Cada vez hay menos aves migratorias debido a la elevación de las temperaturas derivada del cambio climático, particularmente en Europa Central, según una investigación realizada por Nicole Lemoine y Katrin Boehning-Gaese, de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz, Alemania.
Según explica Wildlife News, la investigación analizó los censos existentes de aves en la región del Lago Constanza, de Europa Central, que comparten Alemania, Austria y Suiza. Tuvo en cuenta el comportamiento de 300 especies de aves clasificadas en tres categorías: residentes, migratorias de corta distancia y migratorias de larga distancia.
Cada categoría tenía, respectivamente, 122, 80 y 108 especies diferentes y se tomaron en consideración los censos de 1980-1981 y de 1990-1992.
La comparación de ambos censos pudo determinar que la evolución del clima entre 1980 y 1990 no afectó a las aves residentes y de migraciones cortas, pero sí a las de migraciones de larga distancia, que han descendido al amparo de las temperaturas más cálidas registradas en el invierno europeo.
La evidencia sugiere que la temperatura media de la Tierra puede subir este siglo entre 1.5 y 5.8 grados, que se sumarían al aumento ya registrado en los últimos 150 años.
Consecuencias dramáticas
Este cambio en la temperatura tendrá indudablemente consecuencias dramáticas para las condiciones atmosféricas y por lo tanto para las condiciones de vida de los diferentes organismos, incluyendo las aves migratorias.
Por ejemplo, los inviernos fríos con intensas nevadas han llegado a ser escasos en muchas partes del mundo, y la cubierta de la nieve en ciertas montañas se ha reducido más del 50% durante el siglo pasado.
Este cambio climático afecta ya a plantas y animales de los cuatro puntos cardinales del planeta, reduciendo en algunos casos los períodos de hibernación de algunas especies (como las marmotas de América del Norte) y en otros anticipando la reproducción, como es el caso de algunas aves migratorias europeas.
Se cree que los inviernos más templados disminuirán aún más el número de aves migratorias de larga distancia en Europa y que estos cambios en los comportamientos se generalizarán en el curso de varias generaciones. De hecho, muchas poblaciones de pájaros de larga distancia han renunciado a cambiar de residencia de invierno en los últimos veinte años.
El mes pasado, se celebró un congreso en Alemania destinado a establecer las posibles consecuencias del cambio climático en las diferentes especies de aves, debido a la creciente preocupación de la comunidad científica por el impacto de las altas temperaturas sobre las aves migratorias.
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