Científicos de la Universidad de Oulu (Finlandia) y de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (China) han creado un protocolo de comunicaciones magnéticas para smartphones, que imita a los códigos QR -códigos de barras en dos dimensiones-, pero que permite además la transmisión de datos dinámicos, en streaming.
Se trata de Pulse, diseñado para los ya existentes teléfonos Android con magnetómetros; muchos lo tienen ya debido a que vienen incorporados con los GPS, para fijar la dirección del usuario en el espacio. El sistema proporciona seguridad, debido a su corto alcance (un centímetro), y puede conseguir una velocidad de hasta 44 bits por segundo.
También se diferencia de la tecnología NFC (Near Field Communication, Comunicación de Corto Alcance) en que se puede utilizar en muchos más smartphones, simplemente descargando un software. La tecnología NFC se basa en acoplamientos de corto alcance, frente al mecanismo de descubrimiento en el que se basan el WiFi o el Bluetooth. Eso aumenta la seguridad del sistema y reduce las vulnerabilidades.
Sin embargo, NFC no ha tenido éxito comercial, según los investigadores debido a que está enfocado a los servicios de pago. En cambio, los códigos QR (Quick Response, Respuesta Rápida) sí han tenido mucho más éxito, gracias a que la mayoría de smartphones tienen cámara y pueden descifrar los códigos instalando una aplicación. Pulse combina, según explican en su artículo los investigadores, lo mejor de ambos sistemas.
Las comunicaciones magnéticas de corto alcance tienen la ventaja de que no sufren interferencias provocadas por cuerpos humanos, líquidos ni metales. Sin embargo, pocos productos comerciales la utilizan (entre ellos auriculares inalámbricos de LibertyLink y de Freelinc), y la mayoría de sus aplicaciones actuales tienen que ver con la investigación: para sistemas de navegación bajo techo, para comunicaciones en rescates subterráneos, y para manipular moléculas de ADN.
Limitaciones y aplicaciones
Entre las limitaciones de Pulse, señala el artículo, sobresale que es un sistema unidireccional: es decir, que sólo se puede transmitir información del prototipo al smartphone, y no al revés, debido a que los smartphones comerciales no pueden producir campos magnéticos (aún).
La velocidad y el ancho de banda de la transmisión también son bastante reducidos, por lo que no sirve como sustituto global de NFC o de los códigos QR, sino como un complemento.
En concreto, es ideal para transferencias de datos breves y a distancias extremadamente cortas, por ejemplo para realizar o confirmar pagos, transmitiendo del prototipo al teléfono una clave o contraseña de 64 o 128 bits, que luego permite acceder a un canal con mayor ancho de banda a través del teléfono. En un cajero automático, puede transmitir información sobre la cuenta bancaria al teléfono móvil del usuario.
Asimismo, Pulse sirve para personalizar servicios y aplicaciones. Como demostración, los científicos crearon una aplicación de música que transmite canciones en formato MIDI para reproducirlas en el smartphone.
El sistema podría usarse también para transmitir información más abundante que la de los códigos QR, sin necesidad de conectarse a Internet; eso sería útil, por ejemplo, para turistas extranjeros, que quisieran conocer los horarios de los autobuses, y que no tendrían por tanto que recurrir a las costosas tarifas de roaming.
Las utilidades de Pulse no son nuevas, explican los investigadores, pero tienen una gran ventaja respecto a las tecnologías existentes: que se puede utilizar en millones de smartphones sólo con instalar un software, sin necesidad de nuevo hardware.
Referencia bibliográfica:
Denzil Ferreira, Jani Ylioja, Jorge Goncalves, Vassilis Kostakos y Weiwei Jiang: Pulse: Low Bitrate Wireless Magnetic Communication for Smartphones (2014).
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