anandamida.

Aumentando la cantidad de anandamida se observa que los ratones muestran una mayor preferencia por interaccionar socialmente. Cuando se activa el sistema de la oxitocina, tanto farmacológicamente como mediante la técnica DREADD, se produce un aumento en la producción de anandamida.

Se sabe que la oxitocina interactúa con otros neurotransmisores en este sistema, como son la serotonina y la dopamina. Este trabajo «desvela un nuevo componente en el sistema –concluye Peñagarikano–, lo que podría tener implicaciones a la hora de desarrollar fármacos para enfermedades afectadas por deficiencias en la conducta social, como el autismo, basadas en la modulación de este circuito».

Estudios previos

En 2006, el investigador Eric Hollander, del Albert Einstein College of Medicine de la Universidad Yeshiva de Nueva York, ya señaló en el encuentro anual de la American College of Neuropsychopharmacology que la oxitocina podía ser eficiente como del tratamiento del autismo, un trastorno cuyos síntomas han sido relacionados con esta hormona.

En una investigación realizada por este científico en 2002 y detallada en Nature Neuropsychopharmacology ese mismo año, se suministró a adultos con autismo o trastorno de Asperger una dosis intravenosa de oxitocina o placebo durante un período de cuatro horas.

Durante ese tiempo, se controlaron en los participantes las conductas repetitivas características de los trastornos del espectro del autismo, entre ellas la necesidad de repetir frases o de tocar cosas.

Se constaron entonces resultados clínica y estadísticamente significativos. Hollander observó una rápida reducción de los comportamientos repetitivos durante el tiempo de suministro de oxitocina, algo que no se produjo cuando se suministró el placebo.

Además, en 2013, otra investigación de la Yale School of Medicine ‎ de EEUU constató que una sola dosis de la hormona oxitocina suministrada a través de un spray nasal, ha demostrado mejorar la actividad cerebral durante el procesamiento de información social en niños con trastornos del espectro autista, informan investigadores. Referencia bibliográfica:
Don Wei, DaYeon Lee, Conor D. Cox, Carley A. Karsten, Olga Peñagarikano, Daniel H. Geschwind, Christine M. Gall, Daniele Piomelli. Endocannabinoid signaling mediates oxytocin-driven social reward. PNAS (2015). DOI: 10.1073/pnas.1509795112.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • La lluvia colabora con el océano para atrapar más carbono 30 octubre, 2024
    Hasta el momento, la lluvia ha sido ignorada en los cálculos de la capacidad del océano para absorber dióxido de carbono (CO2), pero una nueva estimación indica que las precipitaciones mejoran la capacidad del océano para atrapar las emisiones entre un 5 % y un 7 %, cumpliendo un papel vital en el ambiente. Este […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los animales se vuelven menos sociables con el avance de la edad, al igual que los humanos 30 octubre, 2024
    Una serie de estudios científicos en torno al comportamiento de cientos de especies de animales revela que las variedades más sociables amplían su expectativa de vida y se reproducen por más tiempo. Además, los investigadores descubrieron que algunas especies, al igual que los seres humanos, tienden a reducir sus relaciones sociales a una edad avanzada: […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los gorilas occidentales votan para tomar decisiones colectivas 30 octubre, 2024
    Un nuevo estudio desmonta la creencia de que, entre los grandes simios, es el macho dominante quien decide por todo el grupo. Entre los gorilas occidentales de la República Centroafricana, cada individuo tiene voz y voto, especialmente cuando se trata de cambiar de asentamiento.
    Redacción T21
  • Podemos comprender oraciones escritas en un parpadeo 29 octubre, 2024
    Nuestro cerebro puede entender oraciones escritas en lo que dura el parpadeo de un ojo, según revela un nuevo estudio. Los científicos descubrieron que el procesamiento del lenguaje escrito ocurre a velocidades significativamente más rápidas de las necesarias para hablar o comunicarse en voz alta.
    Pablo Javier Piacente
  • El beso humano habría comenzado como un ritual de acicalamiento de los simios 29 octubre, 2024
    El acto final del aseo de los simios implica labios sobresalientes y una ligera succión, para eliminar los desechos o parásitos, un comportamiento que persistió incluso cuando su función higiénica disminuyó. Un nuevo estudio sugiere que esta conducta refleja la forma, el contexto y la función de los besos humanos modernos.
    Pablo Javier Piacente
  • Thriller policial en la arqueología: el ADN confirma una leyenda nórdica de 800 años 29 octubre, 2024
    Un fascinante descubrimiento arqueológico en Noruega ha arrojado nueva luz sobre un misterioso episodio de la historia medieval del país. Revela que hace 800 años existió una deriva genética única que se puede observar entre los actuales habitantes del sur del país.
    Redacción T21
  • Descubren moléculas complejas de carbono en el espacio interestelar 28 octubre, 2024
    Un equipo de investigadores ha descubierto grandes moléculas que contienen carbono en una distante nube interestelar de gas y polvo: el hallazgo muestra que las moléculas orgánicas complejas, que incluyen carbono e hidrógeno, probablemente existieron en la nube de gas frío y oscuro que dio origen a nuestro Sistema Solar.
    Pablo Javier Piacente
  • El colapso de una corriente oceánica clave podría tener impactos catastróficos en todo el planeta 28 octubre, 2024
    Los científicos ya no consideran de baja probabilidad el colapso de la Circulación de Volteo Meridional del Atlántico (AMOC), que incluye a la Corriente del Golfo: se trata de una de las corrientes oceánicas más importantes para el equilibrio ambiental y climático global, y su debilitamiento provocaría eventos climáticos extremos, trayendo mucha más inestabilidad y […]
    Pablo Javier Piacente
  • Desafío a la consciencia: la cognición puede existir en organismos sin cerebro 28 octubre, 2024
    Una nueva investigación ha comprobado que los hongos muestran indicios de cognición y consciencia mínima, sin tener cerebro ni sistema nervioso para percibir el entorno ni tomar decisiones. Su comportamiento sigue patrones cognitivos para asegurar su supervivencia y crecimiento, todo un desafío a lo que sabemos sobre la consciencia.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Nuestra percepción del tiempo se modifica de acuerdo con lo que vemos 27 octubre, 2024
    Una nueva investigación revela que diferentes estímulos visuales pueden distorsionar significativamente la percepción humana del tiempo: ver escenas más destacadas y memorables puede crear la impresión de que el tiempo avanza más lentamente, en tanto que las imágenes desordenadas y caóticas comprimen la percepción del tiempo, haciendo que parezca acelerarse.
    Pablo Javier Piacente