Mientras millones de niños y adolescentes recorrían las calles del mundo pidiendo acciones concretas ante el cambio climático, medio centenar de personas nos reunimos el pasado viernes en la emblemática biblioteca Eugenio Trías para hablar de una idea emergente en la cultura económica: la nación digital, tu nación digital.
Las escenas eran paradójicas: calles llenas de juventud, que según la psicóloga británica Caroline Hickman está cada vez más aquejada de “ansiedad ecológica”, y nosotros compartiendo al mismo tiempo la preocupación por el futuro del mundo y alumbrando una posible solución a sus problemas en la biblioteca madrileña que lleva el nombre del filósofo español que firmó una obra no menos significativa en los momentos actuales: Los límites del mundo (Ariel, 1985).
Algunos de los límites del mundo fueron evocados en nuestro encuentro cuando hablamos del libro (Tu) Nación Digital, que comparamos con la emblemática obra del Club de Roma Los límites del crecimiento (New York: Universe Books, 1972)
Fue un libro premonitorio que planteó por primera vez que los recursos del planeta se acabarían en 100 años si se mantenían las tendencias de evolución de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales. Un año después estalló la primera crisis del petróleo que puso fin a la utopía de un planeta infinito.
Fin de época
Tu Nación Digital (Eolas Ediciones 2019), aparecido casi 50 años después del aviso del Club de Roma, nos dibuja un escenario parecido de fin de época: nuestro modelo de civilización está al final de una etapa que tiene alrededor de 10.000 años. Y la revolución tecnológica que estamos viviendo cambia nuestra forma de vivir de una manera inédita en la historia de la especie.
De una manera especial esta revolución tecnológica impacta la economía porque hemos pasado de una sociedad aislada a una sociedad conectada, que se organiza como una comunidad global de personas (tradicionalmente llamada demanda en términos económicos) que además comparte valores comunes: libertad, transparencia, responsabilidad, neutralidad, pluralidad y tolerancia.
Gracias a la tecnología, esta comunidad de personas conectadas ha abierto una brecha en el modelo de civilización que nos conduce al abismo y que con tanta energía denuncia la juventud de nuestro tiempo.
Al convertir al mercado en una comunidad que arrebata el protagonismo a las empresas y a otros agentes industriales (analógicos), tenemos la oportunidad de revertir las cosas. Como decía Trías, el límite del mundo no es un muro insuperable. Esta es también la tesis central de Tu Nación Digital: se ha abierto una oportunidad que debemos explorar para trascender el presente.
Proyecto Nación Digital
Lo que propone el libro es empezar a construir un modelo de civilización nuevo a través de la sociedad conectada en el que las personas intercambian servicios en un esquema peer to peer.
También llama la atención sobre algo especialmente novedoso: las emociones, una realidad inherente al ser humano que Internet permite aflorar y que convierte las experiencias en recuerdos memorables. Así se humaniza la experiencia digital.
La idea es iniciar una primera experiencia piloto de Nación Digital en la España vaciada, en el entorno de Molina de Aragón, enmarcada en las oportunidades a la innovación que promueve la Comisión Europea, y continuar con la creación progresiva de nuevos nodos de Nación Digital en otros espacios emblemáticos de la geografía española, europea y latinoamericana.
Esta utopía está por construir, pero es esperanzadora porque propone una comunidad que es transparente en lo fiscal, se autorregula por sí misma y porque desplaza al sistema de competencia que ha provocado la crisis climática y las mayores amenazas para el futuro de nuestra especie.
Sin dramatismos
De todo esto hablamos sin dramatismos. Federico Morán, director de la Fundación madri+d y miembro del Comité Científico del Club Nuevo Mundo, abrió el evento hablando de la incertidumbre que acecha al futuro de las universidades.
A continuación se proyectó un vídeo evocador de lo que las tecnologías digitales pueden aportar a un nuevo modelo económico, con la voz de fondo de Noemí Carrión invitándonos a “dejarnos llevar”.
Y una sorpresa: la cantante apareció de pronto entre nosotros y superpuso su voz a la de la grabación: dotó de fuerza a la necesidad de avanzar, a pesar de la incertidumbre del presente.
