Las personas que mejor pueden predecir el tiempo que vivirás son tus amigos íntimos, revela una investigación sobre personalidad y longevidad de la Universidad de Washington en St. Louis (EEUU).
«Se espera que nuestros amigos estén inclinados a vernos de una manera positiva, pero también son agudos observadores de los rasgos de personalidad que pueden enviarnos a la tumba», explica al respecto Joshua Jackson, profesor asistente de psicología en dicha Universidad, y autor del estudio.
La investigación, además de demostrar la agudeza de las amistades, ha constatado que los rasgos de personalidad a una edad temprana (los 20 años) pueden predecir cuánto tiempo se va a vivir.
Características del estudio
Para llegar a estas conclusiones, Jackson y sus colaboradores analizaron los datos de un estudio longitudinal iniciado en EEUU en la década de 1930. En esa fecha, comenzó a seguirse a un grupo de jóvenes unos 25 años de edad, la mayoría de los cuales estaban ya comprometidos para casarse.
Aquel estudio incluyó gran cantidad de datos sobre los rasgos de personalidad de los participantes; datos que fueron tomados tanto de los testimonios de los propios participantes como de los testimonios de amigos cercanos que habían asistido a sus bodas, como damas de honor y padrinos.
Esta información fue comparada con certificados de defunción de los que fueran los jóvenes participantes de aquel estudio. Las fechas de muerte de casi todos ellos fueron por tanto documentadas.
Se constató así que los testimonios sobre la personalidad de los voluntarios realizados por sus amigos predijeron mucho mejor el riesgo de mortalidad de los participantes, que los testimonies de los participantes mismos.
La causa de la ‘adivinación’
Jackson cree que esto puede ser explicado por dos razones: En primer lugar, porque los amigos pueden ver factores que el interesado no ve. En segundo lugar, porque la gente tiene varios o muchos amigos, cuyos testimonios, combinados, darán lugar a una valoración más completa que la de una persona sola (aunque esta sea el propio interesado).
Según el investigador, estos resultados demuestran la importancia de la personalidad en la salud y la longevidad; y también que la información de amigos y otros observadores puede desempeñar un papel fundamental en la comprensión de los problemas de salud de una persona.
Por ejemplo, sugieren que las evaluaciones de miembros de la familia, amigos y médicos podrían utilizarse para personalizar tratamientos o identificar quién está en riesgo de padecer ciertas dolencias.
La amistad como tratamiento
Además de servir para predecir (y, de este modo, prevenir) muertes prematuras, se ha demostrado que la amistad tiene en sí misma un efecto beneficioso para la salud.
Por ejemplo, se ha comprobado que compartir sentimientos íntimos con un amigo o amiga es el mejor antídoto para prevenir crisis cardiovasculares; y que la amistad puede llegar a prolongar la esperanza de vida de las personas.
Referencia bibliográfica:
J. J. Jackson, J. J. Connolly, S. M. Garrison, M. M. Leveille, S. L. Connolly. Your Friends Know How Long You Will Live: A 75-Year Study of Peer-Rated Personality Traits. Psychological Science (2015). DOI: 10.1177/0956797614561800.
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