Este verano se han registrado las temperaturas medias de la superficie global de los océanos más altas jamás registradas desde que comenzó su medición sistemática.
Las temperaturas han sido incluso superiores a las del año de El Niño, 1998, hasta ahora fecha récord en este sentido, asegura Axel Timmermann, climatólogo y profesor de la Universidad de Hawái en Manoa, y autor de un estudio sobre la variabilidad del sistema climático mundial en el International Pacific Research Center de Hawái.
Desde 2000 a 2013, el aumento global de la temperatura superficial del océano se detuvo, a pesar del aumento de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero.
Este periodo, conocido como hiato en el calentamiento global, ha producido un gran interés público y científico. Varias teorías han tratado de explicar esta pausa en el calentamiento global, desde la contaminación del aire a los volcanes o las manchas solares.
En 2012, expertos de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, publicaron en Science que su origen podría estar en el aceleramiento de una corriente de lento movimiento del Atlántico, que transporta calor entre los dos polos de la Tierra. Dicho aceleramiento, acaecido a principios de este siglo, habría hundido el calor unos 1.500 metros, evitando así el aumento de las temperaturas medias mundiales del aire, que han caído desde 1999 a pesar del incremento continuado de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, que atrapan el calor en la superficie del planeta.
Fin del ‘hiato’
Sea cual sea la explicación de dicho hiato climático, a partir de abril de 2014 el calentamiento del océano se ha acelerado de nuevo, señala el análisis de conjuntos de datos de temperatura oceánica realizado por Timmermann.
Según explica el científico en un comunicado de la Universidad de Hawái divulgado por Eurekalert: "El calentamiento oceánico mundial de este año se debe principalmente al calentamiento del Pacífico Norte, superior a cualquier valor registrado”. Este hecho, “ha modificado los rastreos de huracanes, ha debilitado los vientos alisios y ha producido la decoloración de corales en las islas Hawái", añade Timmermann.
El investigador describe los acontecimientos que condujeron a este repunte de la siguiente manera: Las temperaturas de la superficie del mar comenzaron a subir inusualmente rápido en el Pacífico Norte extratropical ya en enero de 2014. Unos meses más tarde, en abril y mayo, los vientos del oeste empujaron una gran cantidad del agua muy cálida que normalmente se acumula en el Pacífico occidental a lo largo de la línea ecuatorial hacia el este del Pacífico.
Esta agua caliente se ha extendido a lo largo de la costa del Pacífico de América del Norte, liberando a la atmósfera enormes cantidades de calor –un calor que había permanecido ‘encerrado’ en el Pacífico tropical occidental durante casi una década-.
"El récord en concentraciones de gases de efecto invernadero y unos vientos alisios anómalamente débiles en el verano del Pacífico Norte, vientos que, por lo general, enfrían la superficie del océano, han contribuido más al aumento de las temperaturas superficiales del mar. Esas temperaturas cálidas se extienden ahora en una amplia franja desde el norte de Papúa Nueva Guinea hasta el Golfo de Alaska", afirma Timmermann.
Las temperaturas récord actuales indican que, en 2014, la pausa en el calentamiento del océano ha llegado a su fin, concluye el investigador.
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