Crece la alarma y la preocupación por la evolución del clima: si hace unas semanas la NOAA señalaba que 2017 es uno de los tres años más calurosos de la historia moderna, con récords de temperaturas, de concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera y de océanos más cálidos, ahora un nuevo estudio advierte que 2018 será también catalogado como un año excepcionalmente cálido y que la escalada de la temperatura proseguirá al menos hasta 2022 por encima de lo que podía esperarse por el impacto humano.
Según el nuevo estudio, liderado por Florian Sévellec, del CNRS francés y publicado en Nature Communications, la temperatura subirá 0,01 grados entre 2018 y 2022. Este aumento previsto en el nuevo estudio es natural, es decir, no debido a la acción humana. La escalada atribuida a los gases de efecto invernadero debe sumarse a estas estimaciones
Por este motivo, los autores de esta investigación, en la que ha participado también la Universidad de Southampton, consideran que la temperatura media del planeta será más elevada en los próximos cinco años, debido principalmente a una escasa probabilidad de episodios de frío intenso.
Este calentamiento está acentuado especialmente por la temperatura de la superficie de los océanos, que será elevada debido a la gran probabilidad de episodios de calor extremo. También promete aumentar la frecuencia de las tempestades tropicales.
El estudio se basa en un nuevo método de previsión de las temperaturas medias que se aleja de las simulaciones clásicas. Se trata de un método estadístico que usa las simulaciones climáticas realizadas en los últimos cien años, para establecer analogías con el estado actual del clima y deducir posibilidades futuras. Los autores consideran que la precisión y fiabilidad de esta nueva metodología es equivalente a las de los modelos clásicos.
Batalla perdida
Hace unos días, The Economist publicó un reportaje sobre el cambio climático y llega a la conclusión de que estamos perdiendo la batalla contra el calentamiento global.
Destaca que el sofocante calor que estamos viviendo este año en Europa habría sido menos de la mitad de intenso si no hubiera sido por el calentamiento global inducido por la actividad humana.
Después de señalar las calamidades que las olas de calor han causado este año desde Seattle a Siberia, ya en forma de incendios forestales de una voracidad inesperada, ya en forma de víctimas mortales, la revista destaca que estos episodios, antes esporádicos y monstruosos, ahora son algo cotidiano. “La Tierra está ardiendo”, dice.
Este escenario global es consecuencia de un hecho constatado: el planeta es hoy aproximadamente 1ºC más caliente que cuando se inició la revolución industrial. Esta escalada continúa, concluye la revista, sin que las acciones puestas en marcha estén consiguiendo pararla. Por eso dice que estamos perdiendo la batalla contra el calentamiento global.
The Newscientist va incluso más lejos en un análisis diferente, pero que llega a la misma conclusión: el calentamiento global ha venido para quedarse y propone una serie de medidas para adaptarnos. Su mensaje: la catástrofe climática es inevitable y hay que tomar medidas no sólo para contener la escalada de temperaturas, sino también para sobrevivir a ellas.
El profesor de la University College de Londres Simon Lewis destaca en The Guardian que el problema no es que no podamos hacer nada para impedir la catástrofe, sino que no hay voluntad política. Y concluye: “el futuro es la política que hacemos hoy”.
Referencia
A novel probabilistic forecast system predicting anomalously warm 2018-2022 reinforcing the long-term global warming trend. Florian Sévellec, Sybren S. Drijfhout. Nature Communications, DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-018-05442-8
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