La U.S. Geological Survey (USGS) de Estados Unidos, organización científica multidisciplinar dedicada al estudio de los recursos y peligros de la Naturaleza, está investigando las tecnologías sociales de Internet como fuente de información casi inmediata sobre terremotos recién producidos.
Según publica el Departamento de Interior estadounidense en un comunicado, el proyecto ha sido bautizado como Twitter Earthquake Detection project (TED).
El esfuerzo se está centrando en desarrollar un sistema que registre aquellos mensajes que aparezcan en la red social Twitter, relacionados con terremotos que acaban de suceder. Esta información permitirá conocer la magnitud de los seísmos y de sus efectos en la población y en su entorno.
Mensajes cortos y útiles
Twitter es un servicio gratuito de microblogging que permite a los usuarios enviar pequeños textos o entradas, denominadas «tweets», de una longitud máxima de 140 caracteres.
El envío de estos mensajes se puede realizar a través del sitio web de Twitter, vía SMS (mensaje de texto corto) desde un teléfono móvil o mediante programas de mensajería instantánea, entre otros medios.
Estas actualizaciones, que aparecen en la página personal de los perfiles de cada usuario, podrían ser de especial utilidad en caso de emergencias.
Lo que la USGS pretende hacer con todos esos mensajes es conocer a través de ellos las reacciones públicas instantáneas de la gente que acaba de ser testigo de un terremoto.
Según publica la BBC, para ello, esta organización ha de rastrear los mensajes para determinar lo que éstos describen, es decir, lo que ha supuesto el terremoto para sus autores y para las regiones afectadas.
Aumentar la seguridad
Los científicos explican que, inmediatamente después de un terremoto, se incrementa mucho el tráfico en las redes sociales. La gente, de manera espontánea, se introduce en ellas expresando lo que acaba de sucederles, para compartirlo con otros.
Es lo que sucedió recientemente, tras un terremoto de escala cinco acaecido en Nueva Zelanda. Entonces, se sucedieron en la Red mensajes del tipo “ha habido un gran terremoto y se ha roto el espejo del baño y se ha movido el suelo” o “acaba de producirse un terremoto, el mayor que yo haya visto nunca”.
Los científicos de la USGS creen que la información proporcionada por los testigos directos puede resultar de vital importancia, en especial para adecuar las respuestas de los servicios de urgencia.
Evidentemente, advierten los investigadores, las redes sociales no pueden servir como herramienta científica de análisis de la situación, pero no se trata de medir con exactitud, sino de tratar de aumentar la seguridad de los ciudadanos con la información recopilada.
La ventaja de las redes sociales sobre los estudios científicos es que su información llega antes, explica Paul Earle, uno de los responsables de esta investigación, en declaraciones para la BBC.
Los mensajes de Twitter suelen comenzar a emitirse sólo unos segundos después de que un terremoto sacuda un área determinada, mientras que la información científica puede tardar en llegar entre dos y 20 minutos.
Cómo funciona el sistema
La USGS recoge continuamente geo-códigos (información suministrada por dispositivos GPS) y almacena los mensajes de Twitter.
Cuando la red nacional de seísmos detecta un terremoto, el sistema creado rastrea la red social para determinar si ha habido un aumento significativo de los mensajes en Twitter, inmediatamente después del seísmo.
Si ha sido así, se puede reenviar emails a científicos o responsables de gestión de emergencias, en los que se resuman de dónde proceden los mensajes, así como la información relevante sobre el terremoto que puedan contener éstos.
El desafío al que se enfrenta la idea es el de la selección de mensajes. Para poder encontrar mensajes relacionados con los terremotos entre la cantidad ingente de mensajes que se producen continuamente en Twitter, los científicos están desarrollando filtros basados en palabras clave (como “terremoto”).
Demasiado ruido
Los investigadores admiten que hay demasiado “ruido” en la corriente de datos que estos mensajes proporcionan. Es decir, que no es tan sencillo filtrar todos los mensajes que se envían para dar con los más importantes o con aquellos que contengan información de interés.
Por eso, según Earle, “no creemos que el sistema pueda ser nunca utilizado para iniciar una respuesta crítica a una situación como la rotura de una planta de energía nuclear, pero sí que puede proporcionar una alerta inicial en una región que haya sufrido un seísmo, que habrá de ser evaluados científicamente más tarde”.
Además de para encontrar relatos rápidos sobre lo ocurrido, el sistema puede servir también para dar con fotos que haya sacado la gente del área en peligro.
Los investigadores estudian, por otra parte, la utilidad de esta forma de detección de terremotos en aquellas regiones muy pobladas que carezcan de instrumentación para detección y análisis de seísmos.
El Twitter Earthquake Detection Project será descrito en breve por los científicos en un artículo que publicará Seismological Research Letters.
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