Tendencias21

Un sistema de bits cuánticos se autochequea en busca de errores

La computación cuántica sigue haciéndose de rogar, pero poco a poco se va avanzando para conseguirla. El último es un sistema que aumenta la estabilidad de los bits cuánticos, los qubits, autochequeándose en busca de errores. Para ello, se forma una red de qubits que se apoyan mutuamente. Lo ha desarrollado un equipo de la Universidad de California en Santa Barbara (EE.UU.).

Un sistema de bits cuánticos se autochequea en busca de errores

Cuando los científicos desarrollen un ordenador cuántico completo, el mundo de la informática vivirá una revolución en sofisticación, velocidad y eficiencia energética que hará que incluso nuestras máquinas convencionales más potentes parezcan chatarra de la Edad de Piedra en comparación.

Pero, antes que eso suceda, físicos cuánticos como los del laboratorio de John Martinis, profesor de física de la Universidad de California en Santa Barbara (UCSB, EE.UU.) tendrán que crear circuitos que aprovechen la maravillosa destreza informática prometida por el bit cuántico («qubit»), al tiempo que compensan su gran vulnerabilidad a errores inducidos por el ambiente.

En lo que ellos consideran un hito importante, los investigadores del Laboratorio de Martinis han desarrollado circuitos cuánticos que autochequean posibles errores y los suprimen, preservando el (los) estado(s) de los qubits e imbuyendo el sistema de la codiciada fiabilidad que será fundamental para la construcción de ordenadores cuánticos superconductores a gran escala.

Resulta que mantener a los qubits libres de errores, o lo suficientemente estables como para reproducir el mismo resultado una y otra vez, es uno de los principales obstáculos científicos en el frente de la computación cuántica.

«Los qubits son inherentemente defectuosos», explica Julian Kelly, estudiante de posgrado, investigador y co-autor principal de un trabajo de investigación que se publica en la revista Nature, en la información de la UCSB. «Así que si se almacena cierta información en ellos, la olvidarán.»

Los qubits

A diferencia de la computación clásica, en la que los bits informáticos existen en una de las dos posiciones binarias («sí / no», o «verdadero / falso»), pueden existir qubits en todas las posiciones al mismo tiempo, en varias dimensiones.

Es esta propiedad, llamada «superposición», la que da a los ordenadores cuánticos su estupenda capacidad computacional, pero también es esta característica la que hace a los qubits propensos al «flipping» (darse la vuelta), especialmente en entornos inestables, y por lo tanto es difícil trabajar con ellos. «Es difícil procesar la información si desaparece», recalca Kelly.

Sin embargo, este obstáculo podría haber sido eliminado por Kelly y otros miembros del grupo de Martinis. El proceso implica la creación de un diseño en el que varios qubits trabajan juntos para preservar la información, explica Kelly. Para ello, la información se almacena a lo largo de varios qubits.

«Y la idea es que construyamos un sistema de nueve qubits, que luego pueden buscar errores», añade. Los qubits en red son responsables de salvaguardar la información contenida en sus vecinos, explica, en el marco de un sistema de detección y corrección de errores que pued proteger la información adecuada y almacenarla durante más tiempo que varios qubits individuales.

«Esta es la primera vez que se construye un dispositivo cuántico capaz de corregir sus propios errores», asegura Fowler. Para el tipo de cálculos complejos que los investigadores prevén que haga un ordenador cuántico real, serían necesarios unos cien millones de qubits, pero antes de eso es necesario un sistema robusto de autochequeo y prevención de errores.

Medición de cambios

La clave de este sistema de detección y corrección de errores cuánticos es un esquema desarrollado por Fowler, llamado código de superficie. Utiliza la información de paridad -la medición de cambios en los datos originales (si los hay)-, a diferencia de la duplicación de la información original, que es parte del proceso de detección de errores en la computación clásica. De esta manera, la información original que se conserva en los qubits sigue sin ser observada.

¿Por qué? Por la física cuántica. «No se puede medir un estado cuántico, y esperar que siga siendo cuántico», explica Barends. El acto mismo de medición fija el qubit en un solo estado, con lo cual pierde su capacidad de superposición, añade.

Por lo tanto, formando algo parecido a un sudoku, los valores de paridad de qubits de datos en una matriz qubit se calculan por medio de qubits de medición adyacentes, que básicamente evalúan la información de los qubits de datos midiendo alrededor de ellos.

«Así que se extrae sólo información suficiente para detectar los errores, pero no la suficiente para echar un vistazo bajo el capó y destruir el carácter cuántico de cada qubit», explica Kelly.

Este avance reúne lo mejor de ciencia de la computación cuántica: lo último en estabilización de qubits y los avances en los algoritmos en los que se basa la lógica de la computación cuántica.

El Grupo de Martinis continúa perfeccionando su investigación para desarrollar esta importante nueva herramienta. Esta corrección de errores cuánticos concreta ha demostrado que protege contra cierto tipo de errores, pero aún no ha demostrado que los corrija todos, ni se ha observado su funcionamiento en ciclos de corrección de errores más largos para ver qué conductas podrían emerger.

