En este momento de máxima convulsión en Oriente Medio, con un autodenominado Estado Islámico -también conocido como Daesh o ISIS- expandido por amplias zonas del territorio de Siria e Irak, viejos actores regionales están adquiriendo un renovado protagonismo.
Este es el caso de los kurdos, ese pueblo repartido entre Turquía, Siria, Irak e Irán, además de una importante diáspora asentada en muchos otros países del mundo, que conforman en su conjunto cerca de 40 millones de personas.
Aunque su nombre no era totalmente desconocido del gran público, en ocasiones tan sólo por su relación con los atentados terroristas cometidos por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) sobre suelo turco o por las agresiones que sufrieron en la época de Sadam Hussein, en los últimos meses se ha empezado a popularizar como consecuencia de los enfrentamientos tenidos con las milicias del Estado Islámico.
Tanto es así que no han sido pocos los que han conocido ahora que no sólo existían kurdos en Turquía e Irak, sino que también había una importante población kurda en Siria, donde sus combatientes –integrados en las fuerzas defensa populares: YPG e YPJ, las valientes luchadoras femeninas- hicieron frente con arrojo a los ataques contra ellos efectuados por el Estado Islámico.
Los mejor preparados
Precisamente por el valor y eficacia demostrado por todas las fuerzas kurdas –no se puede olvidar a los Peshmergas kurdo-iraquíes, famosa tropa histórica cuyo nombre significa “aquellos que enfrentan la muerte”- se les ha considerado como la mejor composición para hacer frente a las milicias del Estado Islámico con las debidas garantías de éxito. Motivo por el cual están recibiendo ayuda –formación, financiación y armamento- de diversos países que se han fijado como objetivo neutralizar a Daesh.
Pero los kurdos distan mucho de ser un bloque monolítico. De hecho, han sido constantes los enfrentamientos intestinos, en algunos casos muy violentos. Hoy en día, y sin salir de Irak, la pugna política por perpetuarse o alcanzar el poder es máxima, con algunas poderosas familias rivalizando a muerte.
Para hablar de este pueblo, de sus características, su historia, sus costumbres y sus potencialidades militares se ha contado en este programa, conducido por el analista geopolítico Pedro Baños, con dos invitados de excepción, perfectos conocedores de la temática, como son Jesús Gil (profesor de historia de la Universidad Autónoma de Madrid, reputado arqueólogo con proyectos entre los kurdos desde hace años, y que por si fuera poco habla a la perfección los idiomas de la región: kurdo, turco, persa y árabe) e Ignacio Prieto (uno de los mayores especialistas españoles en inteligencia, materia sobre la que imparte clase en diferentes centros, y que pasó muchos años no sólo entre los kurdos sino también en los países del entorno, por lo que conoce personalmente a los principales actores y líderes).
Un programa enormemente interesante para comprender a este pueblo, que seguro no dejará indiferente a nadie.
Perfiles
Jesús Gil Fuensanta es doctor en Filosofía y Letras (sección Arqueología) y en Prehistoria, por la UAM. Ha cursado estudios en universidades de Italia, Holanda, Alemania, Francia y Turquía. Actualmente es profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. Desde 1995 dirige la Misión Arqueológica española en Turquía -Proyecto Tilbes-, centrado en el este de Anatolia. Es autor de una Breve Historia de Turquía y ha publicado más de 60 artículos científicos en diversos idiomas.Es un gran conocedor de los países de mayoría musulmana y de Oriente Medio.
Ignacio Prieto es Coronel del Ejército del Aire y licenciado en Educación Física y Deportes, además de maestro de esgrima. Profesor del Master de Analista de Inteligencia en las universidades Carlos III y Rey Juan Carlos de Madrid y de la Autónoma de Barcelona y también profesor visitante de la Academia de la Fuerza Aérea de EEUU y de las universidades de Ankara y de la UCAB de Caracas.Está especializado en el islam cultural y político, con amplia experiencia en los kurdos.
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