Noemí Carrión apareció en medio de un viaje imaginario que estábamos recorriendo hacia 2025, para explorar el futuro inmediato y prepararnos así para mejorar el presente. Su voz nos ayudó a llegar a nuestro destino.
El año 2025 nos fue descrito y comentado por tres personas emblemáticas: Nohelis Ruiz Arévalo, experta en networking; Juan Zafra, director de Telos, la revista de Pensamiento, Sociedad y Tecnología de Fundación Telefónica; y Marta Corella, alcaldesa de Orea y pionera en la España Vaciada de la primera experiencia de Nación Digital.
El escenario que dibujaron sobre el futuro inmediato fue bastante elocuente: las tecnologías posibilitan mejores condiciones para el desarrollo personal, profesional y social, siempre que se utilicen con criterios de sostenibilidad y pensando en las personas.
Juan Zafra insistió en la necesidad de detener la deshumanización de la sociedad digital, el deterioro del planeta como consecuencia del consumo desbocado y del populismo reaccionario empeñado en detener el progreso tecnocientífico.
Regreso a 2019
Finalmente, regresamos a 2019 de la mano de Ana Lamas, socióloga en Molina de Aragón y Miembro Directiva del Club Nuevo Mundo, para comentar con el autor del libro, Rafael Martínez-Cortiña, los entresijos de su obra y su proyección social a través del proyecto Nación Digital.
Ana Lamas resume así el sentido del viaje al 2025: Hemos comprendido que hay que poner la tecnología al servicio de las necesidades del ser humano, y no al revés. Hemos comprendido que hay que cambiar las normas para poder avanzar. Necesitamos un nuevo Pacto Social.
Alicia Montesdeoca lo explicó con claridad: la razón ilustrada, motora de nuestra cultura, eminentemente masculina, debe integrar la razón sensible, que nos dota de empatía, cooperación y colaboración, si queremos construir un mundo nuevo que sea a la vez que tecnológico, profundamente empático.
Todos los presentes vibramos con la emocionante experiencia vivida en el alumbramiento de Nación Digital en un entorno creativo y artístico, además de intelectual, riguroso, poético y entretenido.
Terminamos convencidos de que, aunque vivimos unos tiempos dramáticos, el mismo evento de la presentación de Nación Digital es un testimonio vivo del germen de algo nuevo que está surgiendo en la sociedad, con múltiples ideas, protagonismos y discursos, en muchos lugares diferentes del mundo, como se puso de manifiesto al coincidir con el gran movimiento juvenil a favor de salvar al planeta de la locura humana.
Club Nuevo Mundo, una iniciativa de cambio social
El libro (Tu) Nación Digital forma parte de la colección “Nuevos Mapas del Siglo XXI. Estudios” de Eola Ediciones, surgida en León hace 11 años como medio o vía hacia el saber, y con la que el Club Nuevo Mundo tiene un acuerdo para la publicación de sus informes.
Su editor, Héctor Escobar, intervino en la presentación de Nación Digital para explicar la línea editorial de Eolas y lo interesante que resulta el libro de Rafael Martínez-Cortiña para una sociedad como la presente, en la que se cruzan tanto la pasión como la preocupación por los avances tecnológicos.
El libro forma parte de la bibliografía del Club Nuevo Mundo, el espacio de diálogo entre ciencia y sociedad creado en 2017 por la revista Tendencias21 para buscar soluciones innovadoras a los problemas globales.
El Club Nuevo Mundo está formado por intelectuales, profesionales, académicos, empresarios y ejecutivos, que comparten la preocupación por la crisis de nuestra civilización y quieren aportar su talento y experiencia a la solución de los problemas globales, particularmente la crisis climática y la polarización social.
El Club Nuevo Mundo está integrado también por un Comité Científico de primer nivel, integrado por especialistas en biología, energía, medioambiente, geopolítica, alimentación, ingeniería y ciencias físicas, que asesora las actuaciones, iniciativas y propuestas del Club.
El Club está abierto a la participación de otras personas y colectivos que sean resonantes a nuestras preocupaciones y actuaciones y que quieran proyectar sus inquietudes a través de libros, talleres, conferencias y actividades para contribuir a mejorar el mundo a partir de sus respectivas competencias, experiencias y propuestas.
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