Martinis y los principales miembros de su grupo de investigación han entrado en una alianza con Google, posteriormente a que se realizara esta investigación.

Referencia bibliográfica:

J. Kelly, R. Barends, A. G. Fowler, A. Megrant, E. Jeffrey, T. C. White, D. Sank, J. Y. Mutus, B. Campbell, Yu Chen, Z. Chen, B. Chiaro, A. Dunsworth, I.-C. Hoi, C. Neill, P. J. J. O’Malley, C. Quintana, P. Roushan, A. Vainsencher, J. Wenner, A. N. Cleland, John M. Martinis: State preservation by repetitive error detection in a superconducting quantum circuit. Nature (2015). DOI: 10.1038/nature14270.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • El cambio climático está modificando el cerebro de los animales 17 noviembre, 2024
    Las funciones principales del sistema nervioso, o sea la detección de sentidos, el procesamiento mental y la dirección del comportamiento, son críticas para el desarrollo armónico de la vida en la Tierra. Permiten a los animales navegar en sus entornos para facilitar su supervivencia y reproducción, además de hacer posible un equilibrio armónico entre las […]
    Pablo Javier Piacente
  • El misterio del ordenador más antiguo del mundo 16 noviembre, 2024
    En 1901, un grupo de investigadores descubrió en un naufragio un extraño y rudimentario ordenador, que luego se definió como el mecanismo de Antikythera, un artefacto fechado en el siglo II a.C. que se convirtió en el ordenador más antiguo del mundo y hasta apareció en uno de los films de la saga "Indiana Jones". […]
    Pablo Javier Piacente
  • Piedras de 12.000 años de antigüedad serían la evidencia más antigua del principio mecánico de la rueda 15 noviembre, 2024
    Aunque los arqueólogos ubican la invención formal de la rueda sobre la Edad del Bronce, un nuevo estudio sugiere que este avance podría haberse concretado miles de años antes: el análisis de un conjunto excepcional de más de cien guijarros perforados, descubietos en una aldea de Israel, muestra que estas piedras con 12.000 años de […]
    Pablo Javier Piacente
  • Restauran la visión humana mediante células madre 15 noviembre, 2024
    En un avance vital en el campo de la medicina regenerativa, un trasplante de células madre ha mejorado significativamente la visión de tres personas con daños severos en sus córneas. El ensayo clínico realizado en Japón es el primero en su tipo a nivel mundial, según destacan los investigadores.
    Pablo Javier Piacente
  • La cultura declara también la emergencia climática: así es el movimiento 15 noviembre, 2024
    La cultura mundial se suma al movimiento por la emergencia climática y en España acaba de lanzarse con un manifiesto entre la utopía y la distopía para desafiar las estructuras de poder que ignoran el consenso científico, fracasan en su misión de protegernos y perpetúan el ecocidio.
    Alejandro Sacristán (enviado especial)
  • Crean un arma de rayo de energía inspirada en la Estrella de la Muerte de la saga Star Wars 14 noviembre, 2024
    Científicos chinos afirman haber hecho realidad el arma de haz de energía convergente que utiliza la estación espacial Estrella de la Muerte en la saga Star Wars: el sistema dirige una serie de haces de alta potencia a un solo objetivo. En la práctica, el arma podría tener un impacto letal al permitir desplegar múltiples vehículos […]
    Pablo Javier Piacente
  • Una isla rusa desaparece por completo del mapa en el Ártico 14 noviembre, 2024
    Un grupo de escolares y estudiantes universitarios descubrió que una isla rusa en el Ártico ha desaparecido recientemente, después de comparar imágenes satelitales del área para un proyecto educativo. La Sociedad Geográfica Rusa confirmó la desaparición de la isla helada Mesyatseva, aparentemente como consecuencia de los efectos del calentamiento global y el cambio climático antropogénico.
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren cómo nuestro cerebro predice el futuro 14 noviembre, 2024
    El cerebro hace mucho más que procesar información: aprende de experiencias pasadas y hace predicciones sobre el futuro inmediato. Así podemos vivir con seguridad las experiencias cotidianas.
    Redacción T21
  • Descubren una extraña criatura fantasmal desconocida en lo profundo del océano 13 noviembre, 2024
    Un grupo de investigadores ha revelado recientemente una variedad desconocida de nudibranquio, una extraña criatura marina que nada libremente en los mares a más de 2.200 metros de profundidad, iluminada por un brillo bioluminiscente y adornada con una capucha ondulante, que le confieren un aspecto fantasmal. Se trata del primer nudibranquio conocido de su tipo, […]
    Pablo Javier Piacente
  • Nuestros antepasados usaron herramientas hace más de 3 millones de años 13 noviembre, 2024
    Un nuevo estudio que ha analizado los huesos de las manos de australopitecos, simios y humanos revela que el uso de herramientas probablemente evolucionó antes del surgimiento del género Homo: nuestros antepasados homínidos habrían comenzado a dominarlas hace más de 3 millones de años, iniciando una práctica cultural y tecnológica que se creía propia de […]
    Pablo Javier Piacente