Tendencias21
Trasladan la visión de las langostas a robots autónomos

Trasladan la visión de las langostas a robots autónomos

El particular sistema visual de insectos como la langosta ha sido puesto en valor por científicos de las universidades británicas de Lincoln y Newcastle para adaptarlo a la informática e incluso a la robótica. El resultado es una herramienta que permite la navegación autónoma de un robot, capaz de explorar rutas o interactuar con objetos en movimiento de forma eficaz valiéndose exclusivamente de información visual. Los autores del trabajo estudian su aplicación en sistemas anticolisión de vehículos, entre otros. Por Patricia Pérez.

Trasladan la visión de las langostas a robots autónomos

Los acrídidos, conocidos popularmente como langostas o saltamontes, son una familia de insectos ortópteros caracterizados por su gran facilidad para migrar de un sitio a otro y, en determinadas circunstancias, reproducirse muy rápidamente, llegando a formar devastadoras plagas capaces de acabar con la vegetación de grandes extensiones de terreno. Sin embargo, es menos conocida su enorme capacidad visual, que les permite realizar tareas complejas como el control de sus extremidades, equiparándose así con los mamíferos.

Este sistema visual único ha servido como fuente de inspiración a investigadores de la Universidad de Lincoln y Newcastle, en el Reino Unido, para crear una herramienta informática que permite la navegación autónoma de robots móviles. El trabajo podría servir de modelo para el desarrollo de sensores de colisión en vehículos de alta precisión, vigilancia tecnológica o incluso ayudar en la programación de videojuegos.

Según explica la Universidad de Lincoln en un comunicado, las langostas tienen una forma diferente de procesar la información a través de señales eléctricas y químicas, lo que les proporciona un mecanismo de alerta extremadamente rápido y preciso para impedir colisiones. El insecto posee además un sistema de procesamiento de datos inherente a su biología increíblemente potente, por lo que podría adaptarse a la robótica.

Atraídos por el poder del procesamiento visual innato en estos insectos, el profesor Shigang Yue, especialista en Ciencias de la Computación de la Universidad de Lincoln, y la doctora Claire Rind, del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Newcastle, se pusieron manos a la obra con el sistema informático. Los resultados de su trabajo se han publicado en la Revista internacional de sistemas mecatrónicos avanzados, especializada en esta disciplina que une la ingeniería mecánica, la electrónica, de control e informática.

Estimulación visual

La investigación se llevó a cabo como parte de un proyecto de colaboración con otras universidades europeas y chinas financiado por el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea (7PM), iniciado en 2011 con una duración de cuatro años. El trabajo comenzó por entender la anatomía, las respuestas y el desarrollo de los circuitos en el cerebro de una langosta, lo que les permite detectar objetos próximos y evitarlos, tanto en vuelo como en tierra.

A partir de ahí se creó lo que los investigadores denominaron sistema de control motor estimulado visualmente (VSMC, por las siglas en inglés), para la navegación autónoma de robots. El mismo consta de dos tipos de detectores de movimiento (LGMD) y un generador de comandos sencillo. Cada detector procesa las imágenes, cubriendo una amplia parte del campo de visión, y extrae aquellas más relevantes. Estas pistas visuales se comparan y convierten después en órdenes motoras que el robot ejecuta en tiempo real.

“Nos inspiramos en el funcionamiento del sistema visual de las langostas en su interacción con el mundo exterior y el potencial para simular ese tipo de sistemas tan complejos en software y hardware para varias aplicaciones”, apunta el profesor Yue. En concreto, la herramienta se basa en la interneurona sensible al movimiento que poseen estos insectos, aplicada a un robot para que pueda explorar caminos o interactuar con objetos, valiéndose únicamente de la información visual.

Al respecto, Yue asegura que conseguir una visión artificial efectiva es un reto importante de la investigación. “La visión juega un papel fundamental en la interacción de la mayoría de las especies animales, e incluso las más insignificantes tienen notables capacidades de procesamiento visual. Por ejemplo, los insectos pueden responder a depredadores que se acercan con notable rapidez”, matiza.

De momento, según los experimentos realizados, queda demostrado que el sistema VSMC funciona bien y en diferentes escenarios, siendo capaz de detectar objetos cercanos y evitarlos.

Sistemas anticolisión

La investigación manifiesta además que la creación de sistemas neuronales de visión artificial biológicamente creíbles puede proporcionar nuevas soluciones para la visión artificial en entornos dinámicos. Así, podría utilizarse por ejemplo “para que los vehículos entendieran lo que pasa en la carretera y actuar de la forma más rápida”, señala Yue.

En la misma línea, la doctora Claire Rind, que ha trabajado en el sistema visual de la langosta durante varios años, matiza que la herramienta huye del enfoque convencional, ya que evita el uso de radares o detectores de infrarrojos que requieren procesamientos informáticos más potentes. En su lugar, aboga por el uso del modelo de los ojos y las neuronas de la langosta como base de un sistema de prevención de colisiones.

