Investigadores del Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG) han utilizado las proteínas llamadas “dedos de zinc” para reducir la expresión del gen mutante implicado en la enfermedad de Huntington y retardar su avance en ratones. El estudio ha aparecido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
La enfermedad de Huntington, genética y hereditaria, está ocasionada por la múltiple repetición de una secuencia de ADN en el gen que codifica una proteína llamada huntingtina.
En las personas que no sufren la enfermedad, esta secuencia se encuentra repetida entre 10 y 29 veces, pero en un enfermo, el triplete se encuentra más de 35 veces.
La huntingtina se encuentra en varios tejidos del cuerpo humano, y es esencial para el desarrollo y la supervivencia de las neuronas en el adulto.
Cuando el gen mutante está presente, se fabrica una forma aberrante, causante de los síntomas de la enfermedad –movimientos involuntarios, cambios en el comportamiento y demencia–.
Aunque hay estudios prometedores, actualmente no existe cura, solo tratamientos paliativos de los síntomas, y los pacientes de Huntigton mueren alrededor de 15 años después de la aparición de los primeros síntomas.
Posible clave para un tratamiento eficiente
A diferencia de otras enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer y el párkinson, un solo gen es el causante de la enfermedad de Huntington.
Por eso, una terapia basada en la inhibición del gen causante de esta dolencia abre las puertas a una nueva vía de investigación para el desarrollo de un tratamiento terapéutico.
Una herramienta desarrollada en los últimos años por científicos de todo el mundo se basa en la modificación de unas proteínas que se encuentran de forma natural en todos los seres vivos. Estas proteínas, llamadas proteínas ‘dedos de zinc’ –o Zinc Fingers, por su nombre en inglés–, reconocen y se unen a secuencias especificas del ADN. Esto permite la regulación de los genes a los que están unidas.
“Hemos diseñado unos dedos de zinc que reconocen y se unen específicamente a repeticiones de más de 35 tripletes de CAG. Al unirse, impiden que el gen que contiene estas repeticiones se exprese, reduciendo la producción de la proteína huntingtina mutante. Al aplicar este tratamiento a un modelo de ratón que sufría la enfermedad, observamos un retraso en la aparición de los síntomas”, comenta Mireia Garriga-Canut, primera autora del estudio e investigadora del grupo de Ingeniería de Red Génica del CRG.
Otra investigadora coautora del estudio, Carmen Agustí Pavón, añade que “el siguiente paso es optimizar el diseño para un tratamiento eficiente y duradero en pacientes. Esto abriría las puertas a una terapia de la enfermedad de Huntington”. La investigación ha sido financiada por el programa FP7 de la Comisión Europea y el Ministerio de Ciencia e Innovación de España.
Referencia bibliográfica:
Garriga-Canut, M. et al. Synthetic zinc finger repressors reduce mutant Huntingtin expression in the brain of R6/2 mice. PNAS. Early edition 8 of October 2012.doi:10.1073/pnas.1206506109.
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