Un nuevo paso en la inmunoterapia contra el cáncer: investigadores del Instituto del Cáncer de Países Bajos y de la Universidad de Oslo / Hospital Universitario de Oslo (Noruega) han demostrado que incluso si las propias células inmunes de una persona no pueden reconocer y combatir los tumores, es posible que lo hagan las de otra. Su estudio de prueba de principio se ha publicado en la revista Science.
El estudio muestra que la adición de ADN mutado de células cancerosas a células del sistema inmune de donantes sanos crea una respuesta inmune en éstas. Insertando componentes específicos de las células inmunitarias del donante sano de nuevo en las células inmunes de los pacientes con cáncer, los investigadores fueron capaces de hacer que las propias células inmunes de los pacientes con cáncer reconocieran las células cancerosas.
El campo de la inmunoterapia contra el cáncer tiene como objetivo crear tecnologías que ayuden al propio sistema inmune del cuerpo a combatirlo, explica el Instituto del Cáncer de Países Bajos (Ámsterdam) en una nota de prensa.
Hay una serie de causas posibles que pueden impedir que el sistema inmune controle las células cancerosas. En primer lugar, la actividad de las células inmunes está controlada por muchos frenos que pueden interferir en su funcionamiento, y se están probando en muchos cánceres humanos terapias que inactivan estos frenos.
Por otro lado, en algunos pacientes el sistema inmune puede no reconocer las células cancerosas como anormales. Así, ayudar al sistema inmune a reconocer mejor las células cancerosas es uno de los principales focos de la inmunoterapia del cáncer.
Sistema prestado
Ton Schumacher, del Instituto del Cáncer, y Johanna Olweus, de la Universidad de Oslo y del Hospital Universitario de Oslo, decidieron probar si un sistema inmunológico prestado podría «ver» las células cancerosas del paciente como anormales.
El reconocimiento de células aberrantes lo realizan las llamadas células T. Todas las células T de nuestro cuerpo escanean la superficie de otras células, incluyendo las células cancerosas, para comprobar si muestran algún fragmento de proteína en su superficie que no debería estar allí. Al reconocer de tales fragmentos de proteínas extraños, las células T destruyen las células aberrantes.
Como las células cancerosas albergan proteínas defectuosas, también pueden mostrar fragmentos de proteínas extraños -también conocido como neo-antígenos- en su superficie, de forma muy parecida a cómo las células infectadas por virus expresan fragmentos de proteínas virales.
Para determinar si las células T de un paciente reaccionaban a todos los fragmentos de proteína extraños de las células cancerosas, los investigadores hiceron primero un mapa de todos los posibles neo-antígenos de la superficie de células de melanoma de tres pacientes diferentes.
En los tres, las células cancerosas parecían mostrar un gran número de neo-antígenos diferentes. Pero cuando los investigadores trataron de detectarlos con las células T derivadas de tumores del paciente, la mayoría de estos fragmentos de proteínas aberrantes de las células tumorales pasaron desapercibidos.
Células T del donante
A continuación, probaron si esos mismos neo-antígenos podían ser vistos por las células T derivadas de voluntarios sanos. Sorprendentemente, estas células T derivadas de donantes podían detectar un número significativo de neo-antígenos que habían sido vistos por las células T de los pacientes.
«En cierto modo, nuestros resultados muestran que la respuesta inmune de pacientes con cáncer puede fortalecerse; hay más aspectos de las células cancerosas que las hacen extrañas y que podemos explotar. Una forma de hacerlo que estamos considerando es encontrar las células T de donante adecuadas para estos neo-antígenos», dice Schumacher. «A continuación, se podrían modificar genéricamente las propias células T del paciente para que detecten las cancerosas».
«Nuestro estudio muestra que el principio de externalizar la inmunidad contra el cáncer tiene sentido. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer antes de que los pacientes puedan beneficiarse de este descubrimiento. Tenemos que encontrar la manera de mejorar el rendimiento», explica Olweus.
Referencia bibliográfica:
E. Stronen, M. Toebes, S. Kelderman, M. M. van Buuren, W. Yang, N. van Rooij, M. Donia, M.-L. Boschen, F. Lund-Johansen, J. Olweus, T. N. Schumacher: Targeting of cancer neoantigens with donor-derived T cell receptor repertoires. Science (2016). DOI: 10.1126/science.aaf2288.
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