En los últimos años, la cartografía se ha desarrollado gracias a las mediciones de los satélites y otras herramientas tecnológicas. Cada vez conocemos mejor lo que son los mapas políticos del planeta, y también sus características geográficas. Sin embargo, no dejan de ser representaciones limitadas a las fronteras y accidentes topográficos. Pero, ¿cómo es el mundo globalmente, más allá de su topografía? ¿Cómo se relacionan los pueblos y las naciones unos con otros?
En 2004, los físicos Michael Gastner y Mark Newman, de la universidad estadounidense de Michigan, diseñaron un algoritmo con el que se pretendía medir la difusión de los gases y la transferencia de calor en la Tierra. Esta herramienta, una fórmula de física, serviría de base para un proyecto de la universidad de Sheffield, en Inglaterra, el llamado Worldmapper Project.
Gracias a la combinación de la estadística, la geografía y la geometría esférica, los mapas realizados por este proyecto hacen que los países parezcan balones inflables, que cambian de tamaño según ciertas variables, como la cantidad de armas que tenga cada nación, la cantidad de juguetes, el número de personas sin alfabetizar o el número de especies que se hayan extinguido dentro de sus fronteras, entre muchas otras.
Descripción de las variables
De esta forma, los mapas permiten comprender el mundo de una manera radicalmente nueva, dependiendo de los temas de interés que quieran conocerse. Asimismo, continuamente se va ampliando la cantidad de mapas, a medida que se van generando a partir de nuevas y variadas informaciones.
En total, los mapas y los archivos de datos cubren 200 territorios con más de 130 millones de kilómetros cuadrados, e incluyen al 99,95% de la población mundial. Basados en los cartogramas tradicionales de áreas terrestres, clasifican cada territorio en función de la variable que está siendo estudiada.
Los territorios se han agrupado por colores en 12 regiones geográficas, lo que permite compararlos visualmente con mayor facilidad. En cada uno de los mapas aparecen vínculos que llevan a los archivos de datos cuyos valores se han utilizado para organizarlos de una manera completamente original.
Diversos mapas
Por ejemplo, el mapa de la superficie terrestre nos permite conocer la distribución de la población en el mundo, que no es ni mucho menos uniforme: Australia tiene una superficie 21 veces mayor que Japón, pero la población de este país es seis veces mayor que la de Australia.
En el mapa de la población terrestre total, se ve además, que India, China y Japón son los países más grandes. Su tamaño “inflado” reflejaría que tienen las mayores poblaciones de la Tierra. Panamá, Namibia y Guinea-Bissau tienen una población escasa, por lo que resultan apenas visibles en el mapa.
Sudán, el mayor país de África desde el punto de vista geográfico, tiene sin embargo menor población que Nigeria, Egipto, Etiopía, la República Democrática del Congo, Sudáfrica y Tanzania. El tamaño de los países se refiere en este caso a estas diferencias en la densidad de población.
En cuanto al número total de nacimientos, el Worldmapper Project revela que en los países con menos nacimientos por persona, en 2000 murió más gente que la que nació (año en que se registraron 133.121.000 nacimientos). Asimismo, aparece un dato llamativo: en África nacieron ese año más niños que en las dos Américas, Europa y Japón juntos.
Interesantes variables
Pero los mapas revelan muchos más datos interesantes, sintetizando de manera visual una enorme cantidad de información. Uno de ellos señala que en todo el mundo, el 62% de las mujeres dan a luz con atención médica. Este considerable porcentaje se reduce al 6% si el territorio es Etiopía, y aumenta hasta casi el 100% si el país estudiado es Japón.
Los mapas también hablan del número de niños en la Tierra (1,826 millones en 2004), y nos dicen que en países como Italia, España y Japón sólo el 14% de la población son niños menores de 15 años. Asimismo, muestra cómo China es el país con una población más vieja (con 92 millones de personas mayores de 65 años), mientras que en África sólo sobrepasa los 65 años un 6% de los habitantes.
Los mapas también hacen comparativas entre la densidad de población mundial en diferentes épocas del mundo (años 1500, 1900, 1960, 2050), y realizan una estimación de la cantidad de gente que vivirá en la Tierra en 2050. Para entonces, habremos llegado a ser más de nueve mil millones de personas, de las que el 62% vivirá en África, el sur de Asia y el Asia Oriental. Asimismo, la cartografía prevé una inesperada tendencia a la pérdida de densidad de población entre 2050 y 2300.
Otras variables contempladas en el Worldmapper Project son los lugares del mundo en que ha habido en los últimos años más refugiados y desplazados, los lugares de origen de emigrantes y de establecimiento, los destinos turísticos, los lugares en los que más se conducen ciclomotores y motocicletas, las redes de transporte comercial y de pasajeros, las importaciones y exportaciones de medicinas, alimentos, juguetes…; los recursos acuíferos o la evolución forestal en diferentes fechas, entre muchas otras.
De esta forma, pueden conocerse, en un total de 212 mapas cuyo número aumenta cada año, aspectos del mundo de manera visual e inmediata, aspectos que nos muestran una cartografía alternativa que refleja nuestro hábitat en toda su complejidad, así como nuestro papel en él. Como escribió Esquire, se trata de un nuevo mapa para un mundo nuevo.
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