Es importante que los niños duerman lo suficiente. Sus cerebros transforman el material aprendido inconscientemente en conocimiento activo durante el sueño , incluso con más eficacia que los cerebros adultos, según un estudio realizado por Ines Wilhelm, del Instituto de Psicología Médica y Neurobiología del Comportamiento de la Universidad de Tübingen, en Alemania.
Wilhelm y sus colaboradores suizos y alemanes han publicado sus resultados en la revista Nature Neuroscience.
Investigaciones previas en adultos habían demostrado que dormir después de un aprendizaje impulsa el almacenamiento a largo plazo del material aprendido, explica Wilhelm en un comunicado de la Universidad de Tübingen.
Esto se debe a que, durante el sueño, la memoria se transforma de tal manera que facilita el aprendizaje futuro; el conocimiento implícito se hace explícito y, por tanto, su transferencia a otras áreas se vuelve más fácil.
Formación de conocimientos
En lo que respecta a los niños, estos duermen más y más profundamente y deben integrar enormes cantidades de información cada día.
En la presente investigación, los científicos examinaron la capacidad de formar conocimiento explícito, a través de una tarea motora aprendida implícitamente.
En el experimento, niños de entre 8 y 11 años, y adultos jóvenes, aprendieron a adivinar una serie predeterminada de acciones, sin ser conscientes de la existencia de la propia serie.
Después de una noche de sueño o de un día despiertos, se analizó la memoria de los participantes.
El resultado: tras dormir una noche, ambos grupos de edad podían recordar más cantidad de elementos de una fila de números que aquellos que habían permanecido despiertos. Y los niños resultaron ser mucho mejores en esta tarea que los adultos.
«En los niños, se genera mucho más conocimiento eficiente explícito durante el sueño a partir de una tarea implícita aprendida previamente”, afirma Wilhelm.
«La formación de conocimiento explícito parece ser una capacidad muy específica del sueño durante la infancia, ya que los niños normalmente se benefician del sueño tanto o menos que los adultos cuando se trata de otros tipos de tareas de memoria”, concluye la investigadora.
Referencia bibliográfica:
Ines Wilhelm, Michael Rose, Kathrin I Imhof, Bjöern Rasch, Christian Büechel, Jan Born. The sleeping child outplays the adult’s capacity to convert implicit into explicit knowledge. Nature Neuroscience (2013). DOI:10.1038/nn.3343.
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