Tendencias21

Las personas con muchos amigos aguantan mejor el dolor, revela un estudio

Ya se sabía que las amistades prolongan la vida de los mayores y que, por el contrario, la soledad puede deteriorar la salud. Ahora, un nuevo estudio incide en la importancia de las relaciones sociales. Las personas que más amigos tienen, presentan una mayor tolerancia al dolor, revela la investigación.

Las personas con muchos amigos aguantan mejor el dolor, revela un estudio

En 2005, un estudio realizado en Australia y publicado en la revista Journal of Epidemiology and Community Health, reveló que las personas mayores con buenas y variadas relaciones sociales tienen más posibilidades de aumentar su esperanza de vida, en comparación con aquellas que no tienen relaciones o sólo las tienen con sus familiares.  Por el contrario, es sabido que la soledad puede dañar la salud humana y que deteriora el sistema inmune.

Ahora, se ha encontrado otro beneficio sorprendente derivado de una buena y nutritiva vida social. En el marco del proyecto financiado con fondos europeos RELNET, investigadores de la Universidad de Oxford han hallado una relación entre la cantidad de amistades y la capacidad para tolerar el dolor (cuanto mayor sea el número de amistades de una persona, mejor aguanta esta el dolor).

Según ellos, esta relación se debe a un sistema del encéfalo (parte central del sistema nervioso) en el que participan las endorfinas, compuestos químicos analgésicos que favorecen la sensación de bienestar.

En un artículo publicado en la revista Scientific Reports, el equipo -dirigido por el profesor Robin Dunbar y la doctorando Katerina Johnson- explica la teoría de que el sistema de endorfinas encefálico podría haber evolucionado no solo para gestionar nuestra respuesta al malestar físico, sino también para influir sobre la percepción del placer que se experimenta gracias a las relaciones sociales.

En concreto, los científicos estudiaron la «teoría encefálica opioide de apego social», mediante la que se explica que las relaciones sociales activan emociones positivas cuando las endorfinas se unen a los receptores opioides del encéfalo, generando así bienestar cuando se pasa tiempo con amistades cercanas.

«El comportamiento social y el apego a otras personas poseen gran importancia para la supervivencia, sea mediante la cercanía a los progenitores o la descendencia o mediante la colaboración con otros para encontrar comida o defendernos», explica Johnson en declaraciones recogidas por la agencia de noticias de la Comisión Europea, Cordis.

101 adultos analizados

El equipo comprobó su hipótesis mediante un estudio de las redes de contactos personales y el umbral del dolor de ciento un adultos con edades comprendidas entre dieciocho y treinta y cuatro años.

Cada participante contestó a un cuestionario diseñado para averiguar con cuántos amigos se relacionaban una vez a la semana y con cuántos solo una vez al mes. También se estudió la personalidad de cada sujeto en función de rasgos como la «complacencia». Los sujetos proporcionaron datos sobre su aptitud física y el grado de estrés general en sus vidas.

Se cree que, a mayor actividad de las endorfinas en el encéfalo, mayor es la tolerancia al dolor, y por ello se solicitó a los participantes que realizaran durante tanto tiempo como fueran capaces un ejercicio sencillo pero incómodo consistente en apoyar su espalda contra la pared manteniendo las rodillas en ángulo recto. Todo ello ofreció al equipo del proyecto un método indirecto de medir la actividad de las endorfinas en el encéfalo.

En hombres y en mujeres

El equipo descubrió que los sujetos con redes de contactos personales más amplias toleraban mejor el dolor, afirmación válida tanto en mujeres como hombres. Sorprendentemente, el factor más influyente fue la cantidad de amigos con los que se hablaba una vez al mes y no semanalmente.

Los resultados, tras la aplicación de filtros para computar la influencia del estrés, la capacidad física y la complacencia, mostraron que un aumento de siete a doce amigos en esta segunda capa de contactos personales aumenta de media la tolerancia al dolor de un minuto a cuatro. No obstante, el equipo afirmó que no es posible determinar claramente si la relación se debe a que una mayor actividad social aumenta la liberación de endorfinas y la consecuente reducción del dolor, o si aquellos con un sistema de endorfinas más activo reciben una mayor recompensa en su actividad social y por tanto se rodean de más amistades.

El estudio también deparó otros resultados interesantes. Los participantes con mejor aptitud física soportaban la prueba del dolor durante más tiempo, pero por lo general su círculo de amistades era más reducido. Esto puede deberse simplemente a una cuestión de tiempo, ya que aquellos que hacen más ejercicio tienen menos tiempo para dedicar a actividades de socialización.

No obstante, cabe la posibilidad de que aquellos que experimentan una dosis de endorfinas mayor generada por el ejercicio físico no necesitan buscar el las sensaciones similares que surgen de la interacción con las amistades.

Por último, se apreció que aquellos con mayor estrés tenían menos amistades, si bien este hecho no guardaba mucha relación con la tolerancia al dolor. Esto es, no se sabe a ciencia cierta si el estrés impide trabar amistades duraderas o si tener más amigos permite sobrellevar la presión inherente a la vida moderna. »

«El interés de los resultados también radica en que otras investigaciones recientes sugieren que el sistema de endorfinas puede verse alterado a causa de afecciones psicológicas como la depresión. Esto puede explicar en parte por qué aquellos que sufren depresión no experimentan placer y se apartan de la sociedad», comentó Johnson.

