Un programa de ejercicios ideado por investigadores de la Universidad de Manchester (Reino Unido) ha reducido drásticamente los síntomas entre los jóvenes con un primer episodio de psicosis.
Las perspectivas a largo plazo para los jóvenes que son diagnosticados con psicosis son generalmente malas, con altas tasas de recaída, desempleo y muerte prematura. Los antipsicóticos que se les prescriben también causan un rápido aumento de peso.
Aunque el ejercicio ha demostrado ser un tratamiento eficaz para las personas con esquizofrenia a largo plazo, no hay estudios que hayan evaluado sus efectos sobre los síntomas psiquiátricos en adultos jóvenes con psicosis temprana, hasta ahora.
El estudio de la Universidad de Manchester reclutó a 31 personas de 18-35 años de edad que habían sido remitidos a los centros locales de salud mental para ser tratados. Con la ayuda de los participantes, el equipo diseñó un régimen de ejercicios personalizados que se llevaron a cabo bajo la supervisión de un investigador durante diez semanas en centros de ocio de la zona.
Joseph Firth, el autor principal del estudio, dice en la nota de prensa de la universidad: «Establecer un régimen de ejercicio para las personas con psicosis es probable que sea mucho más eficaz cuando son más jóvenes, y en las primeras etapas del tratamiento. Hacer que la gente tenga una rutina desde el principio también ayuda a establecer hábitos para la vida, que pueden marcar una gran diferencia en su salud física y mental a largo plazo».
Los participantes en el estudio de hecho superaron los objetivos de cantidad de ejercicio; alcanzaron 107 minutos de entrenamiento vigoroso a la semana durante 10 semanas. El resultado es mejor que el de otros programas de ejercicio en poblaciones sanas y con esquizofrenia.
A medida
«Personalizar el ejercicio hacia actividades que los pacientes encuentran más motivadoras ayuda a que cumplan con su programa», explica Firth.
Al final del período de 10 semanas, los participantes completaron una serie de pruebas mentales y físicas estandarizados. Como grupo de control, participaron siete personas que estaban siendo tratadas por los servicios de salud mental, a los que no se asignó un programa de ejercicios.
En las pruebas estandarizadas, el grupo de ejercicio mostró una reducción del 27 por ciento en los síntomas psiquiátricos, significativamente mejor que en el grupo control. Sus funciones cerebrales también mejoraron, y lograron una ligera reducción en el peso corporal -en contra de la ganancia de peso esperada con el tratamiento normal.
Joseph agrega: «Esto fue sólo un estudio piloto, pero las mejoras, en particular en los síntomas psiquiátricos, fueron drásticas. El ejercicio personalizado en centros de ocio de la zona parece ser una manera rentable y exitosa de ayudar a estos jóvenes a recuperarse».
Referencia bibliográfica:
Joseph Firth, Rebekah Carney, Rebecca Elliott, Paul French, Sophie Parker, Rebecca McIntyre, Jamie McPhee y Alison R. Yung: Exercise as an intervention for first-episode psychosis: a feasibility study. Early Intervention in Psychiatry (2016). DOI: 10.1111/eip.12329
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