“Queremos llevar este trabajo adelante para aplicarlo en sistemas anticolisión de vehículos, lo cual es un gran desafío para la industria automovilística”, subraya Rind. Si bien algunos de estos sistemas se incluyen como extras en coches de alta gama, su rendimiento no siempre es tan bueno como debería, sin contar su un alto coste. Según la investigadora, “este trabajo nos ofrece pistas importantes sobre cómo desarrollar un sistema que mejoraría el rendimiento a tal nivel que acabaría con el factor de error humano”.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • La acidez cerebral podría estar relacionada con múltiples trastornos neurológicos 11 abril, 2024
    Un estudio en animales a gran escala vincula los cambios en el pH del cerebro con problemas cognitivos de amplio alcance, ligados a patologías como el autismo o el Alzheimer, entre otras. Los científicos creen que los problemas metabólicos en el cerebro podrían estar directamente relacionados con una variedad de trastornos neuropsiquiátricos y neurodegenerativos.
    Pablo Javier Piacente
  • Cultivan organoides cerebrales con conexiones neuronales similares a las de un cerebro real 11 abril, 2024
    Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una técnica para conectar tejidos cultivados en laboratorio que imitan al cerebro humano de una manera que se asemeja a los circuitos neuronales del cerebro real. El "sistema" de mini cerebros interconectados podría revolucionar nuestra comprensión de las funciones cerebrales.
    Pablo Javier Piacente
  • Los Estados se exponen a condenas judiciales por inacción climática 11 abril, 2024
    Suiza es el primer Estado condenado judicialmente por no resolver el desafío climático y violar los derechos humanos de las personas mayores. Hace un año, 16 niños y jóvenes obtuvieron una sentencia condenatoria contra el Estado de Montana por destruir con sus leyes el medioambiente. Cualquier Estado puede ser denunciado si no preserva el ambiente en […]
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Detectan extraños pulsos de radio procedentes de un magnetar que desconciertan a los científicos 10 abril, 2024
    Los astrónomos han detectado señales de radio inusuales procedentes de XTE J1810-197, un radiomagnetar o estrella de neutrones ultramagnética situada a 8.100 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Sagitario. Los resultados son inesperados y sin precedentes: a diferencia de las señales de radio que se han detectado en otros magnetares, […]
    Pablo Javier Piacente
  • La IA podría ser el límite para todas las civilizaciones avanzadas en el Universo 10 abril, 2024
    Un nuevo estudio sugiere que el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) hacia una Superinteligencia Artificial (ASI) podría explicar por qué no hemos detectado aún otras civilizaciones avanzadas en el cosmos, a pesar de la alta probabilidad de su existencia: en vez de supernovas, plagas, guerras nucleares o eventos climáticos extremos que hayan sido un […]
    Pablo Javier Piacente
  • Higgs ha podido dejar abierta la puerta a la Nueva Física 10 abril, 2024
    La muerte de Peter Higgs, que pasará a la historia como el descubridor del bosón que explica cómo se forma la materia, deja un legado en la historia de la física que todavía puede aportar algo más trascendente: la prueba definitiva de una Nueva Física más allá del Modelo Estándar.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Descubren neuronas "zombis" en el cerebro, que serían claves en el proceso de aprendizaje 9 abril, 2024
    Las neuronas "zombis" son unidades vivas pero funcionalmente alteradas, que parecen "dormidas" en determinadas situaciones: los investigadores han revelado que cumplen un papel fundamental en el cerebelo, concretamente en aspectos relativos a la forma en la cual aprendemos.
    Pablo Javier Piacente
  • La Luna se invirtió por completo hace más de 4 mil millones de años 9 abril, 2024
    Hace unos 4.220 millones de años, poco después de que la Luna se formara a partir de un trozo de la Tierra que se desprendió durante una colisión violenta a principios de la historia del Sistema Solar, nuestro satélite se dio vuelta y comenzó así una etapa clave de su desarrollo. Así lo ha comprobado […]
    Pablo Javier Piacente
  • Arte rupestre de hace 2.000 años podría representar música psicodélica 9 abril, 2024
    Aunque la música psicodélica moderna no nació hasta la década de 1960, las influencias psicodélicas se pueden encontrar en el arte rupestre de hace miles de años. Grabados precolombinos en piedra, de 2.000 años de antigüedad, reflejan figuras humanas bailando en estado de trance chamánico.
    Redacción T21
  • Descubren antiguas partículas de polvo espacial provenientes de otro sistema estelar 8 abril, 2024
    Los astrónomos han descubierto una rara partícula de polvo atrapada en un antiguo meteorito extraterrestre, que fue formado por una estrella distinta a nuestro Sol. El polvo se habría originado luego de una supernova: las partículas son como "cápsulas del tiempo celestes" y proporcionan una instantánea de la vida de su estrella madre.
    Pablo Javier Piacente