Si bien los resultados de la investigación respaldan indicios anteriores de la relación entre la actividad de las endorfinas en el encéfalo y las relaciones sociales, será necesario ampliar las investigaciones para determinar qué motiva las diferencias entre distintas personas. De hecho, una hipótesis prometedora se centra en la influencia de las variaciones genéticas sobre la cantidad de receptores endorfínicos en el encéfalo.

Referencia bibliográfica:

Katerina V.-A. Johnson, Robin I. M. Dunbar. Pain tolerance predicts human social network size. Scientific Reports (2016). DOI: 10.1038/srep25267.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Se crea el primer acceso gratuito a la superficie lunar 5 julio, 2024
    Un software de código abierto llamado Moonindex facilita a los científicos una herramienta gratuita para explorar el posible uso de los recursos minerales de la Luna en futuras misiones espaciales y para identificar sitios de aterrizaje adecuados.
    Redacción T21
  • Crean el primer robot organoide con materia cerebral humana 4 julio, 2024
    Un sistema de interfaz cerebro-ordenador desarrollado en China combina la materia cerebral humana con un chip para crear un robot híbrido: se trata de un organoide creado en base a células madre en un entorno controlado de laboratorio, que interactúa con electrodos para llevar adelante funciones cerebrales básicas.
    Pablo Javier Piacente
  • Una pierna biónica puede ser controlada por el cerebro y hasta permite escalar o bailar 4 julio, 2024
    Los investigadores han desarrollado una nueva pierna protésica que se puede controlar a través de señales cerebrales: permite caminar a velocidades máximas equivalentes a las personas sin amputación, además de realizar excursiones, escalar y hasta bailar. Se trata de la primera prótesis con estas características que puede ser controlada totalmente por el sistema nervioso del […]
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren yacimientos de biodiversidad que podrían evitar la sexta gran extinción 4 julio, 2024
    En el mundo hay 16.825 yacimientos de biodiversidad que podrían evitar la sexta gran extinción de la vida en la Tierra. Se encuentran principalmente en los trópicos y subtrópicos y su conservación es asequible y alcanzable.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Las células de nuestro cerebro se resisten a morir 3 julio, 2024
    Un análisis comparativo de tejido cerebral post mortem y muestras tomadas de pacientes vivos ha revelado por primera vez diferencias significativas en la forma en que se modifican las hebras de ARN (ácido ribonucleico) durante la vida y al momento de morir, exponiendo nuevos objetivos potenciales para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren un antiguo mundo perdido en las profundidades de la Antártida 3 julio, 2024
    Un gigantesco sistema fluvial que existió hace millones de años en las profundidades del hielo antártico conformó un verdadero mundo hoy ya extinto: los científicos identificaron restos de un enorme río que existió hace aproximadamente 34 millones de años y dio vida a una zona que actualmente está dominada por grandes masas de hielo.
    Pablo Javier Piacente
  • Jocelyn Bell Burnell, ignorada por el Nobel, reconocida por el mundo científico 3 julio, 2024
    Jocelyn Bell Burnell, descubridora del primer púlsar, quedó excluida del Premio Nobel de Física en 1974, concedido a los científicos con los que había realizado el hallazgo.  Más de 50 años después, fue galardonada con el Premio Breakthrough Especial en Física Fundamental, por toda una vida de liderazgo científico inspirador. El importe del premio lo […]
    Alicia Domínguez, Eduardo Costas (*).
  • Descubierto el ritual más antiguo del mundo, transmitido durante 500 generaciones 2 julio, 2024
    Un ritual ancestral en una cueva de Australia podría ser el más antiguo del mundo: practicado durante 500 generaciones por indígenas australianos, se desarrolla sin interrupciones desde hace 12.000 años hasta la actualidad, aunque fue documentado inicialmente en el siglo XIX. Identificado a partir de restos de viejas fogatas, los científicos creen que podría ser […]
    Pablo Javier Piacente
  • Revelan un nuevo paraíso hidrotermal en las profundidades del océano 2 julio, 2024
    Frente a la costa de Svalbard, en Noruega, a más de 3.000 metros de profundidad, los científicos han descubierto un campo de fuentes hidrotermales a lo largo de la cresta Knipovich, una cadena montañosa submarina. El sitio esconde un oasis de extrañas formas de vida, capaces de prosperar en los ambientes más extremos de la […]
    Pablo Javier Piacente
  • El camino a los viajes espaciales de larga duración empieza a abrirse gracias a la criónica 2 julio, 2024
    La criónica ha conseguido revivir a gusanos y ampliar la ralentización biológica en operaciones a corazón abierto. El siguiente paso será la criopreservación de órganos y organismos enteros de forma reversible a temperaturas bajo cero. Entonces será posible viajar durante cientos de años a planetas lejanos.
    Alejandro Sacristán